Capitulo 11

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Un rayo de sol travieso me hizo gemir en la cama. Me estirazé perezoso y busqué a Dani con la mano, no estaba. Se habría despertado antes, sonreí y recordé la noche anterior, dormimos juntos en mi cama, y la hice mía varias veces en la madrugada. Estaba feliz, satisfecho... nunca me había sentido tan bien, ahora entiendo lo que se siente. Lo que he leído y visto en películas sobre el amor. Nunca lo había sentido hasta ahora, eso ya lo tenía claro. Con una sonrisa de oreja a oreja, me levanté de la cama en bóxer y fui hacia la cocina.-
- ¿Dani?.- No estaba, pero encima de la barra de la cocina había un folio escrito, era su letra. Sonreí y me senté con él en las manos y comencé a leer.

Hugo, ha sido un placer conocerte. Nunca he sentido los que siento contigo. Nunca he sentido que pertenecía a alguien, hasta que te conocí a ti. Pero esto solo ha sido una despedida. Nunca más volveremos a estar juntos, nunca más podremos sentirnos. Mi destino es estar con Sergio, y así ha de ser. Solo seremos jefe y empleada a partir de este momento, como quizás hubiera sido lo mejor, al menos sería menos doloroso.
Vive, Hugo. Vive y se feliz, no dejes que nadie decida por ti, vive locamente, rompe reglas y llega tarde, o no llegues. No olvides que todo tiene una explicación, que todo pasa por algo. Espero que puedas perdonarme, y algún día entiendas por que las cosas siempre pasan por algo.
Siempre tuya, Daniela.

Sentí un dolor sordo atronándome los oídos, la cabeza me daba vueltas sin parar, y por un momento tuve miedo a desmayarme. ¿Pero, qué coño? Fui hacia la mesa del salón y mi móvil con rabia, marqué su número. No lo cogió, rechazó la llamada. El corazón me latía desbocado, ¿por qué? ¿por qué con él? El precioso jarrón que mi madre me regaló en mi cumpleaños, acabó en la pared de enfrente haciéndose añicos,como mi recién estrenado corazón. Grite un alarido de dolor, pero cuando sentí que los ojos se me llenaban de lágrimas, me fui a la ducha, intentando que no se derramaran. Salí de la ducha y me vestí con un vaquero y un polo verde,me até las converse, cogí el móvil y las llaves y me fui al apartamento de Dani. Dejé el coche justo en frente, salí con paso firme y pulse el botón.-
- ¿Quién?
- Dani, ¿qué coño es esto? ¿es una broma?
- Hugo... Lo siento, pero no podemos estar juntos. Márchate.
- ¿Te estás riendo de mi? Ábreme, hablemos.
- No.
- Daniela, escúchame por favor.
- No, vete.
- Te quiero. Te quiero Dani, desde el primer día en que te vi. No me hagas esto. Por favor, tu no.
- Lo siento.
- No puedes alejarte de mi, no puedes. Tu... anoche, se que sentiste lo mismo. Se que tu me perteneces, lo sabes. Lo sabes, Dani. Se que lo sabes.
- No, yo no te quiero,Hugo. Solo hemos follado,lo hemos pasado bien, hemos disfrutado, pero no te quiero. Nunca te voy a querer. Yo quiero a Sergio. Estoy enamorada de él.
- No, eso no es verdad.
- Sí lo es.
- ¡No, maldita sea! Ábreme, déjame subir para que hablemos.
- Lo siento,Hugo. Se acabó, no voy a volver a verte fuera de la oficina. Si quieres despedirme,lo entenderé. Pero no vamos a volver a estar juntos.- Mi corazón se rompió, rasgándome el alma y sentí como el mundo giraba alrededor de mi, pero yo no. Yo simplemente observaba. Con el corazón destrozado, abatido y deforestado me metí en el coche y arranqué. Paré en un supermercado cerca de casa, compré dos botellas de whisky y me fui a mi casa a beber hasta que las acabara. Bebí y rompí todo a mi paso, jarrones,figuras,cuadros,retratos... Mi salón era un caos, como mi vida. Abrí el balcón y salí tambaleándome con la botella en la mano, me senté en el suelo y seguí bebiendo a morro. ¿Como había pasado todo tan rápido? ¿como ha podido hacerme esto? Oí mi teléfono sonar varias veces,pero lo ignore. Miré hacia en frente y vi los enormes edificios en la lejanía, el ruido de gente, del tráfico a esas horas de un sábado. Estuve todo el día bebiendo whisky, mal diciendo y gritando. Por la tarde me empecé a sentir mal, como pude llegué hasta la cama y me hice un ovillo. Un fuerte olor a vainilla me inundó y quise morirme,partirme en dos. Cualquier cosa, para dejar de sentirme así. Me levanté y volví al balcón, al único sitio en el que Dani no había dejado impregnado su olor.-
- Te lo mereces, Hugo. Te mereces sentirte así, por cada mujer a la que tu has enamorado. Ahora sabes lo que se siente,cabrón...- Me lo dije a mi mismo, muchas mujeres con las que había disfrutado, seguramente hubieran sentido esto, es justo que por primera vez, lo sienta yo. Has jugado con fuego sin miedo a quemarte, hasta que ha llegado un volcán como Dani y te has quemado. Es justo. Me volví a empinar la botella de Jacks Danield y miré el cielo viendo como se oscurecía,viendo como la noche se introducía en la ciudad.
Estaba tirado en una hamaca de alguna playa,el sol me cegaba y sentía mi piel arder.
- ¿Hugo? ¿Hugo?
- Dani. Has vuelto...
- Joder,Hugo.- Mi hermana me hizo abrir los ojos a base de bofetones.-
- Ah, para. Para ya. ¿Qué coño haces aquí?
- ¿Y tú? ¿qué haces durmiendo en el balcón? ¿y qué ha pasado ahí dentro? ¿ha habido un terremoto?
- Me duele la cabeza...
- Como para no dolerte. Venga, levanta de ahí que la gente te está mirando.- Mi hermana me ayudó a levantarme y a entrar dentro. Dios, había miles de cosas tiradas por medio, hasta el sofá estaba volcado. ¿He hecho yo eso? Miré a mi hermana que me miraba con mala leche, que mona estaba cuando se enfadaba.-
- Siéntate en el taburete.- La observé preparar una taza de café solo,sin azúcar. Luego fue hasta el balcón, cogió la botella de whisky y volvió a la cocina. Vertió el resto de la botella en el café.-
- Eh, eh... ¿qué haces?
- Es lo mejor para la resaca. Bebe.
- ¿Y tú cómo coño lo sabes?
- Lo he visto en internet. Bebe.- Yo cogí la taza humeante y bebí.-
- ¿Como has venido?
- Paco me trajo.- Paco es el chófer de mi madre.-
- ¿Y como has entrado?
- Con las llaves que tiene mamá para emergencias.
- Pero...
- Dani me llamó preocupada. Me dijo que estabas mal y que me necesitabas. Lo que no me imaginaba era como te iba a encontrar. Y todo esto... así.- Señaló el caos que era mi salón.- ¿Qué ha pasado?
- Nada. No te preocupes.
- Puedes contármelo,Hugo. Soy tu hermana.
- Es...
- Dani, ¿verdad?.- Asentí y ella rodeó la isla de la cocina y me abrazó con fuerza.- La quieres...
- Sí. Pero me ha dejado.- No dijo nada más, me abrazó y me besó en la frente. Después de atiborrarnos a comida china, mi hermana me cambió las sábanas de la cama, y me obligó a acostarme. No sabía que tenía tanto sueño hasta que me dormí. Me despertó los ruidos de unas carcajadas, me levanté tambaleándome y me apresuré a llegar hasta el salón. Cris estaba espatarrado en el sofá y mi hermana estaba sentada en el sillón individual,ambos reían mientras veían el partido de fútbol.-
- Ese es inútil...
- ¿¡Pero cómo te atreves!? Es el mejor del mundo...
- Pues a mi me parece un completo inútil.
- Oh, Dios... ¡mujeres!.- Yo sonreí y entré en el salón, ambos se volvieron y me miraron.- Eh, bella durmiente,buenos días.- El salón estaba impecable,todo en su sitio y ordenado. Miré a Ali y me guiñó un ojo, le besé la cabeza y a Cris le dí una colleja. Vimos el resto del partido y cuando terminó Ali llamó a Paco para que la recogiera.-
- Te dejo en buenas manos,creo. Te quiero,Hugo. Siempre voy a estar para ti.
- A veces pareces la hermana mayor. Eres tan madura para tu edad...
- Tengo que irme, Paco está abajo esperándome.- Me abrazó en la puerta y me sentí reconfortado. Cris quiso arrastrarme hasta el BMB pero me negué en rotundo. Cenamos hamburguesas y se marchó a las diez, el rato que estuve con él, casi no pensé en todo lo ocurrido. Pero cuando me quedé a solas... fue inevitable volver a sentir ese dolor sordo en el pecho,la soledad y la tristeza que había anidado en mi interior. Suspiré fuerte y me tumbé en el sofá.-
- Oh, Dani... tu amor como un oasis en el desierto, se me escapó de entre los dedos...- Dolía demasiado, sus gestos, sus caricias,sus besos...ya no volvería a oírla gemir contra mi boca,no volvería a sentir la calidez de su cuerpo,su piel erizada por el deseo. Nunca más volvería a sentirla, a abrazarla,ni a besarla. Ya nunca volvería a ser mía, nunca se abandonaría al placer que yo pudiera darle,Dani, mi Dani. Todo pasó muy deprisa, casi ni lo pensé. A otro día por la mañana, cuando llegué a la oficina le comuniqué a Cristian que lo dejaba al timón, que le haría caso y me tomaría un tiempo, y que él se ocuparía de todo en mi ausencia. Me despedí de las chicas y cuando me iba la vi. Ella no tenía buen aspecto tampoco, había intentado ocultar las ojeras con maquillaje, pero fue en vano. Volví a sentir esa electricidad al pasar cerca de ella,le sonreí y me metí en el ascensor,ella me miraba extrañada y esa fue la última vez que la vi. Llamé a mi hermana y le dije que me iba de viaje, que no sabía donde, solo que necesitaba tiempo para mi, ella no me dijo nada, ni me pidió explicaciones, solo que tuviera cuidado y la llamara de vez en cuando. Reservé un billete de avión para Almería y alquilé un apartamento gracias a una agencia de internet. Me apresuré a hacer una pequeña maleta con lo más importante y me marché sin mirar atrás...

TENTACIÓN SIN LÍMITEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora