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Querida coleccionista de mundos:

Después de la cena y de que me obligaras a lavar los platos junto a ti, nos sentamos a tomar vino y escribir canciones navideñas, el aire del apartamento era cálido, y tu dejando de lado la formalidad, te quitaste tus tacones, y lanzaste sobre el sofá, subiste tus pies arriba de mi, y hablamos, jugamos a las 20 preguntas, me conociste mejor, pero no indagaste en mi pasado, cosa que me alegro, y te conocí mejor pero tampoco indagué en tu pasado, sentía que no era el momento, mas sin embargo, las cosas que nos preguntamos fueron tan simples, y sencilla, tenían gran significado.

Algo A Lo Que AferrarmeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora