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Querida coleccionista de mundos:

Uno no llora y reacciona así porque un libro normal se destruyó, ese libro debía tener su historia, así que cuando entraste al edifico lo recogí, y lo llevé a donde enviamos los libros para que se crearan, conocía al dueño, y éramos amigos,  le pedí que lo reparara, él me miró y dijo "Hare lo posible" y entonces cuando lo cogió, del libro cayo un dibujo, cuando lo abrí te vi, pero nunca te habia visto dibujando, y la firma a la derecha no era tuya, pero eras tú, sentada en un sofá, leyendo, un par de piernas te rodeaba la cadera y tu mirabas a alguien, al dueño de las piernas y sonreías supe que no lloraste solo por el libro.

Algo A Lo Que AferrarmeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora