Kinoi estaba en su casa aburrido, echaba de menos a Ingui quería verla, así que salió de casa y fue a la de esta.
Iba por el camino comiendo pipas, había dejado de fumar desde que estuvo practicando con su otro cuerpo y darse cuenta que al correr se ahogaba.
Pasó por delante de un portal y se chocó contra alguien.
-¡Au!
Kinoi se frotó la cabeza para que se le calmara el dolor y se levantó del suelo, vio a Élenor con una mueca de dolor.
-Ten más cuidado y mira por donde vas.- le dijo Kinoi secamente.
Cogió su bolsa de pipas e iba a seguir por su camino, pero Élenor se rió e hizo que Kinoi se parara en seco extrañado ante la reacción.
-Vaya, vaya.- dijo esta levantándose del suelo y cogiendo su bolso.
Élenor lo miró con una sonrisa maliciosa, pero este estaba de espaldas a ella.
-El protector de Ingui.- dijo Élenor riéndose.
Kinoi se dio la vuelta y se cruzó de brazos.
-¿Tienes algún problema?- le preguntó Kinoi seriamente.
-No, no, nada.- dijo Élenor mirándolo fijamente.-El problema lo tienes tú.- terminó de decir.
Kinoi la miró extrañado.
-¿Yo?- se rió. -¿Por qué?
-Se acerca el día de la luna mel.- dijo esta poniendo su brazos en jarras.
"¿Luna mel?" pensó Kinoi algo aturdido.
-El día en los que la familia de tu querida Ingui y nosotros los wampus entramos en guerra.- se explicó Élenor.
Kinoi no dijo nada.
-Tú eres uno de nosotros, irás también.- le dijo mientras que lo señalaba.
-No soy uno de los vuestros.- dijo Kinoi enfadado.
Élenor se rió ante su respuesta.
-Eso no lo dirás cuando tu instinto te haga venir con nosotros.- se dio la vuelta y se fue.
Kinoi se quedó en el sitio mirando como esta entraba en un coche blanco y le daba un beso al piloto y se fueron a una velocidad excesiva.
Decidió seguir su camino hacia la casa de Ingui, se comía una pipa tras otra pensando en la conversación que había tenido con Élenor. "Luna mel" resonó en su cabeza, "tu instinto venga a nosotros..." resonó también en su cabeza.
Ya había llegado a casa de Ingui, pero no llamó a la puerta, se dirigió a la parte trasera de la casa y visualizó la ventana del cuarto de Ingui, escaló la pared como pudo hasta llegar a la ventana y vio que ahí no había nadie.
Forzó la seguridad de la ventana y pudo abrirla y adentrarse en la habitación de ella.
Recorrió toda la casa, sigilosamente y vio que no había nadie, iba a irse, pero se quedó sentado en la cama recordando aquella noche, se tumbó en ella y se puso la almohada en la cara, olía a ella.
Se quedó un rato más oliendo aquella almohada y después se fue a su casa.
Necesitaba verla ya.Ingui desde lo que ocurrió por la mañana no salió de la habitación donde durmió por la noche, no hacía nada más que pensar en Kinoi, le echaba de menos, quería irse de aquella maldita casa y escapar con él bien lejos.
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Todo es extraño [Terminado]
Short StoryTanto Ingui como Kinoi no sabían que no eran humanos, que un poder los hacía ser diferente y también ser de distintos bandos. Ingui, formaba parte de la familia de la oscuridad debido a sus poderes, tanto esa familia como la de la luz, aun siendo lo...