Amanecí al día siguiente de la boda con una sensación de alegría y tristeza entremezcladas. Asa decía que se iría en solo dos semanas. Y luego de eso, me besó. ¿Cómo se suponía que me sintiera?
Tomé mi celular. Un mensaje nuevo de Lisa.
« Hey, dormilona, creo que hay algo que quieres contarme, ¿verdad? ;) »
¿Cómo rayos se había enterado?
« ¿Puedes venir a casa? » Contesté.
« Estaré allí en 10. »
Pero en menos de cinco minutos, el timbre ya había sonado.
- ¿Viniste corriendo o qué? - Le pregunté.
- Estaba paseando por aquí cuando vi que me habías contestado. Además, esto es de vida o muerte, ¡me tienes que contar todos los pormenores! -Dijo, tomándome de la mano y arrastrándome escaleras arriba a mi habitación.
Cerró la puerta de un golpazo y me lanzó una mirada recriminadora.
- ¿Se puede saber a dónde fuiste a mitad de la boda?
- Yo creo que ya lo sabes. -Contesté entre risitas.
- Pues claro que ya lo sé. En cuanto me dijeron que Asa y tú estaban perdidos en acción, supe inmediatamente en qué andaban. Oh, por Dios. Apuesto a que fue genial. ¿Dónde fue? ¿Cómo fue?
- Ey, ey, tranquilízate.- Le hice un gesto para que se sentara junto a mí en mi cama.- Hasta pareces más emocionada por esto que yo.
- ¿Entonces no lo estás? ¿Tan malo fue?
- No, no es eso, fue genial. Fue... mágico. Es solo que...
No pude terminar la frase sin antes hacer una pausa.
- No creo que haya sido una buena idea el involucrarnos así.
Lisa me tomó por los hombros y me sacudió de un lado para otro.
- ¿Te volviste completamente loca, amiga? ¡Es lo que has querido desde el primer día que lo conociste!
- No es tan fácil, Lis. Asa se irá en unas semanas.
- ¿A dónde?
- Para siempre.
- ¡Pero si acaba de llegar! No digas tonterías...
Cierto. Casi lo olvidaba. Lisa no sabía nada sobre el verdadero trabajo de Asa. Dudé un segundo sobre si debía mencionarlo o no.
- Es verdad, no miento...
Reflexioné sobre si debía contárselo o no. Lisa podría ser muchas cosas, pero si de algo estaba segura es que lo que fuera que le dijeras quedaría para siempre entre tú y ella, y nadie más.
- Si te cuento algo, ¿prometes mantenerlo en secreto?
- Por supuesto.
- Tienes que jurarlo con tu alma. Si alguien lo supiera podría traer problemas.
- ¡Que sí, tonta! Ya dime o me moriré de un colapso nervioso.
Tomé aire.
- Lisa, Asa es actor. Vino hasta este pueblo para poder actuar en una producción en Los Ángeles... y está por terminar el rodaje.
Lisa me miró extrañada. No sabía si creerme o no.
- Sí, claro. - Dijo finalmente.
- ¡Es en serio!
- Is, si esto es una broma, tengo que decirte que es pésima.
La tomé del brazo para que viniera conmigo hasta la computadora. Me senté en el escritorio, y escribí el nombre de Asa en el buscador. Toda su información y películas salieron en la primera página.
- No te creo... ¡no te creo!
Lisa agarró el mouse para poder ver los resultados ella misma.
- Oh. Por. Dios. ¡Is, te enrollaste con una estrella de cine! ¿Cómo nunca se me ocurrió buscarlo por google? Bueno, no es como si buscara a todos mis compañeros de escuela por internet, pero ahora sé que debo hacerlo más seguido...
- ¿Entiendes por qué fue un error? Se irá, y no sé si podré soportarlo. De verdad me gusta, Lis.
Ambas volvimos a la cama, esta vez acostándonos boca arriba, mirando al techo, sin decir nada. Luego de un rato, Lisa fue la primera en hablar.
- Yo creo que deberías aprovecharlo.
- ¿Qué? - Pregunté. No sabía realmente de lo que estaba hablando.
- Todo lo que ocurrió. Él te besó, Is. Y si lo hizo, fue porque te quiere. No dudes tanto, y aprovecha el tiempo que les queda juntos, en vez de seguir pensando en que se irá. Es tan romántico... un amor imposible. - Se llevó las manos al pecho. Sus ojos irradiaban un destello soñador. Reí al ver su expresión. - Llámalo ahora y hagan algo juntos. No tienen tiempo que perder.
- Pero... todavía no le he hablado desde lo de anoche.
- Pues ahora es un buen momento, ¿no crees? - Contestó, guiñándome.
- Y... ¿qué le voy a decir?
- Cualquier cosa. Hablen como siempre. Al fin y al cabo son mejores amigos. - Dijo, mientras se dirigía hasta mi mesita de luz para tomar mi maquillaje y luego se sentó enfrente mío. - Y no creo que esté de más verte fabulosa mientras lo haces.
Lisa tardó unos quince minutos en aplicarme base, sombras, labial y delineador. Me pasó su espejo para que viera su obra finalizada. Había hecho un gran trabajo: se veía natural, pero mucho más delicado de lo normal. Luego me ayudó a elegir qué ponerme. Elegimos un vestido celeste con flores blancas y unas chatitas.
- Aw, te ves divina.- Comentó cuando el look estuvo completo. - En fin, yo ya me tengo que ir. Espero que me cuentes con lujo de detalle lo que pase estos próximos días, ¿eh?- Tomó el pomo de la puerta y se dio vuelta para verme. - Oh, casi lo olvido. Ruby se enteró de lo que pasó, también. Está super enfadada contigo. Creo que deberías hablarle. - Salió.
Oh dios, esto se estaba saliendo de control. Había mucho que procesar en poco tiempo. No sabía qué debía decirle, es decir, no fue mi culpa que él me besara...
Sin pensarlo dos veces, agarré el celular y comencé a teclear el número de Ruby. Prefería que las palabras salieran solas en vez de meditarlo. Al tercer tono, atendió.
- ¿Qué demonios quieres?
- ¿Ruby?
- Si llamas para disculparte, te sugiero que ni lo intentes, zorra. Sé lo que hiciste. Me lo robaste. Y yo que te creía mi amiga...
- Ey, ey, espera, estás tergiversando las cosas...
- No me trates de loca. Asa era mío y lo besaste.
- ¡Asa no era tuyo! ¡Él no te ve de esa forma!
- ¿¡Y quién eres tu para decidir cómo me ve él o no!? ¡Ni siquiera sabes como fueron nuestras últimas semanas con él!
- ¿Qué?
- Oh, pues supongo que no te lo cuenta todo, ¿verdad? Qué pena, y yo que creí que eran tan buenos amigos...- Declaró con tono sumamente sarcástico.
- ¿Y qué es eso que no me cuenta, si se puede saber?
- Que me invitó al baile porque quería alejarse de ti, para empezar. ¿Nunca te preguntaste por qué no te había invitado? Seguro que también lo forzaste a besarte anoche. Entiende de una vez que él no te quie...
Estaba tan furiosa que le colgué en medio de la frase. No quería saber más nada de Ruby. Nunca. Yo también la consideraba una amiga, pero ya no más.
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Cosas del destino (Asa Butterfield fan ficción)
FanfictionUna joven aburrida de su vida conoce un chico que podría darle un poco de emoción a sus días, el cual se muda a la casa de enfrente. Y este chico es nada más y nada menos que una estrella de cine. Para ser más precisos, Asa Butterfield. Tanto la his...