Un baile fuera de lo normal

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—¡Todo se ve genial! —exclamó Nanami, quien recién llegaba al lugar junto a Youichi.

Nanami iba vestida igual que otras chicas con el conjunto de alicia rosa, mientras que Youichi iba con el traje de gato, sólo que en lugar de pantalones iba con shorts y él sí tenía puestas sus orejas.

—¡Vamos por la comida! —exigió la niña.

—Lo que quieras —respondió el agotado niño, quien realmente sólo iba para acompañar a Nanami... y quizás bailar con su hermana.

—¿Quieres? —preguntó mientras ella se servía algo de ponche.

—Paso.

—Oki. —Sin más, ella bebió toda de un trago—. ¡Al fin, tenía la garganta seca! Este ponche está delicioso, no sé qué le habrán puesto, pero está rico.

—No tomes tanto, luego vas a querer estar yendo al baño.

—Sí, mamá —Ignorando el consejo de Youichi, volvió a servirse otro vaso bastante lleno.

. . .

—En verdad, ¿cuál es la necesidad de causar problemas a Nogi y Hyuuga? —preguntó Natsuki luego de parar de reír por su mala broma con las hojitas—. Sé que mi aspecto no se iguala al de Megan Fox, pero tampoco es que me importe, quiero decir, los cepillos están sobrevalorados.

—Por dios, ¿puedes callarte? —suplicó Mikan, sintiendo pena ajena.

—Y para su información, ¡sí me baño...! A veces...

—De verdad, cállate —gruñó Natsume.

—De todos modos, no se preocupen, señoritas, no estoy interesada en Nogi, no de esa forma —aclaró.

—¡Cierra tu maldita boca! —gritaron Mikan y Natsume, la primera tomándola del brazo para alejarla del escándalo.

—Dios mío, con esta estúpida —murmuró el portador del fuego una vez estas se alejaron, al girarse notó como Ruka las observaba irse con culpa. Si tan sólo les hubiera dicho que pararan antes de que atacaran a Natsuki.

—Ella... realmente se baña.

—Por favor —bufó el otro, sin creer que eso era lo único que salía de la boca del rubio.

. . .

—Que raro es no verte con Buru y Akarui —mencionó Nobara, quien luego de mucho pensarlo, se animó a asistir al baile. En el momento en que detectó a su pareja de clases, no dudó en pegarse a ella como ya empezaba a ser su costumbre.

—¿Lo es? Es cansado lidiar con ellas todo el tiempo —declaró.

—¿Se conocen desde hace mucho?

—Desde los nueve años, aunque ellas se conocieron un poco antes que yo, muchas cosas han cambiado desde entonces.

—¿Y con el resto? —Esto último lo cuestionó posando sus ojos por breves segundos en el albino, que simplemente escuchaba la conversación sin dejar de ver a sus amigas bailando en la pista.

—Em, a Mikan, Nathali y Kuro las conocí a los once, a Natsuki, Shiro y Yami hasta los doce... bueno, podría decirse que ya conocía a Shiro... —Él se giró y, con una simple mirada, dio a entender que el tema le incomodaba—. Aunque Shiro y Kuro se conocían de antes, ¿hace cuánto?

—Desde los ocho.

—Se conocieron a los ocho.

—Entonces todos ustedes tienen años de conocerse, bueno, era obvio...

Cuando los ángeles se vuelven diablos. [Gakuen Alice]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora