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Era un día como otro cualquiera, ella se saltó la primera clase como siempre, iba a una casa abandonada, nadie sabía el porqué.
Cuando llegaba a casa de sus abuelos, nunca decía nada, estaba tan acostumbrada a la ignorancia que siempre se iba a su cuarto a dibujar. Sus dibujos eran un tanto extraños, puesto que siempre aparecían personas muertas con mucha sangre a su alrededor, cada uno de sus dibujos era una muerte diferente.
Cuando terminaba, se iba de casa y vagaba sola por la calle, especialmente por los callejones. Le gustaba ir sola, no le gustaba la compañía.
Al hacerse tarde volvía a casa, se comía un helado de frambuesa y veía una película de miedo hasta que se quedaba dormida.
Al día siguiente, todo iba como siempre, hasta que un chico se puso de por medio. Se lo encontró en la casa abandonada, fumándose un cigarrillo tranquilamente. Ella al entrar se impresionó al ver a una persona, ¡un chico en su lugar favorito! Intentó que no se diera cuenta de su impresión, y entró como si nada. Hubo un silencio muy incómodo, así que ella cogió su libreta de dibujo y empezó a dibujar lo de siempre.
El chico al terminarse el cigarrillo, se acercó a ella y se sentó a su lado, ella no sabía qué hacía allí y por qué se sentó a su lado, la incomodaba.
El echó un vistazo a lo que estaba dibujando y puso la mirada al frente como si no hubiera pasado nada.

-¿Vienes aquí todas las mañanas?

Ella no contestó, seguía dibujando.
Hubo otro silencio incómodo hasta que ella le dijo:

-No sé que haces aquí.

El chico, la miró y sonrió de una forma malvada, lo cual ella notó y le dio curiosidad, así que ella también lo miró al fin a los ojos.

-Decicí seguirte y me adelanté al entrar.
-No lo entiendo, ¿por qué me seguiste?
-Por esto- se sacó un papel doblado del bolsillo de la chaqueta y se lo entregó.

Todo es extraño [Terminado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora