Capitulo 26

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No pegué ojo en toda la noche, la culpa y el remordimiento me quemaban las entrañas. ¿Dónde está Dani? ¿estará bien? ¿seguirá viva? Me levanté de la cama cabreado, el solo pensamiento de que pudiera estar muerta me asfixiaba. Debí escucharla, debí confiar en ella, pero al ver el vídeo, y creer que me había traicionado me obcequé... Y ahora ella podía no estar viva, y seria culpa mía. Me levanté y me fui a la cocina, le eché comida a canela, que aun estaba echo un rosco durmiendo y preparé café. Me senté en la isla de la cocina con el café humeante y me encendí un cigarro. Estaba sumido en mis pensamientos mientras que a la misma vez entró Cristian y sonó mi teléfono.-
- Buenos días, ¿has dormido algo?
- Algo... es mi teléfono, disculpa.- Lo cogí y observé la pantalla.- Maldita sea, ¿es que no me puede hacer caso nunca?
- ¿Quién es?
- Mi madre.
- ¿No lo coges?
- Le dije que no me llamara, que no me dijera donde viajaban, por su seguridad... No, no se lo voy a coger.- Pero a los cinco minutos, llamó de nuevo.- Joder...
- Cógeselo, Hugo. Puede ser importante.
- Está bien... ¡joder!.- Respiré hondo e intenté armarme de paciencia, por que con mi madre la necesitaba.- Diimee mamá...
- Ay Hugo, menos mal que lo coges, hijo mío...- Mi madre sollozaba y yo me preocupé de inmediato.-
- ¿Qué ocurre mamá, estás bien? ¿por qué lloras?.- Cristian levantó de inmediato la cabeza y me miró atento.-
- Ay, hijo... es Alicia, se ha escapado. No se donde está, ni a que hora se fue. Anoche cuando me acosté estaba en su cuarto, tranquilamente con su ordenador... y cuando me he levantado no estaba. No ha dormido en casa, la cama está hecha, ¿qué hago hijo? ¿Dónde la busco?

- ¿Pero cómo es posible, mamá? Joder, lo que faltaba. Llama a todas sus amigas, a las madres, y... bueno, yo iré en cuanto pueda. Llamaré al agente Gutiérrez, le diré que vaya. No te muevas por si vuelve.
- ¿Estará bien, verdad hijo?.- Yo hice una mueca de dolor.-
- Eso espero, mamá.- Colgué el teléfono y miré a Cris.-
- ¿Qué pasa, está bien tu madre?
- Ali se ha escapado. No sabe donde está.
- Mierda.
- A lo mejor no se ha escapado, a lo mejor se la han llevado... Tengo que ir a casa de mi madre...
- Espera, me visto y te acompaño.- Le dio un trago a su café y salió escopeteado hacia las escaleras. Mientras tanto yo llamé al agente que estaba al mando en el caso, le di la dirección de mi madre y me dijo que tardaría media hora, Cris se vistió en un tiempo récord. Quince minutos después, estábamos cruzando la verja de acceso a la casa de mi madre, ella salió corriendo y se abrazó a mi llorando, en cuanto bajé.-
- Chsss... tranquila, mamá. Tranquila. Entremos dentro.- Nunca había visto a mi madre así, en ese estado. Creo que ni cuando mi padre murió.- ¿Has llamado a casa de sus amigas, como te dije?
- Si, pero ninguna sabe donde está. Hugo, hijo ¿y si se la han llevado y no me he enterado?
-Las cámaras, hay que mirar las cámaras de seguridad.- Cristian y yo revisamos las cámaras, nadie se llevó a mi hermana, se fue ella sola, por su propio pie.-
- ¿Cómo ha podido hacernos esto? ¿cómo?
- Cálmate mamá, tiene que a ver una explicación. Tiene que a verla. El agente vendrá enseguida. Cris, encárgate de ella, voy a subir al cuarto de Ali a echar un vistazo.- Me encaminé hacia las escaleras, y subí a su cuarto. Estaba impecable, ordenado y limpio. Me senté en el escritorio y abrí el portátil. Miré su historial del navegador. Me metí en su cuenta de Skype. Su última conversación había sido con un tal Jorge, un chico rubio y con piercing, que se podía apreciar gracias a su foto de perfil. Había sido poco más de las doce de la noche, pinché en la conversación y leí.

* No es que me haya olvidado de ti, es que he tenido el ordenador averiado. Tengo muchas ganas de verte en persona, si quieres nos vemos esta noche. A las 1 en el metro.*

* Es que solo te visto en tu foto de perfil, cuando hemos jugado por la web cam solo lo he echo yo. No se si puedo fiarme de ti*.- Chica lista, pensé.-

* No soy ningún psicópata puedes fiarte de mi. Pensé que no eras una niña tonta, de esas de las que se asustan con facilidad... Pero no pasa nada.*

TENTACIÓN SIN LÍMITEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora