Capítulo XLVII.

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Pov. Kyungsoo.

¿Minseok, dónde te has metido? ¿Dónde estás?  Paso la mirada de aquí para allá, mis pies se mueven por los extensos pasillos que siempre me han parecido laberintos, la tenue luz de las antorchas no ayudan mucho a mi visión, no es que me esté quejando pero mi vista está un tanto desgastada por lo que prefiero los lugares muy iluminados.

Trato se acercarme haciendo el menor ruido posible, no quiero ser descubierto y mucho menos por alguno del clan de Bin, sujeto con fuerza mi crucifijo por debajo de mi camisa, no sé si me protegerá ahora que sé su verdadero uso pero de igual forma lo hago, me aproximo en una esquina dónde asomo la cabeza pero de inmediato me escondo ya que dos hombres bastante corpulentos y altos vienen hacia esta dirección, ¡Dios, qué hago! Aprieto los dientes y sostengo la respiración, quiero correr pero si lo hago por el sonido de mis zapatos me descubrirán y será peor por ello decido quedarme aquí sin moverme.

Sus pasos se escuchan cada vez más cerca, no respiraré, no me moveré y todo saldrá bien, sí, todo saldrá bien, una mente positiva ante todo.

-¿Dónde rayos se abran metido esos humanos?- la voz de aquel brujo es realmente muy ronca, incluso más que la de Chanyeol o Yifan.

-No lo sé pero ya me estoy hartando de esperar, lo que quiero es pelear, me he estado preparando mucho cómo para andar de niñero de aquellos tres chiquillos.

-¿Por qué Bin los quiere vivos? Bien podríamos matarlos de una vez y listo.

-Según ella, ellos saben dónde están nuestras tres reliquias, pero no estoy muy seguro de ello, si yo los hubiera tenido en mis manos los habría escondido en algún lugar seguro y no le hubiera dicho a nadie dónde.

-Aurora se mató no creo que haya tenido tiempo de pensar con coherencia cómo para esconderlos previamente, dicen que la muy astuta con secretos de magia de Yixing los camufló y que los usaba en su vida diaria cómo si fueran objetos comunes y corrientes.

-De igual forma, supongo que la mujer esa, debió dejarlos en un buen escondite aunque si no lo hizo, mejor para nosotros ya que será como quitarle el dulce a un bebé en caso de que los tengan aquellos humanos.- ambos de ríen, sujeto con fuerza mi crucifijo y trago duro esperando a que se vayan.

-Uno está paralítico, más fácil aún.

-Cortesía de Bin, fue su regalo de bienvenida.

-Aunque a quién realmente ella quiere darle una bienvenida es al esposo de Jongin, ese tal Kyungsoo.- ni siquiera me sorprendo ya que ella es capaz de lo que sea con tal de hacernos sufrir.- Ya vámonos, aquí no hay nada.- Por favor, ya váyanse, cierro los ojos tratando de controlarme ya que esta angustia es realmente grande.

Pasan justo frente a mí y sé que este es el momento decisivo, tan sólo tienen que alejarse un poco más para poder dar la vuelta a la esquina. 

Ambos pasan realmente rápido hasta que desaparecen por la esquina más próxima, qué alivio, respiro profundamente ya que ellos no me descubrieron, esto fue muy angustiante, horrible, mi corazón no para de latir, siento cómo si hubiera envejecido muchos años.

Suspiro y una vez más me asomo pero gracias al cielo en esta ocasión no hay nad...

-¡Aaaaa, maldita sea, te enterraré los dientes hasta que te desangres!

Abro enormemente los ojos al ver a Chanyeol asomarse desde un constado, ¡¿Qué hago?! Él viene directamente hacia mí, me doy la vuelta y corro pero no me alejo mucho dado que del otro lado del pasillo aquellos dos brujos de antes, vuelven aparecer.

-¡Allí está el humano!- me siento perdido, cómo un conejillo de Indias, sin salida.

¡Qué hago! ¡Qué hago! ¡Dios, no sé qué hacer! Los tres se aproximan hacia mí, no tengo salida, no me salvaré, por lo que me tapo los oídos y cierro fuertemente los ojos antes de sentarme de cuclillas en el suelo esperando su ataque o lo que sea que decidan hacer conmigo.

De Tu Sangre Tomaré, El Alma Que Robaste.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora