Wassila
Ya era de noche y estaba sentada viendo las malditas noticias.
Es lo de siempre; atentados, muertes, políticos y ladrones, aunque las dos últimas sean lo mismo ellos nos lo quieren hacer ver de otra manera, que risa me da este mundo.
-Yema...-llamé la atención de mi madre.
-Dime.-respondió.
-Pásame el mando, por favor.-le pedí y me lo pasó.
Una vez lo tuve entre mis manos pasé de canal y puse Disney Channel, es uno de los únicos programas que no te trae malas noticias, ni siquiera trae noticias, además tiene unos programas súper divertidos.
-Hija, tú no crees que ya tienes edad para esas cosa.-reclamó mi madre.
-¿Qué no tengo edad? Anda ya mamá, mira los personajes, son mucho más grandes que yo.-Le dije señalando la televisión de plasma y nos psimos a reírnos.
Al final viendo la película de "La Sirenita" me quedé dormida ahí, en el sofá.
Por la mañana volví a repetir todo lo pasado el día anterior menos la parte donde mi príncipe az... digo mi jefe aparecía.
Al volver a casa, me dirigí a mi habitación, me cambié y entonces entró mi madre diciéndome que me ponga algo decente que acaban de llegar invitados.
-¿Invitados?-pregunté confusa.
-Sí, son la familia del hombre ese que te dije que quería pedir tu mano.-dijo y se puso nerviosa al ver mi cara de asustada.
-¡Mamá te dije que no quería!-exclamé susurrando con los ojos aun como platos.
-Solo conócelo, si no te gusta le dices que no y punto.
-Mamá...-empecé a protestar pero me interrumpió.
-Solo conócelo...-insistió en un tono suave.
Cuando asentí salió y cerró la puerta. Me puse un vestido negro junto a un hijab blanco y salí más nerviosa que nunca.
Al bajar las escaleras le ví ahí, a mi jefe Ben Barek. Parecía sorprendido, más bien en shock, como si hubiera visto un fantasma.
-Salamu Wa'Alaikom.-saludé a ambas familias, y Ben Barek desvió su mirada de mí.
-Wa'Alaikom Salam.-me respondió un joven sentado al lado de mi jefe, parecían de la misma edad.-¿Veis? Os dije que era hermosa.-dijo y mi cara cambió de una sonriente a una confundida.
-Ma sha Allah.-dijo una mujer que parecía su madre levantándose y seguidamente me dio dos besos.
Después de saludar a todos se acercó mi madre.
-Hija... mira ahí esta el chico del que te hablé.-dijo señalando al hombre que había sonriente al lado del hombre que al parecer estaba igual de confundido que yo.
Me limité a levantar mi mano y moverla de un lado a otro con una pequeña sonrisa de lado.
Todos se me quedaron mirando raro por el gesto tan ridículo que acababa de hacer.
Al levantar mi mirada hacia el lugar donde se encontraba Ben Barek, lo vi riéndose entre diente, entonces deseé que la tierra o el mismísimo sofá me tragara.
Instagram: wassilahaddadi
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MAKTUB©
RomanceDos personas totalmente diferentes pero a la vez iguales. Solo ellos pueden decidir lo que son o lo que no son. "¿Quién no se cansaría de la misma rutina todos los días?" >>Todos los derechos reservados<<