Capítulo 12

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Youssef

-Hoy mismo.-dijo Wassila mientras pasaba por su lado.-Mi respuesta es sí, quiero casarme contigo.

Sentí como algo se rompía dentro de mí. Algo que nunca sentí. Algo que duele, que duele mucho.

Aun así, seguí mi camino y entré en el baño cerrando la puerta de un portazo.

Me puse delante del espejo con la mirada llena de rabia.

-¡Te odio!-grité dirigiéndome a mi reflejo.-¡Te odio, te odio, te odio!-seguí gritando rompiendo el espejo en pedazos.

La puerta se abre de golpe dejando paso a Amir.

-¡Youssef!

-¿¡Qué!?

-Cálmate y dime qué te pasa.

-Vete...-gruñí.-¡Vete!-grité estampando mi puño contra la pared.

-Vale, tranquilo.

-¡Ahora!

Amir abrió la puerta para salir justo en el momento en el que Wassila entró.

-Wassila, vámonos.

-Déjame solo un segundo para hablar con él, por favor.

Amir salió y cerró la puerta.

-Es lo correcto...-susurró.

-Te quiero...

-No es cierto, solo es algo pasajero.

-No lo es. Te quiero, ¿Por qué no puedes sentir lo mismo por mí? ¿Cuál es el problema?

-No es eso...

Me acerqué a ella cogiéndole la cara entre mis manos.

-¿Entonces qué?

-Ya te dije que es lo correcto, toda mi familia quiere que me case con él.

-Por eso mismo no lo permitiré.

-¿Por qué?

-Por que no puedes hacer algo solo porque te sientas obligada.

-Olvídame Youssef, me casaré con él.

-No puedo olvidarte. Solo hazme caso y no cometas el mayor error de tu vida.

-Lo siento...-se lamentó saliendo del baño.

-¡Wassila, no es bueno para ti, él es un cabrón!-le avisé pero no se volvió sino que acelero el paso para llegar a la salida.

(...)

Por la noche fui a la empresa a revisar unos papeles pendientes.

Consumido en mis pensamientos escuché unas risas conocidas. Me levanté y abrí un poco la puerta viendo a mi hermano cogido de la mano de una chica que desconocía. Será otra prostituta, sí, otra, no es ni la primera ni la última.

Entraron a su despacho. Era mi oportunidad de demostrarle lo que realmente era Amir a Wassila.

Cogí mi móvil y la llamé. Descolgó al tercer tono.

-¿Qué quieres?

-Necesito que vengas.

-Estás loco, son las diez de la noche.

-Lo sé, pero necesito enseñarte algo muy importante.

-Youssef...

-Por favor, si vienes nunca más te molestaré.

-Vale.-dijo dudando.-¿Dónde estás?

-En la empresa.

-¿Dónde se encuentra?

Le di la dirección y me fui a la entrada de la empresa para recibirla.

Diez minutos después llegó.

-¿Qué quieres?

-Ven conmigo.

-¿A dónde?

La cogí de la mano y la llevé al despacho de mi hermano. Abrí la puerta y entramos a la vez.

Wassila abrió la boca al igual que yo al ver a Amir.

Instagram: wassilahaddadi











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