Capitulo 5

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Me despierto revitalizado y de buen humor,tras desayunar solo y darme una ducha me encamino a la oficina, cuando estoy apunto de entrar en el parking, veo a Dani moviendo la cabeza ligeramente, haciendo así que su largo pelo negro,vuele como si tuviera vida propia, casco en mano, se agacha en el suelo para recoger algo que se le ha caído al suelo. ¡Pum!
- ¡Me cago en mi puta vida!.- Por mirar lo que no debía me estrellado contra la columna de la entrada al parking, mientras yo blasfemo una y otra vez, unos nudillos tocan en la ventanilla,alzo la mirada y ahí está ella, tan espléndida y radiante como siempre. Me sonríe y bajo la ventanilla.-
- ¿Estás bien?
- Sí. No pasa nada.
- ¿Que ha pasado?
- Nada,me he distraído.- Aparece el coche de Cris y me pita. Miro por el retrovisor y lo veo bajándose de su coche, el que faltaba.-
- Oye, capullo. ¿Qué has hecho?
- Que te den,Cris.- Arranco ante la atenta mirada de los dos, y despacio bajo hasta el parking. Malditos pantalones pitillo... Como le quedan. Me estrellado por mirarle el culo, soy patético. Aparco en mi plaza y cogo unos papeles,los ojeo y los meto en el maletín. Salgo y miro furioso la abolladura que ahora luce mi coche.-
- Puto culo...- Cris aparca a mi lado y sale me mira furibundo y yo hecho a andar hasta el ascensor. Me da alcance en dos zancadas.-
- ¿Se puede saber que te pasa?
- A mi nada.
- Oye, capullo. Te conozco desde hace mucho, no seas gilipollas conmigo.
- Déjame,Cris. ¿Por qué tarda tanto este puto ascensor?
- ¿Por que te has estrellado?
- ¿Y a ti que te importa?
- Venga, ya joder. Eres un puto esquizofrénico.- Lo miro boquiabierto a la misma vez que se abren las puertas del ascensor y entra en él sin ni siquiera mirarme. Entro y lo miro furioso. Nunca habíamos discutido. ¿Qué cojones me pasa? Es mi amigo...
- Le estaba mirando el culo.- Me mira y arquea una ceja sorprendido.-
- ¿A quién?
- ¿A quién crees?
- ¿Dani? Pero,si es morena...- Lo dice como si eso fuera un problema. Me conoce demasiado bien, este cabronazo me conoce mejor que nadie. Yo me encojo de hombros. Nos miramos y justo cuando las puertas se abren estamos riendo a carcajadas y todos nos miran como si fuéramos dos esquizofrénicos, Carol y Dani que estaban hablando se quedan alucinadas. Salimos del ascensor y me encamino a mi despacho, Cris me sigue.-
- ¿Donde vas?
- ¿No pensarías que habíamos acabado,no? Venga,entra.- Entramos y me siento en mi mesa mientras enciendo el portátil, Cris se sienta en frente y me mira. Me mira, no para de mirarme, me está poniendo nervioso.- Venga.
- ¿Venga,qué?
- Que me lo cuentes.
- ¿El qué?
- Venga, Hugo. ¿Qué pasa con Dani?.- En ese momento se abre la puerta y aparece ella,yo fulmino a Cris con la mirada y él se vuelve.- Hola morena,cada día estás más buena.- Ella sonríe y entra con paso firme.-
- Y tu cada día más sinvergüenza.- No puedo evitar reírme.- Aquí tienes tu agenda. La reunión con López es a las doce.
- Ah, bien. Espero que no te importe acompañarme.
- No,claro que no. Si no necesitas nada, me voy.
- Claro. Revisa los informes para la reunión.- Ella se marcha y cierra la puerta. Cris me mira sonriente.-
- No me lo puedo creer, te pone cachondo.
- No digas tonterías.- Me levanto rodeo la mesa y cogo unos informes del archivador, vuelvo a mi mesa y voy a sentarme.-
- Tío, pero si estás empalmado.- Insconscientemente me miro hacia la bragueta que me saluda en firmes,me cago en mi vida... Cris se está descojonando de mi en mi propia cara, me siento y le lanzo la grapadora a la cabeza, pero la esquiva. Sus carcajadas aumentan y mis ganas de estrangularlo también.-
- Te pone. No es para tanto. No pasa nada.
- Vete a la mierda.
- Venga,hombre...
- ¿Quieres largarte de una vez?
- No te pongas a la defensiva. No pasa nada, es una tia increíble,está muy buena. Es normal.
- No. Para mi no lo es.
- ¿Porqué? ¿Por que es morena?
- No. No por que es mi secretaria. Trabajamos juntos.
- Bueno, podrías hacer una excepción con esa estúpida regla tuya.
- De eso nada.
- ¿Y piensas estar empalmado hasta que se vaya? Lo digo para no visitarte mucho.
- Eso se pasará. Es la novedad. Solo eso.
- Claro,claro... que esté tremendamente buena se pasará.
- Pues si, es solo...
- Que te pone. Dilo claramente.
- Joder, que si. Que me pone. Me pone mucho. Es...muy guapa, es muy lista y es muy simpática. Y me pone mucho, desde el primer día.
- ¿Desde el primer día?
- Sí.
- Menudo dolor de huevos,colega.
- Cállate,Cris.
- Enserio, eso no puede ser bueno.
- No, por eso accedí a quedar con Olivia.
- Ya, pues menos mal. Estarías a punto de rebentar el pantalón. Vuelve a quedar con ella y desahogate,amigo.
- No puedo.
- ¿Porqué?
- Joder.- Esto me cabrea, no quería contarle tanto. Pero necesito sacarlo de dentro de mi.- Cuando...estábamos... no pensaba en ella.
- ¿Como?
- Que no pensaba en ella mientra lo...
- ¿Pensabas en Dani?.- Yo me estaba esperando sus estrepitosas carcajadas,pero no. Es seriedad absoluta, casi preferiría que se burlara de mi y se descojonara.- Tío...
- Lo se. Es muy mezquino. Creo que incluso dije su nombre. Por que la pobre Olivia me preguntó quien era Dani. Soy un cabrón.
- No,no lo eres. Esas cosas no se pueden evitar. Pero tienes un problema. Verla aquí y no poder hacer nada con ella te va a pasar factura. Despídela, haz lo que tengas que hacer y luego vuelve a readmitirla.
- ¿Eres tonto? ¿como voy a hacer eso? Aunque fue lo primero que pensé.
- ¿Por eso le pediste al cabezón que la echara?.- Yo asiento.-
- Pero luego hablé con ella, no ha tenido una vida fácil. Ha tenido que esforzarse mucho por estar aquí, no es justo que yo la eche. Y menos para acostarme con ella.
- Pues estás jodido.
- Sí. Lo estoy.- A las doce menos cuarto estamos en las oficinas de López. Dani ha permanecido en silencio todo el rato, no ha dicho nada en el trayecto en coche, ni ahora. Solo lo prescindible. ¿Nos habrá oído a Cris y a mi? No lo creo. ¿Será por el beso que me dio ayer? Pronto nos reunimos con López y su hijo. Un joven moreno y fornido, un poco arrogante y prepotente. Un gilipollas, me cae mal inmediatamente. En la reunión no me pasa desapercibida las miradas que les hecha a Dani, seguramente serán lo mismo que las mías, pero me hierve la sangre cada vez que lo veo mirándola. Ella como buena profesional, está pendiente de todo y toma apuntes. Sonríe, asiente y en un par de ocasiones interviene con algún punto de la reunión que yo he olvidado. Cuando salimos fuera el subnormal sale corriendo detrás. Yo lo fulmino con la mirada.-
- Señorita Lozano, espere. ¿Puedo hablar un momento con usted?
- Eh...- Ella me mira a mi y yo asiento.-
- Te espero en el coche.- Me retiro de mala gana y ando hasta mi coche, me siento y los observo. Hablan tranquilos, ella sonríe y él la repasa de arriba abajo. Mi cuerpo entra en calor, me aferro al volante y lo aprieto fuerte. Él le dice algo gracioso por que Dani vuelve a sonreír. Él se acerca y le dice algo al oído. Mi cuerpo es un volcán,a estas alturas. Pero cuando lo veo apoyar su mano en la parte baja de su cintura, y besarla en la mejilla...- Aparta tus asquerosas manos de ella.- Por suerte es solo un susurro. Mi cuerpo arde, literalmente. Ahora soy un volcán,pero en erupción. Se despiden y Dani viene hacia el coche, me obligo a soltar el volante y procuro no mirarla. Se sienta a mi lado en el coche y arranco sin decir nada. Estoy tan furioso que ni siquiera soy consciente de lo rápido que he conducido. Entramos a la oficina, y aunque ella me ha mirado un par de veces, yo no. Ahora mismo soy un miura. Entro a mi despacho y pego un portazo. Todo el mundo me mira, pero me da igual. Que piensen lo que quieran. Ando de un lado a otro del despacho, estoy nervioso,furioso y muy cabreado. Verla sonreír con el imbécil de Sergio me ha puesto enfermo. Menudo gilipollas. Me siento en mi silla y cogo el teléfono.-
- Venga a mi despacho.- Dos minutos después entra Dani.- Esas carpetas, quiero que las traduzca. Para hoy.- Ella mira las seis carpetas y luego a mi.- ¿Algún problema?
- No.
- Bien.
- ¿Te pasa algo? ¿He hecho algo mal?
- No.- Me levanto y le doy la espalda.- No me pase llamadas. Quiero esas carpetas traducidas antes de que te vayas.- Y me voy. Estoy siendo injusto, idiota y negrero. Pero es que mi cuerpo parece estar en ebullición. Decido marcharme en busca de Cris para ir a comer. Encantado acepta. Vamos a el restaurante chino de al lado.-
- ¿Qué te pasa? ¿no ha ido bien la reunión con López?
- Si, si. Creo que está casi convencido. Pero estaba su hijo.
- ¿Y...?
- Es un gilipollas.
- Que le den al hijo, nos interesa el padre. Ese contrato es muy importante.
- Sí, ya lo se.
- Venga, hay algo más ¿verdad?
- No.
- Entonces, ¿porqué estás tan cabreado?
- Tengo un mal día. Solo eso.
- Nada que no cure unas cervezas después del curro.
- ¿BMB?
- Claro.- Volvemos bastante tarde. La tarde pasa deprisa, y mi enfado a disminuido. A las seis me asomo con disimulo en la puerta del despacho de Dani. Está enfrascada en las carpetas que le di.-
- Déjalo por hoy Dani. Mañana sigues.
- No. Gracias. Terminaré y se las dejaré en su mesa.
- No es necesario...
- He dicho que lo terminaré.- Ella también está enfadada. Y con motivo, no me queda otra que entornar las puerta y marcharme en busca de Cris. Nos vamos al BMB y allí nos encontramos con Carol y Marina. Marina me mira de una manera reprobatoria, ¿qué le pasa? ¿será por mi cuarta jarra de cerveza? Me encojo de hombros y sigo bebiendo mientras escucho las tonterías de mi amigo. Sobre las nueve, aparece Dani por la puerta, no puedo evitar sentirme culpable. Me levanto para ir en su busca y pedirle disculpas, cuando veo aparecer al gilipollas de Sergio rodeándole la cintura. Ella le sonríe y van hacia la barra. Mi cuerpo se tensa, y cierro los puños con fuerza.-
- ¿Aquella no es Dani?
- ¿Quién es el buenorro que la acompaña? Que calladito se lo tenía...- Cris mira hacia ellos y luego hacia mi.-
- Voy al servicio. Disculpadme.- Voy hacia el servicio y me lavo las manos y la cara. Intento tranquilizarme pero no hay manera. El corazón me va a mil por hora, esto es absurdo,me digo a mi mismo. Es libre de hacer lo que le de la gana. No es mía, no me pertenece. No es nada mio. Sal ahí y comportate como es debido. Me seco un poco y salgo. Están en nuestra mesa sonriendo y Dani está presentando al gilipollas.- Hombre, Sergio. Que casualidad.
- No es casualidad. Ha venido a buscarme a la oficina. Lo he invitado yo.- Miro a Dani y ella me mira con desprecio,eso no lo puedo soportar. Sonrío.-
- Muy bien. Voy a por una cerveza.- Me voy hasta la barra y Cris me sigue. Pido una cerveza y me la bebo de un trago. Pido otra.-
- Oye,capullo. Relájate un poco. ¿No?
- Estoy relajado.
- Claro.- Vuelvo a mirar hacia nuestra mesa pero no logro ver a Dani y al gilipollas. Hago un barrido panorámico del local y los veo en la pista, bailando. Ella no para de sonreír y él no para de manosearla. Le acaricia con la mano la cintura y con la otra le aparta un mechón de pelo y se lo mete detrás de la oreja. Bailan pegando los cuerpos,entrelazando los dedos entre sus manos. Es suficiente. No puedo seguir mirando. Me bebo la jarra de cerveza que el camarero acaba de ponerme sobre la barra,pago y le digo a Cris que me voy. Él me agarra del brazo para que no me vaya, pero me suelto y voy hasta la puerta. Ya en el coche mientras voy de camino a casa, me digo que estoy siendo muy infantil. Inmaduro, y tremendamente idiota. Es sólo una chica guapa. Nada más. Ni que decir tiene que al llegar a mi casa tuve que salir corriendo hasta el cuarto de baño para no potar en el suelo. Demasiado rápido. La próxima vez me las beberé más despacio. Increíblemente me duermo en cuanto caigo en la cama,vestido y todo.
La cabeza me va a estallar de un momento a otro,un rayo de luz me da de lleno en la cara y tras blasfemar me levanto llevándome las manos a la cabeza. Menuda resaca. Tras ducharme y dar arcadas como un poseso, me marcho sin desayunar a la oficina. Entro y cuando el ascensor me deja en mi departamento, justo pasa Cris por delante.-
- Eh, ¡capullo!
- Joder...- Me llevo los dedos a las sienes.- deja de dar voces,idiota.
- Uy, vaya cara. Menuda resaca,¿eh? ¿puedo hacer algo por ti?
- Vete a tu despacho y no salgas en todo el día.- Me da una palmada en el hombro. Me tambaleo.-
- Que bromista... por cierto, voy a por unos informes. Tenemos problemas.
- Pues que bien empieza el día.- Él se va a su despacho y yo entro en el mio,doy un portazo y me vuelvo a llevar los dedos a las sienes. Maldita sea mi suerte. Entro y enciendo el ordenador para mirar el correo. Llaman a la puerta y entra Dani. Lleva una falda negra por la rodilla, una blusa gris desabotonada y unos zapatos negros de tacón,son muy altos. ¿Porqué viene tan arreglada? Dios, está despampante, se ha recogido el pelo en una cola baja, al lado, dejando una parte de su cuello al aire. Lo que daría por besárselo hasta perder la razón...-
- Señor Padilla, su agenda. Y ahí tiene los informes traducidos.
- Bien.
- ¿Algo más?
- Tráigame un café solo, sin azúcar. Y consígame un maldito ibuprofeno.
- A sus órdenes.- Cuanta hostilidad, sigue enfadada. Bueno, yo también. Aunque no se por que debería. En realidad, no tiene la culpa de que yo sea un... ¿cómo dijo Cris? Ah, sí. Un esquizofrénico. Entra Cris dando un portazo.-
- ¡Me cago en todo lo cagable!
- Perdón, perdón. Ha sido sin querer.- Viene cargado de informes y de planos. Se sienta en frente de mi, y empieza a ojear informes. Maldita sea mi suerte, hoy tiene ganas de trabajar el muy capullo.- Mira, aquí está. Ajá, ajá... la hemos cagado pero bien.
- ¿Por qué?
- Esto está mal. Le hemos mandado el informe al alemán. Y está mal. Y los planos también.
- Imposible.
- Pues te digo yo que no. Toma.- Me tiende el informe y lo leo detenidamente. Está mal.-
- A ver los planos...- Me los tiende y yo los estiendo en la mesa, agarrándolos con la grapadora, el lapicero y mi portátil. Están mal. Ahora estoy furioso. El alemán va a pensar que somos retrasados. Miro furioso a Cris.-
- A mi no me mires así...- Entra Dani con un café en la mano y con dos pastillas en la mano. Recojo furioso los planos y ella pone el café y las pastillas en mi mesa. Me mira y mira a Cris.-
- Perdón por la interrupción...
- ¡Y por algo más también!
- ¿Cómo?.- Ella me mira sorprendida por la voz que acabo de pegarle.-
- ¡La has cagado pero bien! ¡menuda incompetente!
- Cálmate,Hugo...- Cris intenta que me tranquilice,pero no puedo. Mi cuerpo amenaza con sacar todo lo que tengo dentro desde ayer en la reunión con López.-
- No se de que estás hablando, Hugo. Pero si me lo explicas...
- ¡Señor Padilla! ¡Toma!.- Le tiro los planos y el informe y ella me mira entre asustada y avergonzada. Se le cae el informe y los papeles caen esparcidos por el suelo.- ¡Genial! ¡encima patosa! ¡joder!.- Cris me hecha una mirada furibunda y enseguida se agacha y la ayuda a recoger los informes. Ella le da las gracias y se marcha deprisa del despacho.-
- ¿Estás loco?
- ¿No era esquizofrénico?
- Sí, también. Te has pasado veinte pueblos, Hugo.
- ¿Encima? Mira lo que ha liado...
- Podrías tener un poco más de tacto. Lleva aquí poco tiempo, capullo. Tío, estás mal. ¿Tú te has visto?
- ¿Y tú?
- Es por que anoche estaba con el hijo de López,¿verdad? Eres un capullo,Hugo.
- Métete en tus asuntos.
- Estás insoportable. No hay quien te aguante.
- Cállate.
- No me da la gana. Has sido injusto con ella,Hugo. Todo por que estás celoso.
- ¿Celoso yo? No me hagas reír...
- Sí, celoso. Admítelo,cabrón. Los celos te están comiendo.
- ¡Que te jodan!
- ¡Que te jodan a ti,capullo!.- Se levanta y se va dando un portazo. La cabeza me retumba y me siento en mi silla. Doy un trago a mi café y me tomo las pastillas. Hinco los codos en la mesa y me agarro la cabeza con las manos. ¿Qué acabo de hacer? Joder,joder,joder. Hoy no salgo a comer, no tengo el cuerpo para nada. Oigo unos nudillos que llaman en el despacho de Dani. Agudizo el oído, me levanto y voy hasta la puerta.-
- Pasaba por aquí y he venido a saludarte.
- Gracias, eres muy amable. Pero... la cita de esta noche, tengo que anularla.
- ¿Porqué?
- Problemas con el trabajo. Tengo que quedarme a trabajar esta noche. Lo siento mucho, Sergio. Pero tendrá que ser en otra ocasión.
- Bueno. No pasa nada, tranquila. Quedaremos otro día. ¿Estás bien? Tienes mala cara...
- Sí, si... estoy bien. No te preocupes.
- De acuerdo. Te llamo mañana,¿vale?
- Vale. Y perdona.- Siento pasos alejarse. ¿Tenían una cita? Pues me alegro de habérsela jodido. Joder, Hugo. ¿Te estás escuchando? Vuelvo a mi mesa y me siento, ensimismado. La puerta se abre. Lo que me faltaba.-
- ¿Qué haces aquí mamá?
- ¿Así recibes a tu madre?
- Perdona, mamá.- Me levanto y le beso la mejilla. Mi madre es bajita, delgada y con media melena rubia, tenemos los mismos ojos azules. Siempre va impoluta, con su traje de H&M y sus perlas. La acompaño a la silla y yo rodeo la mesa para sentarme.- No te esperaba, ¿todo bien?
- Todo lo bien que puede ir cuando una madre lleva tres semanas sin saber de su hijo.
- He estado muy ocupado,mamá.
- Siempre estás ocupado,hijo. Espero que este sábado puedas venir a casa a comer. Necesito tu ayuda, cariño...
- ¿Ayuda?
- Si,hijo... Necesito tu ayuda con Alicia.
- ¿Qué le pasa a Alicia?
- Está descontrolada,es desobediente y protestona. No se que hacer con ella, Hugo. Estoy tan cansada...
- Vale, tranquila mamá iré el sábado a comer y hablaré con ella.
- ¿Me lo prometes?.- Asiento. Ella me sonríe y se levanta.- Te dejo trabajar,hijo. Te espero el sábado. ¿Vendrás acompañado?
- No mamá. Iré solo.
- Díselo a Cristian, que venga él también.
- Bueno,ya veremos mamá, él también está ocupado.- La beso en la mejilla y le abro la puerta para que salga y ella se va tan contenta. Me dice adiós con la mano. Lo que me faltaba, obligado a ir a comer a casa de mi madre, y tener que hablar con Ali... menudo sábado me espera. Me siento frustrado en mi mesa. Miro el reloj y son las siete. Suena mi móvil.-
- Dime, Carol.
- ¿Una cerveza? He quedado con Cris y Marina en el BMB.
- No gracias, hoy no.
- ¿Aun te dura la resaca?
- Sí, más o menos. Además tengo mucho trabajo aun. Mañana.
- Vale, llámame mañana. Chao.- Cuelgo y suspiro. Nada me gustaría más que salir corriendo de aquí,miro mi mesa repleta de carpetas. Le he dado prioridad al alemán, y todo el trabajo que normalmente hace Dani lo estoy haciendo yo,para que pueda arreglar el desastre que ha causado,niego con la cabeza. Si que he sido duro con ella, por eso no he querido cargarla con más, aunque ella termina mucho más rápido que yo. Me asomo fuera y veo que la oficina está casi vacía. Me acerco al equipo de música y pongo mi cd de Romeo Santos, me acomodo en mi silla y rápidamente me concentro en todas las carpetas que ocupan la mayor parte de mi mesa.-
- ¿Señor Padilla? ¿Señor Padilla?.- Mierda, me he dormido. Dani me mira desde el otro lado de la mesa.-
- Me he dormido...- Espero que no haya babeado en los informes.-
- Eso parece.- Se ríe,pero luego parece arrepentida.- Lo siento,señor. Le traigo el informe y los planos.- Me los tiende, yo primero ojeo el informe. Esto ahora está bien, ahora sí.-
- ¿Me ayudas con el plano?.- Ella enseguida sostiene extendidas las esquinas para que yo pueda verlo. Está correcto. La miro y me mira.-
- ¿Está mal?
- No, no... está perfecto.
- Bien. ¿Puedo irme?
- No, espera. Siéntate.
- Es muy tarde, quisiera irme a mi casa de una vez,por favor.- Se la ve cansada y parece enfadada.-
- Solo quería disculparme, por como me he comportado esta mañana.
- Bien.
- He sido grosero y mezquino contigo, no debería haberte hablado así.
- Vale.
- Lo siento.
- Vale, no pasa nada. No importa. ¿Puedo irme ya?
- Eh...si, claro que sí.
- Buenas noches,señor Padilla.
- Buenas noches...- Se ha ido.- Dani...- Me siento fatal, soy un tirano. Me dejo caer en la silla,agotado. Basta por hoy, me voy a casa. Miro el reloj, mierda son las diez menos cuarto. Apago el ordenador y me asomo a la ventana, está lloviendo a cántaros. Apago las luces y voy hasta el ascensor. Salgo del parking y a doscientos metros más adelante,veo una chica caminando bajo la lluvia.-
- No me lo puedo creer...- Es Dani. Reduzco la velocidad bajo la ventanilla y circulo a su lado.- Dani, eh. Sube. Dani, escúchame.
- Déjame en paz.
- No seas tonta, ¿no ves como estás? Estás empapada. Sube al coche,Dani.
- No quiero.
- No seas cría. Sube. Te llevaré a tu casa.
- Vete.
- No me voy a ir sin ti, Dani. ¡Sube al puto coche!.- Se para en mitad de la acera y me fulmina con la mirada, yo paro el coche y espero pacientemente a que se decida a subir.-
- No puedo.
- ¿Como que no puedes?
- No puedo ir a casa.
- ¿Por qué?
- Me dejé las llaves dentro y no puedo abrir.- Ella no parece tener un buen día, como yo.-
- Sube por favor, estás empapada. Sube al coche,Dani.- Por fin se decide, aunque parece indecisa. Rodea el coche y se monta a mi lado.-
- ¿Estás bien?.- Ella no me contesta, rompe a llorar y yo siento como si me clavaran un puñal en el pecho, es lo más doloroso que he vivido nunca.- Dani, no pasa nada. Tranquila. Vamos a mi casa, puedes quedarte allí.- Ella llora más fuerte y yo me vuelvo hacia ella y la abrazo. Está rota, tiembla y solloza en mis brazos, yo la abrazo y le acaricio el pelo mojado. El cláxon de otro coche me devuelve a la realidad, estoy en mitad de la calle. Deshago el abrazo y arranco.- Ponte el cinturón.- Ella obedece sin rechistar.-
- Lo siento.
- ¿Porqué?
- Por este numerito de llorona que te he montado.
- No pasa nada. ¿Mejor?.- Asiente.- ¿Porqué no me lo dijiste? ¿porqué te fuiste sin decirme lo que te pasaba?
- Es que,estabas tan enfadado. No me atreví.
- Lo siento, de verdad que lo siento. Fui muy injusto contigo.
- Por suerte le dí una llave de repuesto a Marina,para emergencias, ya sabes... Pero la he llamado como quinientas veces y no lo coge.
- Es viernes. No lo cogerá. La conozco demasiado bien.- Sonrío y la miro, ella también sonríe.- Por fin.
- ¿Por fin qué?
- Por fin sonríes.- Vuelve a sonreír.- Ya hemos llegado. Venga, vamos. Me muero de hambre.- Salimos corriendo hasta la puerta,sigue lloviendo con fuerza. Me apresuro a abrir la puerta y la dejo pasar a ella antes. Entramos en el salón y ella se me queda mirando, está toda empapada, el pelo negro le gotea, se le ha corrido el rímel y aún así está preciosa. La veo temblar.- Venga ven, necesitas darte una ducha caliente, y quitarte esa ropa mojada o te pondrás enferma.- Voy hacia mi dormitorio, saco un chandal nike calentito, unos bóxer de dolce gavanna y unas zapatillas de estar en casa, negras de borrego que me regaló mi madre esta navidad, y que aun tienen la jodida etiqueta. Salgo y me la encuentro en la puerta del baño, esperándome.- Te quedará grande,pero entrarás en calor.
- ¿Bóxer?
- Perdona que no tenga unas monísimas bragas de encaje, pero están en la tintorería.- Ella se ríe y yo no puedo evitar imitarla, con esa carcajada tan sexi y dulce.-
- Gracias.
- Mientras te duchas pediré algo de cenar, ¿vale?
- Estoy hambrienta.
- ¿Barbacoa?
- Por favor.- Sonríe y se mete en el baño. Pronto oigo la ducha. Marco el teléfono de la pizzeria y encargo una pizza. Intento no imaginarla desnuda, en mi ducha,con el cuerpo enjabonado y el agua caliente cayendo por su cuerpo...fracaso estrepitosamente. Mi bragueta se sacude ante mis pensamientos, maldita sea mi suerte. Contrólate,Hugo. Por el amor de Dios. Decido ir a ponerme cómodo yo también y me cambio, me pongo un pantalón de chandal negro y una camisa blanca. Quince minutos después se abre la puerta del baño y aparece Dani, ni rastro de los churretes negros de rímel, su piel brilla y su pelo húmedo aun más. Como suponía, el chandal le queda enorme, pero está preciosa, sus mejillas han cogido algo de color y me sonríe desde la puerta. Yo trago saliva y le ordeno a mi cerebro que hable, le cuesta llevar la orden acabo, pero lo logra.-
- Estás muy...guapa.
- Gracias por intentar subirme la moral, pero estoy horrible.
- No es verdad. ¿Una cerveza?
- Claro.- Llaman a la puerta.-
- Debe de ser la cena, ya voy.- Cuando vuelvo Dani ya ha cogido la pizza y está guardando su cartera en el bolso.-
- No me mires así, es lo mínimo que puedo hacer.
- No tenías por que hacerlo, no me debes nada.
- Bueno, me estás dando alojamiento, un viernes. Igual tenías planes y yo te los he jorobado.
- No, tranquila.- Sonrío.- Mi plan era venir a casa,cenar y acostarme. Nada especial.- Nos sentamos en la mesa a comer.-
- ¿Y que hay de la chica rubia?
- ¿Cual?
- Con la que estuviste en el BMB.
- Ah, Olivia. Es una amiga.
- Sí, ya... una amiga.
- ¿Y tú con el hijo de López?
- ¿Sergio? Parece un buen chico, es muy simpático. Pero no lo conozco.
- Ya... Oye, ha quedado muy bien el informe y los planos.
- Gracias.
- No se como ha podido pasar...
- Yo tampoco.
- Bueno, lo importante es que has podido solucionarlo. Ya hablaremos el lunes con el alemán...
- No pensaba decírtelo...
- ¿El qué?
- Yo no hice ese informe. Ni esos planos.
- ¿Como que no?
- Deberías haber mirado la fecha, era de antes de que yo entrara a trabajar en la empresa. Quien lo hiciera no lo se, pero yo no lo hice. Me acordaría, tengo memoria fotográfica.
- ¿Porqué no me lo has dicho?
- Estabas tan enfadado, y habías dado por hecho que había sido yo... así que...
- Joder, Dani. He sido un cabrón contigo. Y ni siquiera había sido culpa tuya.
- No pasa nada, tranquilo.
- ¿Como que no pasa nada? Soy un mierda, un negrero, un arrogante...
- No lo eres. Si no mírame,aquí sentada en tu sofá,con tu ropa puesta. No pasa nada, por mi queda olvidado. Haz tu lo mismo.- Asiento. Terminamos de comer y tras bebernos un par de cervezas más, y tras observar como Dani mete su ropa en la lavadora y luego como la tiende, doy gracias a Dios por que Conchita venga cinco veces por semana y se ocupe de mi casa y de mi ropa. Decidimos acostarnos, vamos juntos hacia el pasillo, me paro en la puerta de la habitación de invitados.-
- Espero que duermas bien. Si necesitas algo,estás en tu casa.
- Gracias por todo.
- Buenas noches.
- Buenas noches.- Me encierro en mi habitación, me acuesto y aunque me cuesta conciliar el sueño, sabiendo que está en la habitación de al lado,al final me duermo...

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