Wassila
-Moha...-suspiré aliviada.
-¿Qué hace él aquí?-preguntó Moha sorprendido.
Me acerqué a él y cerré la puerta para que nadie nos escuchara.
-No me has respondido.-volvió a preguntar.
Me giré mirando a Youssef que se veía muy tranquilo.
-Ha venido a hablar conmigo.-dije nerviosa.
-¿Qué haces aquí?-gruño pero esta vez para Youssef.
-Vine a hablar con tu hermana.
-¿De qué?
-Cálmate chaval. Ya te lo he dicho, vengo a hablar con tu hermana.
-Pues habla.
-Soy asuntos de mayores.
Me acerqué a Moha y le cogí la mano.
-Moha...por favor, solo hablará conmigo y se irá.
Me soltó la mano con brusquedad y desapareció por la puerta.
-Un hermano bastante protector.-dijo acercándose a mí.-Un pelo hermoso.-exclamó susurrando mientras me tocaba el pelo.
En ese momento me percaté de que no llevaba mi pañuelo. Me dirigí al armario y cogí uno para ponérmelo.
-Habla.-lo invité a hablar.
-Es Amir, ha vuelto a hacer de las suyas.
-¿Esta vez de qué se trata?
-De Samira, está con él. Al parecer también es una de sus...
Antes de que acabara la oración alcé mi mano y en un ruido seco le golpeé la mejilla.
-¿Pero cómo te atreves? Es mi amiga.
-¿Amiga? Algún día abrirás los ojos y te darás cuenta de la verdad.
-Vete.
Si no fuera porque estábamos en mi casa y con mis padres durmiendo le estaría gritando.
-Vas a cometer el mayor error de tu vida casándote con él.
-Dije que te vayas.
Se dirigió a la puerta y segundos después oí la puerta de la entrada cerrarse de un portazo.
Me libre del pañuelo y me eché encima de la cama intentando dormir. Dos horas después lo conseguí.
(...)
Al oír la maldita alarma me levanté. Cogí el móvil y comprobé la fecha; era martes. Hoy tendría que visitar el nuevo centro islámico. Ayer no fui ya que no tenía ganas, pero hoy no podía faltar.
Una vez acabé de prepararme bajé a la cocina donde encontré a todos despiertos desayunando. Era raro, siempre se levantaban más tarde.
-Salam Wa'Alaikom.-saludé al entrar.
-Wa'Alaikom Salam, hija.-respondió mi madre.
Miré a Moha que estaba sentado desayunando junto a Amine y Wissam. Ni siquiera me miraba, tenía la cabeza gacha y el ceño fruncido.
Me senté con ellos y empecé a comer.
-¿Cómo van las clases?-preguntó Amine.
-Hamdulillah.-respondí.-Pero me he apuntado a otro centro.
-¿Qué?-cuestionó mi madre sorprendida.
-Sí, quise cambiar de aires.
-Pero ese es uno de los mejores y además tu futuro prometido es el dueño.
-Solo quise cambiar.
Me levanté y recogí los platos y los lavé antes de salir. Cogí mi bolso y las llaves del coche cuando Amine salió de la cocina.
-Te llevo yo.-siseó.
-Me sé el camino.-protesté.
-Me da igual, te acompaño. Dame las llaves.
-¿A ti que coño te pasa ahora?
-A mí no me hables así y dame las llaves de una vez.
Me acerqué a él cabreada.
-No.
Me cogió del antebrazo y me quitó las llaves.
-Te vas a prometer con un tío que tú misma has elegido.-dijo.-¿Ahora dime por qué andas puteando con su hermano?
-¿Qué?
-Quizás Mohammed no se lo haya dicho a papa y mama, pero me lo ha dicho a mí y como no te alejes de él...
Abrí los ojos asustada al escuchar sus palabras, aun así recuperé mi compostura.
-Suéltame, tú no tienes ningún derecho sobre mí, no eres mi padre.
Abrió la puerta de la entrada y me invitó a salir. Sin reclamar más, salí.
Me monté en el lado del copiloto y esperé a que entrara él.
-Wassila...-susurró para que yo le pudiera escuchar.-Que sepas que esto lo hago por tu bien.
-No hay nada entre nosotros, te lo juro.-dije sin estar muy segura.
-Me da igual, aléjate de él. Si no lo haces esto acabará muy mal.-suspiró acariciándome la mejilla.
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¡El hambre me está robando la imaginación! :.( Hahahaha
¿Cómo os va el Ramadán florindas?
Instagram: wassilahaddadi
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MAKTUB©
RomanceDos personas totalmente diferentes pero a la vez iguales. Solo ellos pueden decidir lo que son o lo que no son. "¿Quién no se cansaría de la misma rutina todos los días?" >>Todos los derechos reservados<<