Remember me ◄ Nick Jonas y Tu ► | TERMINADA|

C A P I T U L O 31

Sus labios vagaban por mis mejillas y cuello, yo simplemente mantenía los ojos cerrados, lo admito, dejándome llevar. Sus manos recorrían mis piernas, muslos, cintura, espalda... Bien me recorría por completo y como alardeando sobre su conocimiento de mi cuerpo, hacia pequeños círculos sobre los lunares que se atravesaban. Me fue imposible no reír.
—Eres un presumido— solté echando la cabeza hacia atrás dándole mejor acceso a mi cuello.
—Lo sé— rió —Y eso que aun me falta ese lunar del que te conté... — solté una risa demasiado avergonzada y su mano subió peligrosamente por mi muslo derecho.
—Me gusta eso... — abrí los ojos para tratar de concentrarme en lo que decía.
— ¿Qué? — pregunte al no llegar a una conclusión.
—El que te sonrojes... Es algo que simplemente me fascina— tomo un mechón de cabello y lo paso tras mi oreja. —Eres tan perfecta...— suspiró después de un momento en silencio.
En ese instante, en ese mismo segundo me di cuenta de que yo... yo lo amaba. ¿Cómo? No lo sé. Tal vez a mi cerebro no le parecía nada lógico el amar a alguien que entre comillas, acababa de conocer. Pero mi corazón tenía ese sentimiento de conocerlo más que bien.
El que me pusiera tan nerviosa cuando lo tenía cerca, me hiciera tartamudear cuando me tocaba, y ese increíble calor que me recorría por todo el cuerpo cuando me besaba, tenía que significar algo.
—Nick...— cerré los ojos para perderme en mi interior y que mis sentimientos se apoderaran por completo de mi y así poder dejar la razón a un lado.
— ¿Si? — sentí sus labios sobre los míos, los rosaba con una delicadeza increíble, provocándome a besarlo, pero sin embargo no me dejaba, era bastante estresante no poder hacerlo.
—Trato de decirte algo importante y tú no me dejas concentrarme—ambos reímos.
— ¿Para qué te... — su lengua comenzó a jugar con mi labio inferior —...Concentras tanto? Es mejor que las cosas se den por si solas— sonrió tildándome por completo.
—Ah bueno señor Espontaneidad...— susurré con sarcasmo y velozmente pase mis brazos por su cuello mientras que con una pierna rodeaba su cadera, como pude nos hice girar dejándolo ahora a él recostado en la cama.
—Lo que bien se aprende, nunca se olvida— dijo riendo.
—Sh. — lo callé sentándome en su cadera a horcajadas.
—Está bien, me callo— finalmente cerró la boca pero no sin deshacer esa pircara sonrisa los ojos al igual los cerró y paso los brazos detrás de su cabeza, adoptando una postura de relajado ¡única! Y he de confesarles que yo sabía que no estaba tan 'relajado' como su rostro lo demostraba.
Resistí mis ganas de reí y lo tome de la camisa estirándolo hacia mí. Apenas conseguí tenerlo a escasos centímetros y ataque sus labios con una pasión que después de ver su rostro al alejarme, le había robado todo, todo el aliento.

Sus antes ojos juguetones, ahora desbordaban deseo, rápidamente me sujeto por la cintura y volvió a unir nuestros labios salvajemente. Sin siquiera avisar, interno sus manos por debajo de mi blusa, haciéndome estremecer por completo al sentir su piel en contacto con la mía. Nuestros labios no se detenían y me apegué aun mas a su torso cuando sentí que con una mano desabrochaba mi sujetador.
Mordí su labio inferior al mismo tiempo que tomaba el borde de su playera y en venganza la saque por completo -aunque no era del todo una venganza, ya que nos favorecía a ambos- y la lance a... la verdad no sé dónde.

*

Necesitaba sentir su piel con la mía, extrañaba enormemente esa suave sensación pero aun estaba estorbándome su blusa, más bien toda su ropa me estaba estorbando.
Hundí mi rostro en su cuello, se me podían ir horas ahí, besándolo, mordiéndolo, adueñándome de él como tanto tiempo lo hice, oh y claro que seguiría haciéndolo. Ella seguiría siendo mía por completo.
Mientras seguía perdido en su cuello, comencé a subir su blusa acariciado la piel que salía a la luz. Subió sus brazos esperando a que sacara la blusa pero...
— ¡(tn) llegué!— el anuncio de su padre, se escucho desde la planta baja. Está bien que yo tuviera una buena relación con su padre anteriormente, pero eso no me daba el derecho de estar en su casa, con su hija a punto de...
— ¡Es mi papá!— dijo interrumpiendo mis pensamientos y bajando los brazos
— ¿De verdad?— si, era sarcasmo.
—Cállate y vístete— ordenó mientras metía sus manos por la blusa para abrochar el sujetador, esa imagen me pudo tanto...

—Claro es tan fácil decirlo para ti, solo abrochas ese estorbo...— la tome por la cintura y la hice a un lado —...Pero mis pantalones no se acomodan tan fácilmente— soltó una risita, entendió a lo que me refería.
—Ya, deja de quejarte— enuncio entre risas. Tome mi playera y la puse rápidamente para dirigirme de nuevo hacia ella quien ya estaba de pie. Pase mis brazos por su cintura y la estruje con cariño entre mis brazos.
—Se que no recuerdas muchas cosas, pero por lógica deberías saber que es estresante para nosotros quedarnos a medias— bese sus labios suavemente, tenía que relajarme.
— ¿Y qué? ¿Crees que para nosotras no? — un golpe en la puerta interrumpió mi respuesta y para ser sincero me puso nervioso, tanto que la solté de golpe.
—Ponte detrás de la puerta— susurro moviendo la mano tratando de no reír.
—Me va a ver, y me va a matar junto con Kevin— susurré yo.
— ¡Sh! No dirá ni cinco palabras y se irá— nuevamente se escucharon dos golpes en la puerta. Nada seguro decidí hacerle caso y me puse donde me tapara la puerta al momento de abrirse.
— ¿Y tu madre?— escuche cuando abrió la puerta
—Salió con Kevin, fueron por las cosas que envió mi tía— explico ella.
—Bien. — y efectivamente no dijo ni cinco palabras y se fue. Estaba impactado.
— ¿Q-Que fue eso?— pregunte aun en susurro cuando cerró la puerta.
—Cuatro palabras— dijo risueña.
—Pero, ¿cómo?

— ¿No te había dicho que teníamos mala relación?— dijo como si nada, realmente estaba anonadado. Él era el padre más consentidor que había conocido, al menos con su hija pequeña, mil veces me dijo 'Ella es mi todo, cuídala o no te la acabas Nicholas' y jamás había escuchado que le hablara tan... tan cortante. Ni siquiera enojado le hablaba de esa manera.
—No puedo creerlo. — rodo los ojos y se acerco poniéndose en las puntas para alcanzar a darme un beso en los labios.
—Creo que es mejor que te vayas— sonrió —Kevin no debe tardar y el no nos avisara tocando la puerta.
—Bien, pero tú y yo tenemos que hablar muy seriamente— su risa era el sonido más hermoso en todo el universo.
—Está bien— abrió la puerta y se asomo para asegurarse de que no nos descubrieran. —No está...— salió y yo detrás de ella un poco más tranquilo, pero igual de impactado.
Estábamos por doblar en la esquina del pasillo para ir hacia las escaleras cuando...
— ¿(tn)? ¿Nicholas? — sí, cuando nos descubrieron.
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