Capítulo 34

341 22 1
                                    

N/A: Hola a todos, feliz por ver como os sigue gustando la historia. Quiero daros las gracias de verdad por estar ahí y por supuesto a ladydkl por su apoyo y su gran aportación a la historia sin ella no sería posible. Bueno y sin más quiero dejaros con la historia.

Los personajes no me pertenecen...




.
POV KATE

Cuando acabamos de desayunar, escuchamos un golpeteo en la puerta, fui a abrir y allí estaba Martha con Lola. La perrita entro corriendo y se arrojó en brazos de Dani, mientras la mujer me daba un efusivo abrazo.

- ¿Qué tal estas querida?

- Muy bien Martha, pero pasa, no te quedes ahí.

Rick se marchó a mi habitación para poder cambiarse de ropa.

Entro y tras saludar a todos con un beso en la mejilla, Rick le quito la mochila de las manos y entro en mi habitación para cambiarse.

- Entonces tú y mi hijo... - insinuó abiertamente.

- Martha no... - dije sonrojándome, no sabía que decirle, era algo evidente que estábamos juntos, pero ¿qué clase de explicación quería que le diera...?

- Está bien hija, no tienes que contarme nada. Solo me alegro por vosotros.

- Gracias

- Querréis estar solos hoy, ¿verdad? - esa mujer tenía el don de adivinar los pensamientos

- Creo que tu hijo quería hablar luego contigo sobre eso-le dije tímidamente.

- Tranquila, ya me comento algo... no te preocupes, ya buscare algún plan alternativo.

- Martha, siento que tengas que salir de tu casa para que... nosotros...

- Te dije que no te preocuparas, primero es la casa de mi hijo. Y segundo no necesito una excusa para salir de casa. Tengo muchos conocidos en la ciudad.

La deje allí, con mi padre, Dani había salido corriendo con Lola a sus pies para enseñarle su habitación. Así que después de quitar los chismes de la mesa, fui a ver cómo le iba a Rick por mi habitación. Cuando entré solamente llevaba el pantalón, tenía su torso desnudo y no pude reprimir un silbido. Aquel hombre era mi perdición, nunca antes me había sentido así por nadie. Despertaba en mí un deseo que no sabía ni que existía, unas ganas irrefrenables por acariciarlo.

Cuando se giró y me vio allí, sentí como su mirada recorría mi cuerpo. Yo tampoco me quede atrás y aproveche para echar un vistazo a ese majestuoso cuerpo que tenía ante mí. No estaba excesivamente musculado, pero si se veía fuerte.

Siempre fui autosuficiente a la hora de protegerme, pero con él sentía que podía abandonar mi pose protectora y dejarme cuidar. Me acerque a donde se encontraba y pasé mi mano despacio desde su hombro desnudo, sobre su pecho hasta llegar a su cintura. Me acerque a él y le bese con toda la pasión que sentía en ese momento. Sabía que no era buen momento pero no pude evitarlo, junte nuestras lenguas, haciendo que nuestros dientes chocaran. Levante mi pierna y enseguida note su protuberancia latiendo fuerte cerca de mi entrepierna.

Nos separamos en busca de aire, pero sin deshacernos del contacto de nuestros cuerpos. Nos quedamos mirándonos ambos con una sonrisa tímida, nerviosa.

-¡Dios Kate! eres mi perdición - dijo posando su mano en mi mejilla y rozando suavemente mis labios con sus dedos.

- Estoy deseando que llegue esta noche - le dije suspirando.

- Yo también, va a ser el día más largo de mi vida - dijo haciéndonos reír a ambos.

- Necesito tanto sentirte - dije pasando mi mano por su pecho desnudo hasta llegar a su cuello.

Una nueva vida es posibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora