Wassila
Me quedé mirando al hombre canoso. A qué se refería con "no hablo de ese padre". Seguramente me he vuelto loca y estoy escuchando cosas que nunca se han dicho.
-Baja el arma y hablemos de hombre a hombre.-pidió el extraño hombre.
Amir dudando bajó el arma y se la guardó. Ahora que me fijo ¿qué hacían Youssef y Amir con un arma? Eso no importa ahora.
-Vayámonos algún bar o restaurante.-sugirió Amir.
Sin responder se pusieron a andar. Amir me cogió de la mano, intenté soltarme pero él me agarró con más fuerza.
Llegamos al restaurante más cercano y nos adentramos. Nos sentamos y el hombre sacó de su maleta unos papeles y los puso encima de la mesa.
-Soy Alex Fernandez, vengo de parte de Ahmed Ibn Malek.-al pronunciar ese nombre me miró.
-¿Ese quién es?-preguntó Amir con una mueca de asco.
-Ya te ha dicho que es su padre.-respondió Youssef señalándome.
-Así que los rumores son ciertos.-dijo Amir para si mismo.
Solté una carcajada cargada de humor, ya que la situación me daba mucha gracia.
-¿Podemos hablar en privado, Wassila?-pidió Youssef.
-Ella no va a ir a ninguna parte contigo.-Amir volvió a cogerme de la mano por encima de la mesa pero esta vez pude deshacerme de él.
-¿Entonces explícame lo que está pasando?-pregunté mirando a Amir con furia en mis ojos.
-Eres demasiado débil para soportarlo.-se burló pero al ver mi cara de poker siguió.-Que eres adoptada.-soltó sin compasión.
Hice un ruido con la boca antes de empezar a reírme otra vez. Los tres me miraron confundidos y, al ver que no había ninguna expresión de burla en sus rostros dejé de reírme.
-Espera, ¿Va en serio?-pregunté horrorizada.
En el momento que Youssef bajó la mirada deseé que todo esto sea una pesadilla. Que mañana me despertaré, saldré hacia el centro islámico y sacaré la nota más alta por mis deliciosos pasteles. Cuando acaben las clases volveré a casa y me vestiré para dirigirme al trabajo, serviré mesas y mesas, me cansaré demasiado pero eso era más sencillo de soportar que te digan que tu vida ha sido una mentira y que los que creías que eran tus padres no son en realidad tus padres biológicos sino una farsa.
-Solo vine entregarte la carta que te dejó tu padre biológico antes de fallecer.-informó Alex.-Y también tu nueva tarjeta de crédito junto a su pin. Con este dinero podrás hacer lo que te de la gana, ahora es tuyo.
Así que mi padre falleció...
-¿Cuánto dinero hay ahí?-preguntó Amir.
-Desde luego más del que tu tienes.-se burló Alex.
-¿Y mi madre?
-Falleció hace años...
-¿Por qué me abandonaron?-dije enfadada.
-Para protegerte.-respondió y se levantó.-Mi trabajo ya ha terminado. Espero que disfrutes de tu dinero.
-¿Solo dinero? ¿Y la fama?-se sobresaltó Amir.
-Ahmed perdió su fama, solo pudo recuperar el dinero y ahora es de ella.
-¿Para protegerme de qué?-susurré más para misma que para ellos.
-Tu padre tenía muchos enemigos pero tranquila, no te molestarán más.-respondió y desapareció por la puerta del pequeño restaurante.
Crucé mi mirada con la de Youssef. Estaba segura de que mis ojos estaban cristalinos, tenía ganas de llorar pero desde luego no iba a ser delante de Amir. Amir se levantó y me cogió del brazo levantándome con él.
-Nos vamos.-dijo asesinando a Youssef con la mirada.
-Ella se queda conmigo.-se acercó Youssef pero Amir me puso la pistola bajo la camiseta. Youssef retrocedió y nos dejo paso.
Salimos del restaurante, me llevó al callejón en donde estaba aparcado su coche y me subió a la fuerza.
(...)
Aparcó el coche delante de su casa.
-¿Qué hacemos aquí?-me sobresalté.
-Ahora eres mía y vivirás aquí conmigo hasta que nos casemos y nos vayamos de aquí, juntos.-dijo remarcando la última palabra.
Salió del coche y se dirigió hacia mi asiento. Me cogió nuevamente del brazo y me llevó a dentro de la casa. Me sentó encima de un sofá y cogió unos papeles que estaban encima de una mesa que estaba cerca de la televisión, me los tendió con brusquedad.
-Firma esto.-ordenó.
-¿Qué es esto?
-Me vas a transferir todo el dinero que te acaba de dar ese anciano.
-¡Ni hablar!-grité.
-Si no lo haces Youssef morirá antes del día de mañana.-me amenazó levantando su pistola.
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¡Diossssssssssssssssss! ¡Este tío es odioso!
¡Suelten la alarmaaa que el final está cercaaa!
¡Espero que os guste y perdón por tardar!
¡Buenas tardes, preciosas! Y si hay algún precioso por ahí, buenas tardes para ti también.
Instagram: wassilahaddadi

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MAKTUB©
RomanceDos personas totalmente diferentes pero a la vez iguales. Solo ellos pueden decidir lo que son o lo que no son. "¿Quién no se cansaría de la misma rutina todos los días?" >>Todos los derechos reservados<<