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Cada vez que se acercaban a esa casa que parecía un palacio.
Al entrar, por lo que se pudo ver, la parte de fuera estaba ocupada por algunos coches, unos más antiguos, otros mas nuevos.
El abuelo de Ingui, aparcó al lado de un descapotable blanco, parecía recién comprado, pero no le hicieron mucho caso.
Una vez fuera del coche, se dirigieron a la entrada de aquella casa, desde fuera se oía a mucha gente hablar.
Nelia, su abuela, abrió la puerta, todas las personas que estaban allí presentes se callaron al verla entrar, tras ella entró su marido y por último Ingui.
Un hombre joven con una cicatriz en el ojo izquierdo se acercó a ellos, le dio la mano al abuelo de Ingui saludándole.
-Bienvenidos.- dijo este mirándolos a los tres.
-Gracias Jake.- respondió el abuelo de Ingui.
Jake miró a Ingui fijamente, esta le mantuvo la mirada, "¿por qué me mira tanto?" pensó. Ya le estaba hartando y le fulminó con la mirada, Jake al ver su reacción se rió.
-Tienes la misma mirada que tu padre.- le dijo este y se dirigió después a los otros presentes que estaban en la sala.
-Ya estamos todos.- dijo alzando la voz.
Una mujer se acercó a Nelia.
-¿Ya lo sabe?- le dijo al oído.
Esta asintió con la cabeza y la mujer fue al grupo de personas que aún seguían sin hablar y cuchicheó con los demás.
Ingui los miraba con curiosidad, y estos una vez que terminaron de hablar sonrieron y se dirigieron hacia ella, esta asustada dio un paso atrás intentando escapar, pero una mano la agarró impidiendo que se fuera.
La empujaron de un miembro de la familia a otro, cada uno de ellos le decía lo mismo: "Bienvenida a la familia" y le daban besos y abrazos, Ingui odiaba tanto agobio de golpe y finalmente salió de allí como pudo corriendo hacia la primera puerta que vio, cuando la cerró de golpe, al girarse se encontró en un jardín, visualizó un banco y se dirigió allí.
Se sentó en él y respiró fuertemente el aire puro mientras que miraba la hierba que estaba pisando.
-Cada vez que te veo estás más guapa.- le dijo alguien.
Ingui se sobresaltó, miró donde provenía aquella voz y lo vio.
"Mierda" pensó, estaba dispuesta a marcharse de ahí, pero aquel chico le agarró de la muñeca impidiéndoselo, Ingui intentó soltarse, pero él la sujetó más fuerte.
-Ingui, ¿por qué huyes siempre de mi?- le preguntó aquel chico.
Esta lo miró y él le dedicó una sonrisa.
El chico iba bien vestido para la cena, su pelo castaño corto le favorecía y sus ojos verdes eran lo que más le destacaban en su físico.
-Loens, suéltame.- dijo Ingui fulminándolo con la mirada.
-No.- respondió acto seguido.
Ingui se estaba enfadando y cerró el puño de la mano sujetada con fuerza, de ahí empezó a salir chispas de fuego, Loens sorprendido rápidamente la soltó, le había quemado.
Ingui se dio la vuelta dispuesta a volver a irse.
-Ingui, por favor.- le suplicó este.
Ella se dio la vuelta y se quedó de brazos cruzados.
-Gracias.- dijo Loens acercándose a ella.
Pero esta le sopló y este quedó congelado, ella se rió maliciosamente y se fue, no iba a hablar con él después de lo que le hizo la cena pasada.

Todo es extraño [Terminado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora