Wassila
El coche frenó a menos de dos centímetros de mí. En ese momento sentí un déjà vu. La puerta del copiloto se abrió dejando a la vista al piloto. Era él, Youssef.
-Sube.-ordenó pero yo no me moví.-Vamos Wassila está lloviendo mucho y te vas a resfriar.
-¿Por si acaso te importa?-solté riendo sin gracia.
-Claro que me importa, sube.
Sin hacerle caso seguí caminando sin rumbo. A pesar de la lluvia pude oír como la puerta de su auto se cerraba de un portazo. Aceleré más el paso para evitar que me alcanzara. Agradecí el haber decidido ponerme bambas en vez de bailarinas.
-¡Wassila!-gritó apunto de alcanzarme.
Sin darle la oportunidad de alcanzarme eché a correr. Él me seguía y no tardaría mucho en alcanzarme, aun así no me rendí. No quería volver a verlo, no después de descubrir que él solo me quería como una más de su lista de conquistas.
Pasé por el paso de cebra lo más rápido que pude para poder atravesar hacia la otra acera y montar en el autobús que acababa de aparcar para recoger a la multitud. Suspiré al llegar antes de que se fuera. Justo antes de entrar pude oír como un coche frenaba en un ruido seco y seguidamente oí un gemido de dolor que parecía proceder de la boca de Youssef. Me congelé en el lugar imaginándome lo peor.
Me giré hacia donde él estaba y lo vi tirado en el suelo. Primero me fui acercando a paso lento, segundos después aligeré el paso todo lo que pude hasta estar frente a su cuerpo. Tenía los ojos cerrados y estaba inmóvil. Me agaché para poder tocarlo.
-¡Youssef!-grité moviéndolo de un lado a otro en un intento fallido de despertarlo.
La lluvia de primavera había desaparecido de mi vista permitiéndome ver mejor a Youssef.
-¡Por favor, despierta!-volví a gritar mientras las lágrimas nublaban mi vista.
-Deja de llorar.-dijo abriendo un ojo para seguidamente sentarse.
-¿Qué?-dije sorprendida.
-No soporto verte llorar.
Me levanté. Él hizo lo mismo.
-¡Eres un imbécil, me has asustado!
-¿En serio, por poco me matan y tú a lo único que te dedicas es a llamarme imbécil?
Le lancé mi peor mirada asesina.
-¿Tú chaval, estás bien?-cuestionó el hombre que conducía el coche blanco que golpeó a Youssef.
-Sí.-respondió él con mala cara.
Nos alejamos de la carretera para dejar que los coches pasaran.
-Vamos al coche, estás mojada y...
-¿Y qué?-protesté.-¿Por qué no te vas a buscarte a otra por ahí y dejas de molestarme?
-¿Qué? ¿Qué te ha contado ahora?
-Que eres un mujeriego orgulloso y egocéntrico, es decir, un creído sin corazón al que le encanta usar a las tías para joder a su lindo hermanito.-dramaticé.
Se paró delante de mí para mirarlo a los ojos, cosa que no hice hasta que sus manos me obligaron a hacerlo.
-Eso no es cierto, bueno lo primero sí, pero lo otro no.-dijo nervioso.-Yo de verdad te quiero, él hará lo que sea para que me odies, no quiere que sepas quien es en realidad. Él solo te está utilizando para hace creer a la gente que él es un hombre de una sola mujer.
Me reí al ver que utilizó casi las mismas palabras que Amir.
-¿Por qué haces esto?-pregunté con una mueca de asco.
-Porque no eres la primera, hubo más mujeres. Ellas no me importaron pero tu sí.
-¿Cómo que hubo más?-pregunté sorprendida.
-Vente conmigo y te lo contaré todo.
-Vale, vamos.
-Antes me tendrás que prometer que me creerás.
-Solo si me resulta creíble.-dije y seguí caminando.
Llegamos al coche. Cuando estábamos a punto de entrar una voz conocida pronunció mi nombre provocando que un escalofrío recorra toda mi columna vertebral.
-¡Wassila!
...............................
Déjà vu: "ya visto" escena ya vivida antes.
¡¡Dios!! ¡¡5k visitas!! ¡¡Graciassssssssssssss!!
¡Espero que os guste!
¡Buenas tardes, bonitas!
Instagram: wassilahaddadi
ESTÁS LEYENDO
MAKTUB©
RomanceDos personas totalmente diferentes pero a la vez iguales. Solo ellos pueden decidir lo que son o lo que no son. "¿Quién no se cansaría de la misma rutina todos los días?" >>Todos los derechos reservados<<