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Querida coleccionista de mundos:

Argumentar contigo era imposible, nunca conocí a alguien tan apasionada hacia sus creencias, parecías tener tus pensamientos claros y saber la razón por la cual pensabas así, a veces mientras te ayudaba a ordenar los libros comenzabas a decir algo sobre ellos y si estaba en contra te decía mi opinión sabiendo que era tiempo perdido, pero me encantaba verte con las mejillas rosadas por tus rápidos movimientos y a veces enojo, y movías los brazos como si estos hablaran por ti, y más cuando tratabas de mostrarme algo del libro y yo lo sostenía y tu dabas saltos altos para tratar de alcanzarlo, era hermoso, eras hermosa.

Algo A Lo Que AferrarmeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora