C A P I T U L O 35

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—Eres una chiflada— bramé apretando mi mano en su cuello con la mera intención de ahorcarla. —Bien, yo soy una amnésica, pero tan siquiera no necesito chantajear a las personas para hacer que me quieran— sentí las manos de Nicholas en mi cintura.
—Suéltame estúpida.
—Déjala ya, no vale la pena. — le guiñe un ojo a Melody cosa que la enfureció aun más.
—Qué lindo debe ser que digan eso de ti ¿no? — la solté con brusquedad.
Esperé a que saliera del lugar, no me iba a exponer a que me atacara por la espalda. Bien, tal vez eso era exagerado, ya que ni responder a lo que le dije logro.
—Te lo dije, lo que bien se aprende, nunca se olvida. — paso sus brazos por mis hombros, sin embargo yo sentía que echaba lumbre por la boca.
Afortunadamente todo había sido en la entrada, y escasas personas habían alcanzado a observar la escena.
—Ya, sonríe. — con su nariz embistió dulcemente mi mejilla. —Olvídala— alargo ahora besando la misma.
—No puedo, me da coraje Nick— cruce los brazos, en mi interior sabia que lo que había dicho no era para tanto, pero aun así tenía un sentimiento de ira bastante grande adentro.
— ¿Te digo por qué? — volta a verlo, buscando la respuesta. —Porque te invadieron los celos. — me guiño un ojo y me fue imposible no soltar una carcajada. —Bien, logre lo que quería. — tomo mi barbilla para atraerme hacia él y depositar un tierno beso en mis labios.

-

—Idiota.
—Kevin. — Respondí amablemente su 'saludo' —Mira te he traído un brownie — subí mi brazo enseñándole una bolsa de papel. Kevin subió una ceja para nada alegre.
—Mentira, es mío— (tapdo) me la quito remplazando la bolsa por su mano.
—Bien, pero si quieres puedo conseguir que te comparta— (tapdo) rio, pero Kevin no.
—Cállate ya— enuncio entre risas mi futura novia, así que guarde silencio. — Kevin quiero mis fotografías y esas cosas de antes de todo.
—Están en tu habitación.
—No Kevin, mis cosas de antes del accidente— repitió. —Supongo que debo tenerlas.
—Si, por eso. Están en tu habitación, las envío mi tía hace días y ayer fuimos por ellas, esta mañana las he subido a tu habitación.
— ¿Enserio? — (tn) sonrió de oreja a oreja. —Ven, vamos— me tomo de la mano y me estiró, rápido me frené.
—No lo creo— le dije entre risas —Mejor baja las cosas.
—Aun recuerdas las leyes Jonas. — intervino Kevin riendo. —Mas te vale— murmuró mientras subía las escaleras.
—Bien— dijo (tapdo) sin entender mucho —Voy por ellas, siéntate en la sala— beso mi mejilla antes de subir corriendo por las escaleras.

Minutos después regreso (tn) con las manos vacías y detrás de ella apareció Kevin con una enorme caja en sus brazos.
—Basura— dejo caer la caja, sonaba bastante pesada.
—Se rompe algo y no te la acabas Kevin— amenazo (tapdo) sentándose a mi lado.
—Si, como sea— se dio la media vuelta y salió de la sala.
No sé si emocionada o ilusionada -tal vez ambos- por abrir la vieja caja.
Estaba repleta, alcance a ver fotos, unas cuantas cajas de metal más pequeñas y cartas.
— ¿Que habrá dentro de esa caja que estaba dentro de la caja? ¿Otra caja? — bese su mejilla mientras reía.
—No sé que mirar primero— mordió su labio inferior. Lo soltó y estaba de un prefecto rojo cereza. Mierda, ¿Porque hacia eso?
La tome de la barbilla para girarla hacia mí, atrape su labio suavemente y comencé a besarla lentamente.
—Lo que tú quieras. — me recargue en el sillón, mientras que ella seguía inclinada hacia la caja, tratando de decidir que tomar primero.

—Bien, fotos. — se recargo con una torre de fotografías en sus piernas. Pase mi brazo por sus hombros y estuvimos así un buen rato. Mirando fotografías, en la mayoría de las que aparecía yo, le contaba en donde estábamos, ella reía por cosas como su cabello, su ropa o incluso hasta mi cabello o mis gestos en las fotos.
—Soy bastante fotogénico ¿no crees?
—No, te ayuda el que yo salga en la foto— ambos reímos.
—Bien, no me volveré a tomar una foto sin ti.
Seguimos con las cartas así que por consecuencia... Lagrimas. Había cartas mías, de sus amigas, de su familia. Yo insistí que las mías las leyera cuando no estuviera presente.
Había sido difícil escribirlas, había sido difícil entregárselas y seria aun mas difícil el que las leyera delante de mí. Está bien, no difícil, pero si vergonzoso.
—Esa, ábrela— le señale al reconocer una caja plateada que estaba al fondo. La tomó y la abrió, dentro estaba un brazalete de plata, con un colguije en forma corazón al igual de plata, este traía grabado nuestras iníciales.
—El original, lo lanzaste en la carretera. — volteo sorprendida.
— ¿Porque? — pregunto entre risas
—Una de nuestras pocas peleas— subí los hombros. —'Eres un estúpido Nicholas' bajaste el vidrio y literalmente te arrancaste el brazalete y lo lanzaste. — Reí —A los diez segundos empezaste a llorar porque querías regresar por el— se sonrojo.


— ¿Porque no me dejaste regresar por él? — hizo un puchero y yo tome el brazalete.
—Doce de la noche, carretera, césped, enojo— lo desabroche y tome su muñeca —No me iba a parar a buscarlo— coloque el brazalete, le quedaba a la perfección.
—Lo siento— miraba con detenimiento el brazalete.
—No te preocupes, ya te disculpaste lo suficiente esa noche. — tomo mi rostro y deposito un cálido beso sobre mis labios.
—Siento interrumpir— un carraspeo nos hizo separarnos, Por fortuna era la madre de (tn) — (tapdo) te buscan...— a su lado apareció Joseph, quien no se puso muy contento de verme ahí.

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