Una mujer con el pelo negro se acercó a ella, tras esta venía un hombre apuesto con una bella sonrisa, le acariciaba la mejilla mientras le dedicaban una sonrisa tierna y agradable.
-Ya se está haciendo mayor- dijo la mujer mirando al hombre.
-De eso no cabe duda- le contestó de forma chistosa.
-Mañana cumplirá cinco años y no estaremos presentes- dijo la mujer dejando la vista en un punto fijo.El hombre le acarició el hombro y le dio un beso en la mejilla.
-Sabes que es nuestro deber, nos tocó ser lo que somos- le frotó el hombro.
La mujer asintió lentamente y dejó a la niña atrás, el hombre sin embargo la cogió, ya se había despertado de su pequeña siesta, se dirigían a la salida de la casa, cuando de repente se oyó un tremendo ruido procedente de la cocina, al instante, el hombre dejó a la niña en el jardín de la casa y entró corriendo a su interior tras la mujer que se adelantó.
La niña no era consciente de lo que ocurría, así que se dispuso a jugar con las plantas.
La casa comenzó a arder y la niña ya se había aburrido, así que entró dentro.-¿Mami?- dijo mientras caminaba por el pasillo, se escuchaba mucho alboroto, se iba dirigiendo a la cocina cuando tras la puerta vio a su padre luchar contra un monstruo.
Era grande y peludo, su pelaje era negro, sus garras eran largas y acababan en punta, tenía el físico de un lobo, pero destacaban sus colmillos largos y puntiagudos que sobresalían de su mandíbula manchados de sangre y también tenía tres ojos, los que estaban abiertos tenían un color diferente, el derecho era color verde y el izquierdo color rojo, el central estaba cerrado, pero se podía ver que tenía un símbolo grabado en el párpado.
La niña dio un paso hacia dentro de la cocina y se tropezó con una mano, miró para ver quien era y se encontró a su madre muerta en el suelo con la tripa abierta de un zarpazo, estaba aterrorizada, el padre la vio y le gritó, pero estaba tan asustada que no se enteró de lo que le decía, sus oídos le pitaban, las lágrimas caían consecutivamente por sus mejillas, todo fue a peor, aquel monstruo le hincó aquellas garras en el cuello a su padre.-¡INGUI HUYE!- le gritó se padre con todas sus fuerzas.
La niña se dispuso a correr, pero el monstruo la alcanzó, la agarró, pero no llegó ha hacerle nada, en ese mismo instante una mujer le había socorrido, el monstruo estaba en el suelo.
La pequeña sólo lloraba, las llamas del incendio aumentaban y las iban alcanzando, pero quien la había salvado corría con ella en brazos fuera de la casa.-No llores Ingui-la intentaba calmar-Aquí está tu abuela para protegerte...
Todo se volvió blanco, sólo se oía un pitido largo y ensordecedor.
Despertó, estaba sudando y aún aterrorizada, estaba en la cama junto a Kinoi quien le estaba mirando con mucha curiosidad.
Ella enrojeció al ver que tenía sus ojos fijos en ella, pero aún así se levantó de la cama.-Idiota- le dijo antes de que él le dijera nada.
Y salió de la habitación.
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Todo es extraño [Terminado]
Short StoryTanto Ingui como Kinoi no sabían que no eran humanos, que un poder los hacía ser diferente y también ser de distintos bandos. Ingui, formaba parte de la familia de la oscuridad debido a sus poderes, tanto esa familia como la de la luz, aun siendo lo...