Capitulo 6

8.3K 382 4
                                    

Me despierto con el intenso olor a café recién hecho,pan tostado y un suave olor a vainilla. Me estirazo en la cama sin ganas de levantarme, de pronto me acuerdo de todo lo que pasó anoche, de Dani. Me levanto rápidamente, me pongo el pantalón de chandal y salgo al pasillo, voy hacia el olor a café y veo a Dani en la cocina, suspiro, no se ha ido. La observo durante un rato, está preciosa con el pelo alborotado, y ese chandal que le está enorme.-
- Buenos días, ¿has dormido bien?.- Me siento en un taburete y la observo, me sonríe y pone delante de mi una taza humeante de café.-
- Hacia mucho tiempo que no dormía tan bien. He preparado el desayuno.
- Ya veo. ¿Porqué no me has despertado?
- No quería molestarte,anoche era muy tarde.- Me pone delante un plato con una tostada.- ¿Aceite y tomate?
- Por favor...- Comemos en silencio, la miro y sonrío y ella sonríe. Su móvil suena en el bolso, se disculpa y va a cogerlo.-
- Madre mía, por fin. ¿Donde estás?.- Se acabó el cuento. Seguro que es Marina.- ¿Como que no estás en Madrid? No jodas,Marina. ¿Y ahora qué hago? Si, si estoy bien. Es... ayer me dejé las llaves y necesitaba las que te di para emergencias. Vale,no pasa nada. No te preocupes. Si, ya. Vale, adiós.- Vuelve con gesto preocupado y mordisquea la tostada nerviosa.-
- ¿Todo bien?
- No. La loca de Marina no está en Madrid, se ha ido a no se donde con no se que tío que conoció anoche en el BMB. No volverá hasta esta noche. A si que sigo sin casa.
- Bueno, puedes quedarte aquí el tiempo que necesites. No pasa nada, no te preocupes.
- Estoy abusando demasiado de tu hospitalidad, no quiero molestarte.
- No me molestas. Además, vístete,arréglate que nos vamos a comer a casa de mi madre.
- ¿Como? No, ni de coña.
- Claro que si.
- No, Hugo. Me muero de la vergüenza.
- Pues si prefieres quedarte sola... yo tengo que ir. Se lo prometí.
- ¿Como me voy a quedar sola en tu casa?
- Pues vente, entonces.
- Que capullo...- Sonrío y mastico la tostada entre risas. Me voy a ducharme y me pongo unos vaqueros gastados,un polo verde y mis converse, cuando salgo Dani está perfectamente vestida con la ropa de ayer. Se ha peinado, y está guardando en su bolso el maquillaje. Está realmente preciosa.-
- Estás muy guapa.
- Por suerte la ropa se ha secado a tiempo. ¿Quieres que te lave el chandal?
- No, no. Déjalo ya lo hará Conchita.
- ¿Quién es Conchita?
- Mi asistenta. Viene los días laborables. No te preocupes,ella lo hará.- A las doce y media estamos esperando a que nos abran la verja de casa de mis padres, Dani lo mira todo fascinada.-
- Joder... ¿y tú dices que no nacistes entre algodones? Cualquiera lo diría...- Yo le sonrío y conduzco por el camino hasta la entrada. En cuanto bajamos del coche una rubia de ojos azules se me hecha encima.-
- ¡Hugo! Que ganas de verte...- La cojo en brazos y ella me rodea la cintura con las piernas y me abraza y me besuquea, Dani nos mira estupefacta.-
- Hola,pequeña. Yo también tenía ganas de verte. Deja que te vea.- Ella se baja y se pone en pie y me mira coqueta.- Estás tan hermosa como siempre.- Ella mira a Dani.-
- Hola, ¿tú quien eres?
- Es Daniela, una amiga.- Ella rodea el coche y se va hasta Dani y le da un beso en la mejilla.-
- Yo soy Alicia, la hermana de Hugo.
- Encantada, Alicia.- Se sonríen y me parece ver a Dani ponerse colorada,mmm es la primera vez que se sonroja, es difícil hacerla sonrojarse. Mi madre sale de la puerta de casa, perfectamente vestida con su traje de falda y chaqueta beige.-
- Querido,has venido.
- No tenía escapatoria, me hiciste prometerlo.- Sonrío mientras la beso en la mejilla.- Mira mamá ella es Daniela, una amiga.- Mi madre la besa en la mejilla.-
- Mucho gusto, soy Regina, la madre de Hugo. Venga pasad, Daniel ya ha llegado con Loreto.- Andamos hasta la puerta y ya en el salón le presento a mi hermano Daniel y a su novia Loreto. Dani está roja como un tomate y yo me estoy divirtiendo mucho al verla pasar vergüenza. En un par de ocasiones, me fulmina con la mirada. Comemos alegremente y charlamos, mi hermano nos da la noticia de que él y Loreto se casarán en un mes.-
- ¡Pero hijo! Es muy pronto,no habrá tiempo para los preparativos.
- Mamá así lo hemos decidido Loreto y yo. Es lo que queremos.
- Pero...
- Mamá, deja que ellos decidan.- Trato de no inmiscuirme, pero mi madre es muy pesada. Y un poco mandona, está claro que no le hace gracia que solo sea en un mes.-
- Bueno, bueno. Vosotros veréis.- El resto de la comida transcurre en hablar de flores, adornos, vestidos de novia, damas de honor y no se que gilipolleces más. Yo hablo con mi hermano de fútbol, que es lo nuestro. Cuando tomamos el café le susurro a Dani.-
- ¿Quieres huir ya?
- Por favor...- Sonrío.-
- Aguarda un poco más, tengo que hablar con Ali, solo será un momento.- Ella asiente y yo me llevo a Ali a la cocina.-
- ¿Es tu novia?
- ¿Dani? No, es una amiga. Estoy preocupado por ti.
- ¿Por mi?
- Sí, mamá me dijo...
- ¿Qué te ha dicho?
- Que estás descontrolada, que no la obedeces en nada...
- ¡Eso no es verdad!
- Ali
- No, Hugo. Se empeña en tenerme aquí encerrada con ella, no me deja salir con mis amigas.
- Ali eres una niña,y no entiendes...
- ¡No soy una niña! ¡joder!
- ¡Alicia! ¡esa boca!.- Mi hermana pequeña sale corriendo y yo voy tras ella, mientras sube las escaleras yo desde abajo le grito.-
- Estoy arta de ella, terminaré por largarme como Daniel. ¡Y tú eres un traidor! ¡Te odio! ¡eres igual que mamá!
- ¡Alicia! ¡Baja ahora mismo!.- Pero ella no se para, me vuelvo y todos me miran. Dani sorprendida, mi hermano niega con la cabeza en señal de reprobación y mi madre me mira agradecida. Tras despedirme de todos,menos de Ali... Dani y yo nos subimos al coche y arranco. Ella me mira, estoy furioso con Alicia. Nunca antes habíamos discutido, nunca me había dicho que me odia. Aprieto con fuerza el volante y acelero por el camino de piedra.-
- ¿Estás bien,Hugo?
- Eh...sí. Estoy bien.
- Pues no lo parece.- La miro y me mira con ternura.-
- Lo siento, por el numerito.
- No tienes porqué. ¿Quieres contármelo?.- Dudo un poco.-
- Mi madre me pidió que hablara con ella, está un poco rebelde y no le obedece en nada.
- Tiene dieciséis años,Hugo. Todos hemos pasado por esa etapa.
- Yo no...
- ¿Siempre has obedecido sin rechistar?
- Sí.
- ¿Ni un poco?
- No, nunca.- Ella resopla. La miro de reojo.-
- Hugo, cada uno vive su adolescencia de diferente manera. Es mejor que te vea como un amigo,y no como un enemigo.
- ¿Sabes mucho,no?
- Yo también he sido adolescente.
- Me ha dicho que me odia...
- No es verdad. No te odia. Pero esperaba tu apoyo, tu comprensión y no la ha tenido. Te has puesto en plan padre y la has espantado. Pero no te odia.
- No se...
- ¿Porqué ha dicho eso de tu hermano?
- Daniel se rebeló contra mi madre y se fue de casa con dieciocho años, en cuanto tuvo la mayoría de edad se largó sin decir nada.
- ¿Y por qué?
- Mi madre quería que siguiera los pasos de mi padre, que hiciera la carrera de arquitecto. Pero él no quería, él quería ser periodista.
- ¿Y solo por eso?
- Sí, la verdad es que mi madre es muy estricta. Y Daniel fue el único que se rebeló y se marchó de la casa.
- Joder...
- No digas tacos.
- ¿Me vas a regañar como a tu hermana?.- Me mira y sonríe, yo sonrío y niego con la cabeza.- ¿Y tú si querías seguir los pasos de tu padre?
- No exactamente. Yo quería ser abogado.
- Pero no te rebelaste...- Niego con la cabeza.-
- Al principio no me atraía nada, pero luego le pillé el gusto y fundé mi propia empresa.
- Y has triunfado en el mundo de la arquitectura...
- Sí. Creo que sí.
- Hubieras sido un buen abogado... ¿donde vamos?
- De compras.
- ¿De compras?
- Esta noche quedé con Carol para ir al BMB, ¿no pensarás ir vestida así,no?.- No es que me guste especialmente ir de compras, pero termino riéndome como nunca con las locuras de Dani. Compra un vestido para esta noche, unos zapatos y una cartera a juego. Mientras entra a una tienda de lencería decido esperarla en el bar, me encuentro fuera de lugar viéndola comprar ropa interior... mientras doy un trago a mi coca-cola no puedo evitar imaginarla con unas braguitas minúsculas negras, de encaje y un corsé negro, apretando sus pechos y dejándolos expuestos... mi polla da una sacudida en respuesta. Joder. Frena Hugo.-
- Ya estoy aquí. ¿Puedo tomar una?
- Claro, ejem,ejem. ¡camarero! Dos más,por favor.
- ¿Porqué has salido huyendo?
- Me he sentido fuera de lugar ante tanta braga y sujetador.- Ella se carcajea y yo sonrío, es la risa más bonita que he visto en mi vida... Me encanta estar con ella, disfrutar de su compañía y sobre todo hablar. Nunca he podido hablar de mis problemas con nadie, bueno con Cris, pero con ella es diferente, me escucha y siempre parece saber que decir para hacerme sentir mejor.-
- ¿Se te ha pasado ya el cabreo?
- Sí, un poco.
- Deberías llamar a tu hermana.
- ¿Para qué?
- Para disculparte.
- ¿Yo? ¿No debería ser ella?
- La has tratado como una niña pequeña...
- Por que lo es...
- No, no lo es. Es una mujercita, y vosotros la veis como una niña pequeña. Pero no lo es.
- Me cuesta asimilarlo.
- Pues debes hacerlo, si no quieres que no te vuelva ha hablar en tu vida.
- No será para tanto.
- Pues sí que lo es, está en plena adolescencia, con las hormonas revueltas. Te sorprenderías de lo que es capaz de hacer un adolescente en plena rebelión.
- Miedo me das, a saber lo que hiciste tú...
- Mejor no te lo cuento.- Reímos con ganas y me decido a llamar a Ali. Al principio está un poco borde, pero luego consigo que sonría y le pido disculpas,ella también lo hace.-
- Es que todos me tratáis como a una niña pequeña,pero no lo soy.
- Lo se, pero para mi siempre serás mi pequeña,aunque tengas treinta años. Eso no va a cambiar nunca.
- Bueno, pero no vuelvas a hablarme así. Como si fueras papá, no lo eres Hugo, eres mi hermano,no mi padre.
- Perdona cariño, no lo haré.
- Ha sido Dani,¿verdad? Ella te ha dicho que me llames.- ¿Cómo lo sabe?.- Me gusta mucho, deberías salir con ella.
- Ali, es una amiga. Y compañera de trabajo. Nada más.
- Pues te mira de una manera... y tu a ella también.
- ¿Desde cuando eres experta,peque?.- Ella ríe a través del teléfono y yo veo a Dani salir del servicio, viene hacia la mesa.- Oye cariño, tengo que dejarte. ¿Te llamo un día para comer un helado de esos enormes de los que tanto te gustan?
- Sí, llámame después del insti.
- Del insti... adiós preciosa. No disgustes a mamá,por favor. Ten paciencia con ella.
- Lo intentaré, te quiero Hache. ¿Puedo llamarte Hache?
- ¿Hache? ¿porqué Hache?.- A colgado. Dani me sonríe y da un sorbo a su coca-cola.-
- ¿Solucionado?
- Sí. Tenías razón, ya no es una niña.
- Obvio, yo siempre tengo razón.- Reímos los dos.-
- ¿Como me ha llamado? ¿hache?.- Ella se ríe más, yo no. No tengo ni idea. Se frena en seco, se levanta paga los refrescos, le pongo mala cara.-
- No me mires así, Hugo. ¿O debería llamarte hache?.- Vuelve a reírse mientras vamos hasta el coche.- ¿Es que no has visto la película?
- ¿Qué película?
- Tres metros sobre el cielo.
- Pues no.
- No me lo puedo creer, tienes que verla. Yo la tengo en dvd, las dos partes.
- Pues tendrás que invitarme a verlas...- ¿He dicho yo eso?.-
- Eso está hecho.- Nos vamos a casa y nos duchamos y nos arreglamos para salir. Por separado,claro, no me hubiera importado meterme en la ducha con ella. Uff, cada vez me cuesta más frenar mis pensamientos. Es tan... Sale del dormitorio al pasillo, en ese momento y me quedo petrificado. Lleva un vestido negro cortísimo, de encaje, los zapatos a juego, se ha peinado el pelo en ondas suaves, que le caen como cascadas en los pechos, trago saliva compulsivamente.-
- Dios, estás... increíble.
- Vaya,gracias.- No puedo dejar de mirarla. Es increíble, es tan guapa y morena... Nos vamos hasta el pub, allí nos esperan Carol y Cris. Las chicas se sientan a charlar y Cris y yo vamos a la barra a por unas cervezas, Cris está enfadado.-
- Lo siento. Fui un estúpido.
- ¿Eh? Ah, si. Ya se que eres un capullo.
- ¿Estás bien?
- Sí.- Sigue ensimismado, pensativo.- ¿Ya has hecho las paces con Dani?
- Si, hemos dormido juntos. No, no.- Me apresuro a rectificar ante su cara de sorpresa.- No es lo que crees. La pobre se quedó en la calle,olvidó las llaves dentro, y le di alojamiento.
- Ya, claro. Que bien te ha venido,¿no?
- Me comporté como un cabrón con ella y ni siquiera fue culpa suya.
- ¿No?
- No, cuando se hicieron los informes y los planos ella aun no trabajaba en la empresa.
- Que cagada.
- Ya ves...
- Te sentiste en deuda,¿no?
- Si.- Meeek. Error, simplemente no quería que estuviera en otro lugar, quería que estuviera sana y salva. Y a ser posible en mi casa, conmigo. Eso no se lo digo,claro. Pero él está raro, parece preocupado.- ¿De verdad estás bien?
- Sí,no lo se. Creo que estoy incubando algo... Nada que no arregle unas cervezas.- Yo sonrío y tras un puñetazo en mi hombro, se que hemos hecho las paces,los tíos somos así de simples,o gilipollas si lo prefieres. Lo estábamos pasando bien, charlamos animádamente, nos reíamos de las bromas y ocurrencias de Cris, Carol parecía estar demasiado alegre que digamos. Casi sacó a Dani arrastras a la pista. Cris se le sumó al poco, yo estuve a punto de acompañarlos,pero el pánico a hacer el ridículo y perder los papeles,me lo impedía. Pensé si sería cierto lo que no hacía mucho me dijo Dani, era aburrido. ¿ Aburrido? Posiblemente tuviera razón, siempre he sido políticamente correcto, como me enseñó mi madre. Nunca había hecho nada mal, nunca había roto una regla,nunca había hecho locuras,nunca había ¿vivido? Ahí delante de mí estaba todo lo apuesto a mi, una morena motera, alocada y divertida, que bailaba sin miedo a lo que los demás pensaran, sin miedo de hacer el ridículo, sin pensar, solo viviendo. Y era increíblemente sexi como movía sus caderas al ritmo de la música, como contoneaba su cuerpo, como brillaba su piel morena bajo las luces de colores del pub. Ella era fuego, y yo hielo. Ella calor y yo frío. Y ahí estaba otra vez, esa tentación. Sentía la tentación de hacerla mía, de cogerla por el brazo,sacarla fuera del local, y tras un coche en penumbras pegar mi cuerpo al suyo, sentir la calidez del fuego derritiendo el hielo y besar sus labios con rabia, con intensidad, hasta que no pudiera soportarlo más y entre jadeos, susurrara mi nombre. Dios, era enfermizo. Me había dicho a mi mismo, que olvidaría todo aquello, que intentaría ser su amigo,pero se me hacía imposible. Dani era todo tentación,todo de ella te llamaba en silencio,invitándote a enloquecer. Sentí una vez más mi bragueta sacudiendo en protesta. ¿Como sería capaz de no sucumbir a la tentación? Esa jodida regla que yo mismo había interpuesto en la oficina, cada vez me molestaba más. Aunque sería a lo único a lo que agarrarme. Algo por lo que no dejarme llevar por la tentación personificada,que era ella. Tan jodidamente perfecta, que me da hasta un poco de miedo. Viene hacia a mi sonriente,yo me la quedo mirando embobado como un gilipollas y se planta delante de mi, con las manos en jarras, agarrándose la cintura.-
- ¿Piensas estar toda la noche ahí sentado?.- Yo sonrío y asiento.- No seas soso,vamos.- Me tiende la mano y yo me la quedo mirando. ¿Bailar con ella? No debería, sucumbiría a la tentación de llevarme a rastras hasta el callejón. Niego con la cabeza, y ella me mira seria. Se acerca a un más y se pone justo frente a mi, entre mis piernas abiertas, se agacha y se pone a un palmo de mi cara.- ¿Por qué?.- Estoy sentado en el sofá de cuero, espatarrado y ella está entre mis piernas, su cara a centímetros de la mía, noto su aliento suave, huele a vainilla y a cerveza. Es dulzón y me embelesa. Siento que mis dedos hormiguean de deseo por tocarla, por cogerla de la cintura, subirla a horcajadas encima de mi,sin importar que nos puedan ver y saborearla. Saborearla y perder la poca cordura que me queda.- ¿Que pasa Hugo?
- Nada.
- Hugo...
- Apártate por favor.
- No.
- Por favor.
- ¿Qué te pasa?
- Necesito...necesito...
- ¿Que necesitas?.- Necesito tocarte,joder. Necesito hundirme en ti, saborearte y poseerte.-
- Por favor, quítate.- Ella me mira con el ceño fruncido,pero finalmente cede. Yo me levanto y voy hacia la barra. Pido un chupito de tequila. Me arrodeo, y ahí está. Mirándome con sus ojos verdes, esperando una explicación. Pero no podía dársela, al menos no la verdadera. Le hace un gesto al camarero y pone delante nuestra dos chupitos de tequila, yo la miro y ella coge el vaso y se lo bebe de un trago,lo suelta fuerte contra la barra y hace un gesto y cierra los ojos. Yo no puedo evitarlo y me río a carcajadas.-
- ¿Mejor?.- Yo paro de reírme y hago lo mismo que ella,siento el liquido ardiendo hacia mi garganta, y mi estómago.-
- Ahora sí.
- Bien, eso está mejor.- Vuelve a hacerle un gesto al camarero que nos llena los vasitos de nuevo. Los llena unas cuatro o cinco veces más. Ya al siguiente con torpeza le digo que no a Dani. Estamos un poco...si, borrachos. Como cubas. Pedos. Nos reímos a carcajadas pero no recuerdo por qué.- ¿Bailamos ahora?
- Bueeenoo...es que no se ssi soy capazz de yegar a la pista.- Pero sí, soy capaz. Vamos hasta la pista y bailamos, por suerte estaba medio inconsciente y no recuerdo con detalles que clase de baile. Solo se que estábamos pegados, muy pegados.- Me encanta como hueles.
- ¿Y como huelo?
- No se,como a vainilla...- Bajé mi cabeza y enterré la nariz en el pelo de su coronilla, inspiré y su olor me inundó las fosas nasales.-
- Hugo...
- Mmm...
- ¿Qué es eso?
- ¿El qué?.- Se hizo un silencio entre nosotros, la música no cesó,pero yo podía sentir su respiración fuerte, la mía igual de fuerte.-
- ¿Hugo? ¿Estás empalmado?
- ¿Eh?.- Que horror. Hubiera corrido hasta la salida despavorido,de no haber estado tan borracho. Sí, estaba empalmado. Tenía una erección de caballo. Ella no se ofendió ni me abofeteó, cosa que hubiera entendido,pero lo que hizo me dolió más. Mi orgullo de hombre pisoteado. Se oían más las carcajadas de Dani, que la música. Yo estaba entre avergonzado y humillado,un poco las dos cosas.-
- Vale ya, ¿no?
- Lo siento, es que...
- Que te jodan.- Salí de la pista y me encaminé a la puerta. Dani llegó corriendo detrás de mi y me agarró del brazo.-
- Espera,Hugo. Lo siento.- Me solté y salí a la puerta y ella detrás. Me mareé un poco al salir y sentir el aire fresco en la cara.- Perdona, no quería...
- Déjalo estar.
- Siento haberme reído. Joder, es que... me ha hecho gracia.
- Pues no la tiene.
- Tampoco es malo,¿no? Tener una erección...
- Es por que estoy borracho.
- ¿Tienes erecciones cuando te emborrachas?
- Eh...sí.
- Ah, vale. Lo siento si te he ofendido.- Yo asentí y agradecí la poca luz que había,para que ella no viera que seguramente estaría como un jodido tomate. Ella me acarició el hombro cariñosamente y yo la miré, me quedé atrapado en sus ojos verdes esmeralda y sentí como el cuerpo me temblaba. Sentí deseos de besarla, y casi estuve a punto de hacerlo. Llevé mi mano a su cintura y la atraje un poco hacia a mi. Ella me miraba con dudas, sin saber muy bien que estaba pasando. Iba a besarla, conté hasta cinco mentalmente y cuando me decidí a hacerlo una voz nos distrajo.-
- Holaaa chicos....- Mierda,Marina. Solté rápidamente su cintura y ella bajó su mano de mi brazo.-
- Eh.
- Uy, cuanto entusiasmo. ¿Qué hacéis aquí fuera?
- Nada, tomar un poco el aire.
- ¿Estáis borrachos?
- Un poco.- Lo dijimos los dos al unísono y empezamos a reírnos a carcajadas sin motivo. Marina nos miraba con los ojos como platos.-
- Madre mía...que tajada lleváis. Te traigo tus llaves,Dani.
- Menos mal, ya tengo casa. Te quiero. Eres la mejor.- Dani se tambaleó y la abrazó y Marina la agarró para que no se cayera.-
- Joder,Dani. Hugo, ayúdame.- Yo me estaba descojonando, no estaba para ayudar, estaba para que me ayudaran. Y así fue, aparecieron Cris y Carol. No me pasó desapercibida la mirada furibunda que le echó Cris a Marina. ¿Qué les pasaba?.-
- ¿Qué hacéis aquí?
- Ayuda a tu amigo,que está como una cuba. Y tu Carol, ayúdame con Dani.- Dani se dejaba caer a peso muerto sobre Marina y se reía alimentando mi risa. Ví como las chicas se la llevaban arrastras hasta el coche de Marina. Suspiré y me encontré con la mirada reprobadora de Cris.-
- ¿Qué?
- ¿Estás como una cuba?
- No es para tanto.
- Vamos, te llevo a tu casa.
- Tengo mi coche, no se donde. Pero lo tengo.
- Vamos,Hugo. No estás para conducir. Joder, ¿estás empalmado?
- Estoy muy borracho.
- Y empalmado.- En ese momento me subió una arcada y me volví a una papelera. Vomité.- Joder,Hugo. Espero que no me potes el coche.- Ni siquiera recuerdo como llegué a mi casa, como llegué hasta la cama. Me desperté a las doce con un dolor de cabeza horrible, estaba en la cama,totalmente vestido. Estuve más de quince minutos intentando levantarme sin éxito. Cuando por fin me pude levantar deambulé hasta la ducha. Me quité la ropa a tirones y me metí bajo la ducha. Me espabilé un poco, me sentí reconfortado durante al menos diez minutos. Luego salí y me puse un pantalón de chándal y fui hasta la cocina,me preparé un café y me senté en la isla de la cocina. Intenté hacer memoria, me acordaba de algunas cosas, no con claridad. Lo recordaba como si no fuera yo el que lo estaba viviendo,como si fuera un mero espectador. Me acordé de mi... Erección. Quise haberme ahogado en mi propio vómito. Que vergüenza,joder. Mi móvil vibró en la entrada de la cocina,lo alcancé y tenia cuatro llamadas perdidas de Cris,dos mensajes de carol uno de marina. Todos preocupándose por el borracho de su jefe, vaya tela. Contesté con mensajes que estaba vivo. No bien, solo vivo. Me tiré en el sofá, pensando en Dani. Dani en mi casa, chorreando por haber caminado bajo la lluvia, Dani en la habitación de al lado. Dani haciendo tostadas,Dani en casa de mi madre, Dani comprando ropa interior, Dani con ese vestidito negro que llevaba ayer... Dani,Dani,Dani... Joder. Dani y yo en la oficina, extendiendo un plano en mi mesa.-
- Concéntrese señor,Padilla.
- No puedo.- Una mirada intentensa,un suspiro profundo de su garganta. Una manotazo a la mesa, los planos,lapicero,reglas,informes todo por el suelo. Dani subiéndose la falda hasta la cintura. Sentándose en mi mesa.-
- Yo le ayudaré.- Una pierna extendida, las medias al final de sus muslos y una mirada ardiente. Me acerco a ella,acaricio sus muslos con mis manos, subo hacia arriba despacio,buscando su sexo...-
- ¡Abre capullo!.- Pum,pum. Mierda, me despierto sobresaltado y voy hacia la puerta,no sin antes golpearme con varios muebles,sillas y demás. Abro la puerta.- ¿Qué narices haces?.- Cris perfectamente vestido, con cervezas en la mano y patatas fritas en la otra.- Aparta alelado.- Me aparto y va hasta la cocina, mete las cervezas en la nevera y yo cierro y voy tras él.- Menuda jeta tienes, ¿tienes resaca?
- Sí, un poco. Me he quedado traspuesto en el sofá,¿qué hora es?
- Las cuatro y media. Dentro de media hora empieza el partido,¿has comido?
- No, pero no tengo cuerpo.
- ¿Se puede saber que te está pasando?
- Nada.
- No sueles emborracharte de esa manera,Hugo.
- Me descontrolé un poco...
- ¿Un poco? Tu no eres así,tío. Yo si, pero tu no. Tu eres...normal,tranquilo y apaciguado.
- A lo mejor no, a lo mejor soy así.
- Te conozco desde hace demasiado tiempo.
- Pues yo siento que no me conozco.
- ¿Por?
- No lo se, tío. Siento que he perdido el tiempo, que no he vivido lo suficiente...
- Uy,uy... Estás mal, ¿eh? ¿Una birra?
- Peor no puedo estar, venga va.- Cogemos unas cervezas y nos vamos al salón,nos retrepamos en el sofá y damos un trago a la cerveza,mientras yo me enciendo un cigarro.- A ver, cuéntame.
- Es que no lo se ni yo...
- ¿No estás contento con la empresa?
- Sí, si... el problema no es la empresa,soy yo. Siento que estoy corriendo y no puedo ver lo que pasa a mi alrededor.
- ¿Como que te estás perdiendo algo?
- Sí, algo así.
- ¿Porqué no te tomas un tiempo? Cógete unas vacaciones, vete a una playa repleta de rubias tetonas,hecha un par de polvos, encuéntrate y vuelve.
- Qué fácil es todo contigo...
- Es que la vida es fácil,Hugo. Somos nosotros los que no la complicamos. Tómatelo todo con un poco de calma, siempre has sido muy... impoluto.
- ¿Impoluto?
- Perfeccionista.
- ¿Crees que soy aburrido?
- No. ¿Por qué?
- No lo se.
- No eres aburrido, eres demasiado perfeccionista. Eres muy correcto.
- Vamos, un coñazo.- Cristian se ríe.-
- No, pero te cuesta... soltarte la melena. No pensar, en ¿qué pasaría sí? ¿puedo o no puedo? Piensas demasiado, y a lo mejor te estás perdiendo cosas maravillosas por pensar tanto.- Nuestra conversación terminó en cuanto el árbitro pitó el inicio. Vimos el partido como cada domingo,pero yo no estuve atento, no paraba de pensar en lo que me había dicho. Mi manía de hacer lo correcto, de ser discreto, de hacer lo que esperan de mi... ¿Será cierto que me estoy perdiendo lo mejor? Nunca he hecho una locura, ni de adolescente, siempre he sido así. Igual ha llegado el momento de cambiar,de volverme loco, de hacer una locura,de liarme con Dani... No, eso no. No puedo hacer eso, por más que lo deseé eso no es lo mejor. Recibí un mensaje.
* Hugo soy Dani, no quiero molestarte pero no se si recuerdas que me dejé mi ropa en tu casa. Cuando puedas iré a recogerla. Gracias.*
* Te la llevaré mañana a la oficina, si quieres.*
* Gracias.*-
- ¡Penalti!
- Joder, que susto.
- ¿No lo has visto? ¿con quién hablas?
- Nada, Dani que se dejó su ropa aquí, y quería recuperarla.
- ¿Usará braga o tanga?
- ¿Y a ti que te importa? No seas maleducado.- Cristian se fue cuando se acabaron las cervezas,pasadas las nueve. Cogí una bolsa y me dirigí a la habitación de invitados. Encontré la ropa de Dani perfectamente doblada encima de la cama. Olía a mi suavizante, y a dani. A vainilla y a dulce. Joder, la metí en la bolsa lo mejor que pude sin mirar demasiado la ropa interior, luego me arrepentí y miré. Sonreí al ver una braga minúscula rosa pálido con encaje. Eran bonitas y suaves. Las metí en la bolsa de nuevo y la dejé en la percha de la entrada y me acosté. Dí vueltas y vueltas en la cama, hasta que al final,agotado me dormí...

TENTACIÓN SIN LÍMITEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora