Prólogo.

2K 85 35
                                    

------------------Días antes-------------------

POV'S Fubuki.

Abrí lentamente mis ojos, los cuales por alguna razón que aún desconozco estos me pesaban a horrores.

Cuando los abrí por completo, mi vista en un principio era un poco borrosa, tanto que no podía distinguir bien lo que tenía delante; hasta que pude distinguir a una figura muy conocida para mí, delante de mí, tratando de articular palabras, mas lo único que le salían eran murmullos ininteligibles, ya que estas parecían no querer salir de su boca.

-¡Shirou!-me llamó exaltado, una vez que se tranquilizó un poco, logrando así que le entendiese ¿qué le ocurría?- ¡¿Qué te ha pasado?! ¡Tenemos que llamar a una ambulancia!- ¿Ambulancia? Le miré sin entender a qué se refería, hasta que noté un dolor que emergía desde mi estómago, Bajé la cabeza, y lo único que vi fue sangre...¡Mierda me estaba desangrando!

Lo peor de la situación, era que cada vez me sentía más cansado, y sentía como mis fuerzas me abandonaban poco a poco...¿Sería mi fin?

Giré un poco la cabeza al sentir algo de calor a mi espalda, sorprendiéndome de lo que mis ojos veían, un gran establecimiento que reconocí al instante, se encontraba en llamas, ¿qué había pasado?

-Hi...-traté de decir carraspeando, era como si no hubiera articulado palabras en días o incluso se podría decir meses.- Hi...roto-le llamé antes de que todo se tornara negro, lo único que recuerdo eran sus gritos desgarradores llamándome desesperado para que despertase.

FLASHBLACK.

Mientras desayunaba mi típico café con leche, miraba por la ventaba de la cocina, la cual daba a la calle, el día tan bueno que hacía, era perfecto para salir un rato a correr y poder despejarme de la semana tan ajetreada que tuve. Sabía que ser detective no era para nada fácil, sin embargo era el trabajo que me gustaba, y el cual me llenaba, a pesar de los riesgos.

Decidí que lo mejor era salir un rato, ya que después de todo eso no me haría ningún daño.

Me vestí rápidamente poniéndome un chándal cualquiera, y antes de irme le dejé una nota a Hiroto para no preocuparle al no verme por la casa.

Nos hicimos amigos en la universidad, y luego tan inseparables, que al terminar la carrera y encontrar trabajo en poco tiempo, decidimos comprar una casa para ambos. Me encantaba estar en su compañía, y le agradezco que accediese a mi idea, no me agradaría seguir viviendo con mis padres adoptivos, y bueno...Solo sería un poco deprimente.

Al salir, anduve por toda la ciudad de Inazuma, para luego adentrarme a un bosque, el cual me sabía como la palma de mi mano, más de una vez he ido allí para correr, y esta vez no sería la excepción.

Así que no lo pensé dos veces, y me adentré en éste. Como siempre los árboles grandes y verdosos, hacían que pocos rayos de sol traspasasen el bosque, por lo que daba la sensación de que era un poco tenebroso, pero a mí me agradaba.

A los pocos minutos de estar corriendo de un lugar para otro sintiendo la brisa en mi piel y moviendo mis cabellos; escuché un grito no muy lejos de aquí:

-¡No, por favor, dejadme! ¡Que alguien me ayude!-al escuchar aquello, no dudé en acercarme al lugar, del cual procedían los gritos.

Me escondí tras unos árboles lo suficientemente gruesos para que no me vieran. Por lo visto había cinco hombres corpulentos, intentando llevarse a un pobre niño indefenso a saber quién sabe dónde.

Where are my memories? (Inazuma Eleven) (Goenji x Fubuki)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora