Dio vueltas por el jardín para ver a donde ir, una vez que Loens estaba congelado, ya, si podía estar tranquilamente sola.
Visualizó un columpio y se sentó en uno de los asientos mirando hacia la casa donde se encontraba, cerró los ojos y dejó que aquella brisa le acariciara la cara.
Pasó mucho rato fuera, comenzaba a hacer frío e Ingui entró dentro de la casa.
Cuando entró, se abrazó a ella misma frotándose los brazos para entrar en calor.
-¡Ingui!- le llamó una niña pequeña de unos seis años.
La miró, venía corriendo hacia ella.
-Tu abuela te está buscando.- le dijo tirándole del vestido.-Están todos en el salón.
-Gracias Milu.- le dijo Ingui con una amable sonrisa.
La pequeña también sonrió y la acompañó hacia el salón.
Al entrar, todos estaban sentados, contaban sus batallas contra los wampus, chistes a pleno pulmón para que su receptores los escucharan y finalmente siempre se reían a carcajadas, se lo estaban pasando bien.
-¡Ingui!- le llamó su abuela señalándole el asiento libre que había a su lado.
Esta se dirigió hacia allí pasando por detrás de las sillas que habían por su camino y cuando llegó a su destino se sentó.
Jake golpeó su copa con una cuchara para que se hiciera el silencio y así fue, todos se callaron.
Iba a comenzar a hablar, pero una mujer que había a su lado lo interrumpió.
-¿Dónde está Loens?- preguntó en voz alta mirando por sus alrededores.
Acto seguido, Loens apareció por la puerta empapado de agua, Ingui al verle se rió y su abuela la miró, supo que ella había sido culpable de lo que le había pasado al chico.
-¿¡Qué te ha pasado!?- exclamó la mujer.
-Nada madre.- dijo sentándose.
-Sube a cambiarte.- le ordenó ella.
Se levantó de la silla y salió de allí.
-Ingui, sube y discúlpate.- le dijo la abuela seriamente.
-¿Por qué? ¡Si yo no hice nada!- dijo Ingui enfurecida.
La abuela la fulminó con la mirada y finalmente ella se levantó persiguiendo a Loens, los demás presentes miraron la escena y optaron por esperarlos.
Subió a la segunda planta siguiéndolo, este entró a una habitación y cerró la puerta, ella al llegar la abrió y se encontró a Loens si camisa.
Este al verla en la puerta se quedó quieto mirándola disgustado, esta ignoró su cara y se acercó a él.
-Qué haces aquí.- le dijo este enfadado.
-Vengo a ayudarte.- le devolvió la mirada enfurecida.
Ingui abrió la palma de la mano y contuvo una llama en ella.
Loens se alejó de ella pensando que lo iba a quemar, pero esta se rió ante su ignorancia y sopló la llama haciendo que esta recorriera el cuerpo de Loens con una brisa cálida.
Este se tocó el cuerpo asustado y vio que ya no estaba mojado, incluso la ropa se había secado.
Ingui se dio la vuelta dispuesta a irse, pero este de nuevo la paró.
-Ingui, ¿por qué huyes de mi? Ya te pedí perdón por lo que sucedió.
Esta se soltó de la mano que le sujetaba de golpe y salió por la puerta.
-No te perdonaré en la vida.- añadió antes de irse y pegó un portazo.
Loens se quedó en el sitio parado mirando la puerta, ya no sabía qué hacer para ser perdonado.
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Todo es extraño [Terminado]
Cerita PendekTanto Ingui como Kinoi no sabían que no eran humanos, que un poder los hacía ser diferente y también ser de distintos bandos. Ingui, formaba parte de la familia de la oscuridad debido a sus poderes, tanto esa familia como la de la luz, aun siendo lo...