Capítulo 47 (M+18)

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N/A: Hoy tenemos un capítulo que espero que os guste mucho. Gracias a todos por estar ahí desde el principio, ya queda poco para el final. Y gracias por supuesto a mi compañera por su trabajo, le mando mucho pero ella siempre está ahí a tope para que todo salga bien y cuando tenga que salir así que darle las gracias por todo el trabajo que ha hecho en este fic y darle las gracias por adelantado por la ayuda que me va a dar en el próximo. He de decir que cuando empecé el capítulo quería que Rick aún se sintiera algo retraído sobre Kate por lo del beso, que no pudiera quitárselo de la cabeza, pero...los personajes son los que manda y me pedían a grito mientras escribía este capítulo que pasara esto...

Los personajes no me pertenecen...




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POV KATE

Al fin note como se relajaba, sentí como se entregaba y comprendí porque todo había salido mal hasta ese momento, porque eso lo mejor que me podía pasar en mi vida, estar a su lado. Me separé despacio de sus labios, con los ojos aun cerrados, sintiendo en cada poro de mi piel lo que él me hacía sentir, su olor, sus labios, sus manos fuertes sobre mi cuerpo, su calor...todo aquello que me hacía olvidar el ultimo día y noche de sufrimiento que pase, porque a su lado estaba bien, estaba segura.

- No me permitas dejarte ir nunca - dije casi en un susurro - no permitas nunca más que sea una cobarde Rick -dije junto a sus labios, con los ojos cerrados sin atreverme a abrirlos por miedo a que todo fuera un sueño.

Finalmente me atreví y despacio los abrí, viendo la mirada azul y penetrante de sus ojos sobre mí y me sonroje... porque su intensidad era cálida y dulce y no gélida como esa mañana en el colegio de Dani. La acaricié suavemente su corto pelo terminando mi caricia en su nuca, lugar suave donde los haya y él cerró los ojos ante el contacto.

- Te quiero - dijo casi en un susurro y sentí como mi corazón daba un vuelco, perdió un latido imposible de encontrar, se volvía loco ante aquella declaración tan sorprendente como esperada - no permitas que este otra vez tanto tiempo sin decírtelo - dijo mirándome muy serio - te quiero Kate, ¿me oyes? - dijo agarrándome por la cintura juntándonos y juntando a la vez nuestras frentes mientras ambos fijábamos la vista en el otro. Y de repente me salió sin pensarlo, con fuerza, con seguridad.

- Yo también te quiero Rick - dije sin perder ni un solo destellos de sus ojos fijos en los míos. Note la electricidad que el provocaba por mi cuerpo, entonces vi como sus ojos me sonreían, era lo más bonito que podía ver en el mundo. Esos ojos azules tan parecidos a los que mi pequeño, brillando de felicidad, y comprendí que eso era lo mejor que me había pasado nunca.

- Dilo otra vez - dijo muy serio sin creer aun su suerte.

- Te quiero Rick - dije ya más segura de mi misma, de mis palabras, porque ahora sabía que era correspondida.

Su cara se ilumino ante mis palabras y esta vez fue el quien unió nuestros labios en un beso lento, tierno, bonito donde el me demostraba lo dicho en aquellas palabras. Cuando nos separamos ambos estábamos sonrientes, entusiasmados por nuestros sentimientos mutuos. Creo que era la primera vez desde que estábamos juntos que no teníamos ninguna duda el uno del otro, era la primera vez que hablábamos con el corazón en la mano, que nos decíamos las cosas claras y estamos orgullosos de ellos, que éramos un equipo, compañeros.

Tire de su mano para que me siguiera, llevándole hasta mi habitación. Me di la vuelta y frente a esos ojos que antes me dijeron tantas cosas sin hablar, le bese de nuevo. Solo pensar en sus palabras me hacia sonreír y volver a sentir esas mariposas que revoloteaban por mi estómago. El me acerco a su cuerpo cogiendo mi cintura, no quería que ni el aire pudiera pasar entre nosotros. Después de disfrutar de nuestra sed de besos, me empujo suavemente hasta que note el borde de la cama que me ayudo a descender sobre ella para luego situarse sobre mí, todo ello sin separar ni una milésima nuestros cuerpos. Nuestros besos nos mostraban el camino a tomar, con pasión, con amor sin dejarnos de acariciar, sin dejar de sentirnos. Mi cuerpo reaccionaba ante sus caricias, quería sentirlo piel con piel, quería demostrarle que estaba unida a él y a esta relación, que quería luchar, que le quería. Necesitaba demostrarle que él era único, que no había nadie más en mi vida, en mi corazón, en mi cuerpo, que nadie me hacía sentir ni una pizca de lo que él me hacía sentir.

Una nueva vida es posibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora