EMMA (13)

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Debería sentirme feliz, Marco continúa haciendo progresos asombrosos dada la naturaleza de sus lesiones; pero las palabras de Mats no dejan de hacer ruido en mi cabeza. En ningún momento me planteé pedirle a Marco que fuéramos algo más, aunque tenía que reconocer que una parte de mí esperaba que lo hiciera. Si bien puertas adentros era cariñoso, apasionado y atento, en público me dirigía la palabra lo menos posible y limitaba el contacto físico con impredecibles ataques de mal humor, de los cuales yo siempre era el blanco.

Llegué al apartamento y lo encontré vacío, lo cual no me sorprendió; Marco prefería que alguna de sus hermanas o su mejor amigo Marcel Fornell (al cual yo no soportaba) lo trajeran de vuelta a casa, o por ahí. Preferí relajarme dándome un baño de inmersión en el inmenso jacuzzi donde Marco y yo habíamos hecho el amor más de una vez. Podía sentir como quemaba el recuerdo de sus labios sobre mi piel, sus manos acariciándome. Mi cuerpo reaccionaba instantáneamente a la más mínima mirada suya, me tensa imaginar el roce de su barba crecida.

I don't believe that anybody feels the way I do about you now...

"Wonderwall" empezó a sonar, una canción que a David le encantaba versionar. Había recibido noticias suyas, que estaba muy bien y vivía en Manchester, que él y su banda tocaban regularmente en un pub de la ciudad. Me alegré sinceramente, tal parecía que su suerte había cambiado desde que ya no estábamos juntos. Pero yo seguía sin entender si había ganado o perdido.

There are many things that I would like to say to you but I don't know how...

De la nada empecé a llorar, gruesas lágrimas me corrían por las mejillas sin saber porqué. Era la misma sensación que sentí cuando murieron mis padres o al ver a David dormido eternamente en el sofá de la sala: desolación. Oí la puerta de la calle abrirse y me apuré a salir del agua, me reconvine por no estar ahí para recibir a Marco. Lo encontré en la cocina, tarareando frente al refrigerador. Ya no llevaba la incómoda bota de yeso pero se movía con muletas y aún le costaban cosas simples, como doblar la rodilla que estaba calcificada debido a la falta de movimiento. Lo abracé por detrás rodeando su pecho, respirando su perfume que podría identificar entre tantos otros y sentí la misma ternura que la primera vez que lo vi, indefenso en una mesa de operaciones. Marco apretó mi mano y la besó.

—¿Te divertiste en el gimnasio? — Me acomoda el cabello mientras me besa suavemente.

—Algo así— me encojo de hombros— ¿Marco, puedo hacerte una pregunta?

— ¿Desde cuándo necesitas mi permiso para hacerla? — sonríe, divertido.

— ¿Por qué eres así conmigo? — Él frunció el ceño y los labios, algo que me fascinaba— ¿Así, como?

—Cambiante, voluble, no sé, hasta hiriente. Luego, de la nada, te transformas en otra persona: eres tierno, cariñoso, atento. Siento que tratas de disimular ante la gente.

— ¿Disimular qué cosa, Emma? ¿Qué dormimos juntos? Porque si es eso, no creo que la gente necesite saberlo.

—Yo nunca dije eso— sacudí la cabeza frustrada— Es solo qué...me gustaría que dejaras de gritarme delante de todos, no se ve bien.

—Mira, lo siento, ¿está bien? Creí que entendías por lo que estoy pasando, tardo media hora en dar un paso pero quieres que me porte como tu novio delante de todos. Ya entendí cariño, lo tendré en cuenta— Lo observé moverse trabajosamente fuera de la cocina pero cuando intenté ayudarlo siseó amenazante, como una serpiente a punto de atacar. Cuando al fin pudo tumbarse en el sofá tenía la frente perlada de sudor y estaba agitado.

—Emma, me gustas; ¡de hecho me vuelves loco! Pero no estoy en condiciones de mantener una relación ahora, lo único que quiero es enfocarme en mi recuperación y volver a ser el de antes.

Asentí. No había nada más que pudiera decirle. Subí a mi habitación y al revisar mi teléfono tenía un mensaje de Mats "Lamento mucho lo que pasó pero eres mi amiga y me importas. Pasaré por ti en un rato para cenar, no creas que lo olvidé =P". Me hizo sonreír, la amistad de Mats era muy importante para mí. De no ser por él estaría metida en el apartamento todo el día, y aunque estuviera muy cansado siempre se quedaba en el whatsapp charlando conmigo hasta tarde.

Elegí usar un sari de seda color turquesa que había pertenecido a mi madre y lo combiné con sandalias doradas, que me hacían sentir más alta y elegante. Pocas veces le daba importancia al maquillaje pero quería verme bien. Cuando bajé las escaleras lista para irme, Marco emitió un silbido desde el salón.

—No sabía que ibas a salir— dijo, en tono de reproche.

—Voy a cenar en casa de Nuri pero no creí necesario decírtelo, después de todo no estás en condiciones de tener una relación conmigo— salí sin esperar su respuesta.

Mats me esperaba recostado en su auto, él se veía muy guapo, con camisa negra y jeans que acentuaban su musculatura. Me quedé sorprendida, yo no soy una persona muy efusiva, quizás por ser inglesa, así que fui donde Mats y lo abracé, me di cuenta y le pedí disculpas.

—¡Que bella te ves! — dijo, devolviéndome el abrazo con cuidado para no arrugar mi vestido. Me abrió la puerta del coche y partimos a casa de Nuri, donde nos recibió Tugba, su esposa y su hijo de cuatro años, Ömer; un niño precioso con el que podía pasar horas jugando.

—Parece que te gustan los niños— dijo ella, sonriente, mientras acababa de dar los últimos toques a la comida.

—Durante mi residencia tuve un periodo en pediatría, sufría mucho cuando veía niños heridos de gravedad, no quise regresar ahí.

—Nuri me contó que estabas casada, ¿no tuviste hijos?

— ¡No! — Dije, sonando un poco más incomoda de lo que hubiese querido— es decir, mi ex marido y yo éramos unos chiquillos. Apenas podíamos cuidar el uno del otro.

—Aún hay tiempo— me guiñó el ojo, para luego agregar— Mats y tú hacen una pareja espectacular.

— ¡No, no, sólo somos amigos! Él no me mira de otra manera, ha sido un gran apoyo para mí aquí en Alemania.

— ¡Ya lo creo que sí! ¡Mira, Marco es amigo de Nuri y lo adoro pero sé bien que puede ser un dolor de cabeza! — salió con las bandejas hacia la sala, dejándome boquiabierta. 

¿Acaso todo el equipo sabía de mi situación con Marco?


Für Immer ||Mats Hummels|| Marco ReusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora