C A P I T U L O 22

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—Te escucho. — subió las piernas al sillón sentándose como indio mientras que sus hermosos ojos miraban con demasiada atención los míos.
— (tn)— me queje. No estaba completamente seguro de que estuviera bien que yo le confesara todo, pero era imposible negársele.
—Por favor Nick, te prometo que a nadie le diré a nadie absolutamente nada.
—Pero no sé, tal vez al final cambies de opinión o yo que sé.
—Te lo juro. — dijo seriamente. Por lo que decidí confiar en ella.
—Lo has jurado— le advertí.
—Bien. — sonrió, hipnotizándome. —Ahora dime— la seriedad regreso a su rostro — ¿De dónde nos conocemos?
—Estudiábamos en la misma preparatoria... En San Diego.
— ¿San Diego?— reí, pero a ella no le causaba la menor gracia.
—Así es.
— ¿Hace?
— Hace 5 años nos conocimos y hace dos que...— cerré la boca mejor.
— ¿Hace dos qué? — pregunto con mirada finita.
—Hace dos años y un poco más que deje de verte. — baje la mirada, ella se acerco.
— ¿E-Éramos muy cercanos?— ¿Cómo demonios se supone que se respondía eso?
—Digamos que si— mala respuesta.
— ¿Mejores amigos? — resistí las ganas de reír.
—No— negué con la cabeza —...Novios. — sus mejillas se tornaron rojizas, y bajo el rostro tratando de que no me diera cuenta. Hermosa.
—Por eso conocías a mi familia ¿no?— levanto la mirada.
—Exacto. — Suspire creyendo que era el final del interrogatorio —Aun que a decir verdad, jamás le agrade a Kevin. — Reí —Decía que 'distraía' mucho a su hermana pequeña— se unió a mis risas.
—Entonces ahora la más importante... ¿Por qué no puedo recordarte? — ¿Qué no habíamos terminado ya?
—Insisto que esos son temas que debes tratar con tu familia.
—Entonces ahora la más importante... ¿Por qué no puedo recordarte?— repitió y carcajeé.
—No te irás sin respuestas ¿no? — la forma de ser testaruda no se le había olvidado.
—Adivinaste.
—No, No adivine. Te conozco. — le guiñe un ojo.
— ¿A si?— solo asentí con la cabeza
—Como la palma de mi mano.
— ¿Mi color favorito?— reto.
—Azul cielo, y rosa pálido— levanto su ceja izquierda y contuvo la risa.
—Esa es fácil, siempre visto esos colores. — afino la mirada
—Tienes razón. — Me cruce de brazos —Pero no todos saben sobre ese lunar cuatro dedos debajo de la cadera y el otro que tienes en...— Un chillido me interrumpió, y su rostro no podía estar más rojo.
— ¡Como sabes eso!— grito con sus manos en la boca
— ¿Qué no estás poniendo atención a la plática?— quería reír a carcajadas.
—Sí, Sí... pero ¿Tu y yo? Ósea... ¿Tu y yo?— movía las manos con nerviosismo y no resistí mas y solté una risotada.
—Si no, de que otra manera podría haber conocido ese lunar.
— ¡Nicholas!
— ¡Hey! Tu preguntas yo respondo. — Fruncí el ceño —Pediste sinceridad, pero si quieres no digo nada más.
—Lo sé— bajo la mirada —Solo que me da un poco de vergüenza. — Sacudió la cabeza —Nos desviamos del tema— mordió su labio inferior — ¿Por qué no puedo recordarte?
—Tal vez porque tú no quieres hacerlo— subí los hombros.
— ¡Claro que no!— negó rápidamente, cosa que me alegro un poco —Te digo que algunas veces me resultas... no sé, ¿Familiar?
—Ah.
— Ósea que ¿Yo vivía en San Diego?— asentí con la cabeza
—No lo recuerdo. — hizo una mueca y note una gran desilusión. —Entonces... ¿Perdí la memoria?— busco mi mirada y no me quedo más que responderle con la verdad. Confesando todo lo que yo sabía, y lo que la madre de (tn) me había contado.


Las lágrimas empapaban sus mejillas, mientras que prácticamente estaba atada a mi torso — ¿Por qué nunca me lo dijeron?
—Por temor a tu reacción, o a que no progresaras con tus terapias.
—Me trataron como estúpida— su llanto aumento aun mas, ¿No se quedaba vacía? — '(tn) esas terapias, ayudaran a tus pesadillas'— fijo una voz ronca. — ¿Realmente reaccione muy mal?— pregunto inocente.
—Gritaste por quince minutos sin detenerte para respirar y...— mire mi reloj —Llevas cuarenta y cinco minutos sin dejar de llorar— mire hacia arriba pensativamente —Creo... que no... no es tan mala la reacción. — limpio sus lagrimas con la manga de su sudadera y sorbió por la nariz mientras soltaba una pequeña risita.
—Olvide prácticamente toda mi vida, y me hicieron creer otra...— dijo en un susurro mientras recostaba su cabeza contra mi pecho, Como extrañaba sus abrazos.
—Lo hicieron por tu bien.
—Ni siquiera Joseph fue capaz de decírmelo— ¿Por qué tenía que mencionarlo? ¡A claro! ¡Seguía siendo su novio! Todo seguía siendo igual...

Remember me ◄ Nick Jonas y Tu ► | TERMINADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora