Wassila
Me giré hacia el lado trasero del coche rezando que no sea la persona en la que estaba pensando.
-¿Papá?-pronuncié al confirmar mis miedos.-¿Qué haces aquí?
-Vine a recogerte.-dijo frío.-¿Qué haces con él?
Youssef acortó los metros que lo separaban de mi padre.
-Señor, solo vi que estaba lloviendo y quise llevarla a casa.
-Al coche.-me ordenó pasando del comentario de Youssef.
Le lancé una mirada de disculpa a Youssef y me dirigí al coche que se encontraba aparcado detrás de mi padre.
-No vuelvas a acercarte a ella, ¿entendido?-escuché decir a mi padre al abrir la puerta del auto.
Youssef asintió y se adentró en su coche, pero no sin antes mirarme.
(...)
Llegamos a casa. Salí del coche lo más rápido que pude y me fui hacia mi habitación haciendo caso omiso a los gritos de mi padre a mis espaldas.
Me desvestí y me metí en la ducha permitiéndome despejar la mente con cada gota que golpeaba mi cuerpo con delicadeza.
-¿Te estas duchando?-preguntó mi hermana Wissam al otro lado.
-¡No! ¡Me estoy regando para ver si crezco, tonta!-respondí sarcástica.
-Imbécil, siempre igual de sarcástica.
-¿Qué quieres?
-Papá y mamá quieren hablar contigo, así que espabila.
Media hora después salí de la habitación ya vestida y preparada para enfrentarme a mis padres. Bajé las escaleras repasando la excusa que tenía preparada.
"Estaba lloviendo demasiado, Youssef se ofreció para llevarme a casa porque su hermano estaba ocupado y en ese momento llegó papá".
Ya sé que no es la mejor excusa pero era lo único que tenía y después de todo no era todo mentira.
Llegué al comedor y vi que todos estaban reunidos. Me acerqué sentándome al lado de Amine.
-Antes de nada dejar que me explique.-dije al ver que todos me miraban.
-No tienes que explicar nada.-dijo mi padre con dureza.-¿Vas a casarte con Amir o no?
-¿Qué?
-Responde.-ordenó Amine.
-¿Qué os pasa a todos? Yo también pertenezco a esta familia así que dejad de tratarme así.
-grité levantándome.-Siéntate y no vuelvas a levantar la voz.-volvió a ordenar y sin replicar hice caso.
-¿Quieres casarte con él o no?-repitió la pregunta mi madre.
Me tomé unos segundos para pensármelo bien. Al principio dudé pero era lo que tenía que hacer.
-Sí.-afirmé no muy segura.
-Hablaremos con su familia para poder decidir que día vendrán a pedirte la mano.-informó mi madre.
Se levantaron todos dejándome a solas. No estaba bien segura de lo que realmente quería, pero estaba en un apretón, tenía que elegir a uno y ya lo hice.
Dejé de regañarme mentalmente y me levanté yendo hacia mi habitación. Me senté en mi cama y saqué mi ordenador de la mesa de noche dispuesta a desahogarme en las teclas formando palabras.
-¿Te gusta escribir?-al escuchar esas palabras ahogué un grito.
Me giré y vi Youssef saliendo del baño.
-¿Pero tú como haces para entrar?-pregunté haciendo caso omiso a su pregunta.
-Tu ventana siempre está abierta y tienes un árbol justo delante, cualquiera podría entrar.
-Pues deja de entrar, en cualquier momento mis padres o mis hermanos pueden verte y la que acabará mal seré yo.
-Lo tengo todo controlado, acaban de salir todos, estamos solos.
-¿Cuánto llevas aquí?-pregunté temiendo a que haya escuchado la conversación que tuve con mis padres.
-Entré cuando se fueron.-respondió y suspiré.
-Vale, ahora vete y no vuelvas.
-Volvemos a lo mismo.-replicó levantando las manos.-Tu misma sabes que nunca cumpliré esa orden, resumiendo; yo nunca cumplo ordenes.
Iba a responder pero escuché como sonaba la canción de Amine Aminux llamada Wayema. Busqué de que dirección procedía el sonido y me percaté de que era mi móvil. Me acerqué a él y descolgué al ver el nombre de Amir en la pantalla.
-Hola, preciosa.-pude sentir como sonreía al otro lado.
-Hola, Amir-respondí mirando la cara de enojo de Youssef al escuchar su nombre.
-Tus padres me han llamado y hemos quedado que el sábado venimos.
-Aquí te estaré esperando.-dije lanzándole una mirada de disculpa a Youssef.
-Nos vemos.-se despidió y colgó antes de que pudiera decir nada más.
Youssef me miró confundido.
-¿Qué significa; aquí te estaré esperando?
-Que no falta mucho para que formemos parte de la misma familia.
Youssef me miró sorprendido y sin decir nada más se dirigió hacia la ventana a punto de irse.
-¿No vas a despedirte?-pregunté con la esperanza de sentir sus labios sobre los mios por última vez.
-Así que lo elegiste a él.-soltó en una carcajada mientras se volvía hacia mi con la mirada cristalina.-Eres estúpida.-fue lo último que dijo y saltó sin más dejándome con la boca abierta.
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Que vergüenza me da que una mujer tan estúpida lleve mi nombre hahahaha
Espero que os guste, tardo mucho en escribir cada capítulo porque no se si os va a gustar o no. ¡Así que espero vuestra opinión guapas!
¡Buenas tardes!
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MAKTUB©
عاطفيةDos personas totalmente diferentes pero a la vez iguales. Solo ellos pueden decidir lo que son o lo que no son. "¿Quién no se cansaría de la misma rutina todos los días?" >>Todos los derechos reservados<<