Querida coleccionista de mundos:
Te encantaba editar manuscritos, era como tu pasión, casi tanto como leer, y eso es mucho ya que cada vez que leías y te hablaba me mandabas a callar, y cuando hablabas de un libro, con ese brillo en tus ojos y ese entusiasmo podía ver lo mucho que los amabas, mirabas a los clientes a los ojos sostenías el libro y les decías con animo porque no importa que un libro siempre valdría la pena ser comprado, y luego en tus pocos tiempos libres me sacabas de mi oficina, y leías junto a mi, en voz alta y con mi corrector, como la primera vez, y siempre desee que no fuese la ultima.
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Algo A Lo Que Aferrarme
Short StoryY como ya he terminado con el corazón roto una vez, he decidido que te amare con solo papel y tinta, escondiendo todo en encierros y puertas, con pensamientos y poesía, te amare mientras la nieve caiga y el frio queme, cuidando el secreto mejor guar...