C A P I T U L O 2

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Ambos reímos cómplices en el auto ya de regreso a su casa.
—Tienes hojas en el cabello— le dije extendiendo mi mano hacia a ella para quitarle una hoja seca del cabello.
—Estás loco Nicholas— dijo riendo mientras se asomaba por el espejo sacando un poco su cabeza haciendo que todo su castaño cabello se ondeara hacia atrás.
— ¿Yo? — Carcajeé — ¿Quien fue la que dijo? 'Yo me encargo de eso... Ahora tú no te me escapas'— se sonrojo
—Está bien ambos, ambos— se acerco a mí para besar mi mejilla lentamente —Ya pon atención en el camino— me regaño después de provocarme.
Seguí conduciendo hasta su casa, tan solo estábamos a treinta minutos de ahí, asi que no era tan lejos.

—Nick muchas gracias— suspiro entrelazando nuestros dedos. —Por todo.
—Gracias a ti hermosa— quite otra hoja seca de su cabello.
—No es justo— se quejo —Tu tienes rulos, tu deberías estar lleno de hojas— ambos reímos.
— ¿Paso por ti mañana imán de hojas secas? — pase mis manos por su cintura apegándola a mí.
—N-No— tartamudeo y bajo la mirada, no era la primera vez que hoy hacia eso. —Y-Yo voy para tu casa ¿s-si?
—Está bien— dije como si nada.
—Te amo Nick— dijo tomando mi rostro entre sus manos.
—Yo te amo mas ___— uní nuestros labios como despedida. Minutos después solo la vi alejarse hacia la puerta de su casa. — ¡Te amo __ ! — grite sabiendo que Kevin rabiaría.

— ¡También te amo Nick! — grito siguiéndome el juego.
— ¿Quieren callarse? — como era de esperarse Kevin se unió a nuestros gritos.
Entre risas regrese a mi auto para partir a casa.

Diez de la mañana, Once, doce... Y ___  no llegaba. Todos los sábados desde las diez, estábamos en mi casa, veíamos películas y después salíamos a cenar. Pero ya era la una de la tarde y ella no había llegado ni había marcado.

Tome mi celular y marque el numero uno ya que la tenía en esa posición en marcación rápida... Apagado.
—Tranquilízate Nicholas— dije para mí mismo. —Tranquilízate, siéntate y espera que llame o llegue— me senté pero solo logre permanecer tranquilo dos segundos, rápido me puse de pie y prácticamente corrí hasta el auto.

Me estacione frente a su casa, ni el auto de sus padre ni el de Kevin estaba. Seguramente por eso no había ido, no tenia en que irse. Más relajado camine hacia la puerta. Toque un par de veces pero no había nadie. Una vez más marque a su celular, deje un mensaje de voz 'Hermosa estoy afuera de tu casa, ¿Todo está bien? ¿Por qué no me has llamado? Te amo. '

Me senté en escalón que estaba cerca de la puerta y recargue mis codos en mis rodillas. No sé cuánto tiempo estuve asi, pero cuando un auto gris se aparco detrás del mío, sentí un alivio tal vez venia ahí.

Y me equivoque... Del auto bajo una tía y una prima de ___ , las había conocido en una cena familiar hace un par de meses. Esta última traía una torre de sabanas blancas.

— ¿Nick? ¿Qué haces aquí?- pregunto Rosalie si mal no recuerdo
—...Pues espero a mi novia— dije poniéndome de pie —Su celular está apagado y no hay nadie en casa— señale hacia atrás.
Ambas se miraron con algo que no se puede describir.
—Si sabemos que no hay nadie en casa— dijo acercándose
—Mama... — dijo en tono de reproche la joven.
—Oh si lo siento hija— camino hacia la puerta y saco unas llaves, yo me puse de pie para ayudarla con todas las telas blancas.
— ¿Y para qué son estas? — pregunte curioso.
—Cariño ¿De verdad no sabes nada?
— ¿Acerca de? — no lograba entender muy bien
—De ____ y sus padres...

—Pues al parecer no— algo comenzaba a oler mal.


Entramos a la casa y el alma se me fue del cuerpo al verla vacía. Solo estaban algunos cuantos muebles, y varias cajas en el piso. Me quede paralizado.
Rosalie se acerco a las cajas y tomo unas hojas blancas que estaban sobre una de estas y comenzó a leer la primer hoja mientras a mí los nervios me carcomían por dentro. ¡Tenía que saber que estaba pasando! ¿Se habían mudado? Ella me lo hubiera dicho...
—No es por molestar, pero realmente necesito saber que sucede— la mujer asintió con la cabeza pero no quitaba la mirada de las hojas, busco entre las mismas y saco un sobre blanco.
—Ten cariño, supongo que aquí te explica.
— ¿Qué?— mis ojos se abrieron a tope... ¿Por qué una carta?

—Es todo lo que tenemos permitido decir— subió los hombros y sentencio a su hija con la mirada. Deje las sabanas en el piso y tome la carta. Rápido rompí el sobre para sacar la hoja blanca Nick. Pensaras que soy la peor, lo sé. Elegí el peor modo de hacerlo pero no tenía la valentía de hacerlo cara a cara. Me destrozaría el decírtelo viéndote a los ojos. Por trabajo de mi padre, ha decidido que nos mudáramos. Lamento que no sea solo a unas cuantas calles o unas cuantas horas. No te lo dije porque te conozco. Sé que si te lo hubiera dicho hubieras hecho hasta lo imposible por hacer que me quedara, pero créeme... Yo lo intente. Llore, patalee e incluso hice una huelga de hambre, cómo pudiste darte cuenta. Una cosa, no quiero que pierdas el tiempo conmigo ¿Está claro? Quiero que sigas tu vida normalmente, te quiero graduado y dando clases de música en un importante colegio. Asi cuando nos volvamos a encontrar por fin logres enseñarme a tocar la guitarra. Esperaba dejarte una carta larguísima, pero tengo que empacar. Te prometo enviarte con mi tia Rosalie cartas muy seguido. Te amo Nick. Recuerda lo que me prometiste...

____.

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