Capítulo 19

316 21 3
                                    

N/A: Aquí estamos con el nuevo capítulo, creo que os gustará un poquito pero creo que poco a poco os irá gustando mucho más lo prometo. Bueno como siempre daros las gracias a todos por seguir ahí disfrutando del fic tanto como yo. Y por supuesto quiero volver a darle las gracias a ladydkl por ayudarme en esta aventura que sé que también la está disfrutando mucho y con eso me quedo de todo esto.

Los personajes no me pertenecen...



.
POV RICK

¿Se puede saber qué es lo que hacía aquí? Me pregunte internamente cuando la vi. Para nada la esperaba cuando abrí esta maldita puerta. Pero estaba tan guapa... solo quería pasar mis manos por su espalda y abrazarla, lo necesitaba como el aire que respiro, pero tenía que mantenerla lejos... lo máximo posible para no hacerle daño, era lo último que deseaba, torturarla con la visión de una especie de "yo" que odio y me repugna. Pero, en cambio, aquí estoy hecho un adefesio. Llevo tres días sin afeitarme y sin casi asearme. Tengo unas ojeras tan marcadas que parecen surcos de siembra y cuando la vi... las manos empezaron a temblarme mucho más de lo que lo hacían normalmente esos días, y no por la abstinencia precisamente, sino por el ansia de tocarla y sentirla pegada a mí. Debo esconderlas rápidamente, así que me las metí en los bolsillos de mi bata.

- Kate ¿qué haces aquí? - eso fue lo único que conseguí decirle cuando la vi allí de pie mirándome, viendo aquel desecho humano en que me habían convertido esas malditas pastillas.

- Yo... - tartamudeo asustada por la visión que le ofrecía - quería verte. ¡Dios mío Rick! - dijo dando un paso hacia adelante y abrazándose fuerte a mi cuello. El mundo se paró en ese instante, mi deseo de sentirla cerca se había convertido en realidad, pero no debía, no podía hacerle daño a esa mujer. Intente resistirme, pero cuando sentí la intensidad de su abrazo, de su cuerpo pegado al mío, cuando note su calor, su olor tan cerca de mi nariz que no hacía más que esnifar aquel elixir maravilloso que emanaba, no pude resistirme más y rodeé su cintura con mis brazos completando ese abrazo. La acerque a mi cuerpo cuanto pude, tanto que creí oír el crujir de su espalda. Quería y necesitaba sentirla. Hasta que empecé a notar como mi cuerpo respondía al abrazo, mi respiración se aceleraba, toda mi piel se ponía en pie de guerra y hasta mis manos redoblaron su temblor, entonces mis ojos empezaron a llenarse de lágrimas. Eso me dio la señal de alarma, me indico que debía terminar con eso si no quería sucumbir a esa droga mucho más dura que cualquier pastilla, a la tentación de hacerla mía. Me separé de ella y me aparte girándome para evitarle el que viera mi rostro ensombrecido por el deseo.

- Rick... - pronunciaron sus labios temblorosos como mis manos.

- Kate tienes que irte. No puedo recibir visitas - le dije serio, impertérrito.

- No, no quieres que es distinto. Rick no me alejes de ti por favor, déjame que te ayude.

- Kate - dije girándome - tienes que ocuparte de tu padre, él es ahora lo más importante - le explique recordando a Jim.

- Y lo haré, pero no te voy a dejar solo. No debes sentirte solo en estos momentos - me dijo con la voz llena de ternura.

- Tienes que alejarte Kate, irte de todo esto y de mí. Lo mejor es que él se aleje de todo este mundo...

- Sí, lo sé, tiene que alejarse de todo esto. Pero no de ti...

- Kate yo aún pertenezco a este mundo... - le explique.

-Ya lo sé Rick y el no vendrá... pero yo no dejaré de venir.

- Kate... - aquello se estaba haciendo muy duro, tanto que sentía que mis piernas flaqueaban.

Una nueva vida es posibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora