Capítulo V.

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Pov. Kyungsoo.

-¿Q-qué me hiciste?- logro decir cuándo él se aparta de mí, a duras penas puedo hablar, trato de alzar mi mano pero es imposible, mis piernas no me responden.- ¿P-por qué no puedo moverme?

Me mira sonriente, su sonrisa es escalofriante, ladea la cabeza tronando los huesos de su cuello, trata de soltarse de las cadenas que sujetan sus manos pero no logra hacerlo, me mira para luego lamer mi mejilla.- Sabes delicioso.- desesperadamente con todas las fuerzas que tengo trato de moverme al ver sus colmillos pero no puedo.

Trago duro antes de alzar la mirada hacia su rostro.-¿Q-qué me has hecho?

-No tengo tiempo para darte explicaciones... ¡Aaaaa!- Dice antes de soltar un profundo grito que me ensordece.

-¡Aaaaa!- esta vez soy yo quien grita al recibir un duro golpe en los muslos y caer al suelo, mis piernas estaban aprisionadas entre las suyas así que cuando comenzó a patalear como un demente, una de sus patadas me cayó haciéndome caer.

Estoy en el suelo y realmente me duele el golpe pero no puedo sobarme porque no puedo moverme.- ¡Aaaaaaa, maldición! ¡Yixing! ¡Carajo, Tao ven y sácame estas porquerías! ¡Aaaaaaa! ¡Demoniossssss!- ¡¿Qué hago?! ¡¿Qué hago?! ¡No aguanto escuchar a las personas sufr... Un momento, a mi memoria llegan recuerdos de hace cinco minutos cuando me acerqué a él y parecía estar fingiéndolo todo.

¡Entonces, que sufra por mentiroso!

Me digo aquello a mí mismo, de todos modos, en este estado lo único que puedo hacer es escuchar sus falsos quejidos.

Cierro los ojos escuchándolo gritar desgarradoramente por un buen rato, lanzando maldiciones a diestra y siniestra.

Estoy por quedarme dormido hasta que una de mis manos se levanta por sí sola, abro enormemente los ojos porque eso solo significa una cosa, ¡Ya podré levantarme!, trato de mover mis piernas pero una vez más no puedo, ¡Caray!, trato con todas mis fuerzas pero no puedo.- ¡¿Por qué no puedo moverme?!- grito abiertamente moviendo todas las facciones de mi rostro, abro enormemente los ojos pensando de que todo esto puede que se trate de alguna parálisis temporal.

Sigo constantemente moviéndome sin poder bajar mi brazo que está levantada hasta que escucho una risa muy fuerte resonar en toda la habitación, son carcajadas tenebrosas que no hacen más que asustarme, mi piel se escarapela y tengo la necesidad de huir.

Ese tal Jongin continúa riéndose y balbuceando en un extraño idioma, la cama se mueve muy rápido pero estoy tan concentrado escuchando lo que dice que no me doy cuenta en qué momento me he puesto de pie, ¡Dios mío esto no es normal!

Lo veo sobre la cama con unos enormes colmillos saliendo de su boca, volteo el rostro porque en verdad tengo mucho miedo, no soy de temer pero el aspecto de este hombre es tenebroso, mi corazón late a mil por hora, no sé si es por el terror o la angustia de verlo en aquel estado, extrañamente me duele verlo así, su cuerpo se encorva contra la cama pareciendo poseído.

Esto no debería ser visto por nadie, mis lágrimas salen de mis ojos automáticamente, quiero acercarme, sin embargo, no logro mover mis piernas, siento como si estuvieran pegadas al suelo.- ¡No te muevas!- grita fuertemente mirándome fijamente, de un momento a otro la cama ha dejado de moverse.- Si te acercas a mí, te mataré.- me dice totalmente calmado pero con la respiración agitada.- Solo cinco minutos más y vendrás a mí por ti mismo.

-Por favor no me hagas esto, estoy realmente muy asustado, ¡Dime qué pasa!- le exijo porque lo que acabo de ver fue demasiado para mí.

-Lo siento cariño pero tú no deci...- una vez más ladea su cuello y hace sonar sus huesos.-...des sobre tu cuerpo, me perteneces y se acabó el tema.- aquella sonrisa socarrona de la primera vez que me acerqué a él, una vez más está en su rostro.-Acércate.- niego con la cabeza frenéticamente, sintiendo mis manos temblar.- ¡Qué te acerques!

De Tu Sangre Tomaré, El Alma Que Robaste.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora