Adrien habla por teléfono mientras que se mueve de un lado al otro por la habitación. Estoy acostada en la cama de la suite del hotel y hago dormir a mi niña pequeña, mientras que Alex ve televisión en el cuarto anexo. Kya cierra sus ojitos lentamente mientras que succiona su chupón rosa de mariposa. Sonrío por primera vez desde que salí de la casa de Lucas y luego beso su frente. Acaricio su manito segundos después, y la miro sin poder quitar mis ojos de ella. Adrien se acerca a nosotras, se sienta en el borde de la cama y una sonrisa se forma en su rostro el ver a nuestra hija dormida.
—¿Qué sucedió? —murmuro estirando mi brazo para acariciarlo. No lo hago muy a menudo, pero lo necesito, lo necesito conmigo más que nunca.
—Hablé con un amigo —murmura. Mueve algunos mechones de pelo de mi cara y luego pasa su pulgar por mi labio inferior—. Nos prestará su jet para que viajemos con más comodidad. Preparará todo para los niños —asegura.
—¿Cuándo regresaremos a casa, entonces? —pregunto, sintiendo como todas mis esperanzas de regresar hoy mismo se desvanecen.
—Mañana en la noche —responde—. No puede ser antes, cielo.
Suelto un suspiro y luego pongo los ojos en blanco. Estoy molesta, pero debo entenderlo, haré lo posible por ser paciente, quiero que todo salga bien, ahora que mi vida es un desastre lo único que me hará fuerte es mi familia, Adrien y mis niños.
—¿Por qué no compras un jet? —pregunto con una divertida sonrisa.
Quiero cambiar el rumbo de la situación, quiero disfrutar de estos momentos, quiero olvidar todo lo que sé, todo lo que descubrí, quiero ser solo Gea, solo la medre de dos angelitos, la esposa de Adrien, quiero ser solo yo por un día. Sin un pasado, sin mentiras, sin verdades, sin nada, solo yo, solo por una vez.
—Primero me pides una villa en Barcelona y ahora un jet —murmura—. No tengo tanto dinero, cielo —asegura devolviéndome la sonrisa. Me rio levemente y acerco mis labios a los suyos, Kya está en medio de ambos, pero esta vez no se interpone, puedo besarlo todo el tiempo que quiera—.El dinero se puede acabar de un segundo al otro, Gea —susurra mirándome fijamente—, el dinero puede acabarse, pero te aseguro que lo que siento por ti es para siempre. ¿Crees que podrás vivir con eso?
Muerdo su labio inferior y paso una de mis manos por su pelo. No sé qué responder, no tengo palabras, solo quiero decirle que sí, que con él iré y haré lo que sea, donde sea, hasta donde quiera. No importa el dinero, o todo lo que pueda darme, solo lo quiero a él, solo quiero momentos como estos, solo quiero a mi familia, quiero que esto sea para siempre, juntos, sin que nada pueda estropearlo.
—¿Crees que podrás comprarme la villa en Barcelona? —indago —Si lo haces, no pediré el jet —aseguro. Él se ríe sonoramente y cubre su boca cuando Kya se mueve un poco, me besa y luego acaricia a su pequeña. Él sabe todo lo que siento, él sabe que lo amo, pero que a veces no sé cómo decirlo, no sé cómo expresarme del todo. Solo se resume en dos palabras.
—Te amo. Te amo, Gea Eggers, no tienes idea...
—Te amo —digo con una sonrisa. No necesito más, solo sé que es lo que siento, es lo que él siente hacia mí, esas dos palabras tiene más fuerza que todo un poema. Dicen mucho más.
—¿Qué te parece si nos olvidamos de todo y llevamos a los niños a recorrer la ciudad? —pregunta, poniéndose de pie. Frunzo el ceño porque no me convence su idea, pero luego recuerdo que solo me quedan unas pocas horas aquí y también recuerdo que no quiero pensar en todo lo que sucedió, necesito distraerme, y sé que con mis hijos y Adrien todo será perfecto.
—Está bien —respondo estirando mi mano para que me ayude a ponerme de pie. Me toma de la cintura y aprisiona mi cuerpo entre sus brazos. Hace que mi corazón lata rápidamente, puede hechizarme con solo una mirada—. ¿Qué haces? —pregunto entre risas. Él comienza a besar mi cuello, me hace cosquillas y desliza sus manos hacia mis glúteos. Sé que si seguimos, no podremos parar.
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PERFECTA 3. Dime que eres mía © Deborah Hirt
RomanceSinopsis Una familia, un nuevo hogar, amor... Adrien me ha convertido en alguien que jamás imaginé ser. Ha encontrado a la Gea perdida en mí. Tenemos todo y al mismo tiempo no tenemos nada. Hay secretos, hay verdades y aún hay una parte de mí que...