Caos.

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POV'S Fubuki.

Hacía unos días, Gouenji y yo habíamos hecho ya un año, y a pesar de que el aniversario no pudimos celebrarlo ese mismo día, debido a que teníamos trabajo, en cambio el rubio insistió en hacer algo especial, una cita especial, solos él y yo en un restaurante, realmente estaba ilusionado por todo aquello, mi novio adorable se había visto de lo más elegante para la ocasión, y a pesar de que me dieron ganas de tirarme encima de él, y comérmelo a besos nada más salir del baño, sin embargo, me contuve, no solo por la vergüenza que me recorrió cuando al verle allí de manera inesperada, mientras por mi parte estaba tan solo con una toalla en la cintura, sino porque al rato nos teníamos que ir para pasar una magnífica noche, una cena romántica, donde los problemas ya no nos atacarían, donde podríamos cenar cómodos, compartiendo risas, anécdotas divertidas, besos llenos de amor, y de pasión. Ya echaba de menos esa calma, porque desde que hube aparecido de aquel establecimiento en llamas, mi vida se había convertido en un completo caos, uno que me aterraba, uno que me consumía lentamente, mas, el caso del asesino en serie ''the bloodthirsty'' había sido resuelto después de confundirme tanto y desconfiar incluso de mí mismo, pero todo había llegado a su fin.

Estaba totalmente enamorado de Gouenji Shuuya, y hacer aquello tan especial, yendo tan arreglados, hacía que en mi rostro se plasmara una sonrisa de tonto enamorado, que sintiera como mis nervios aumentaban poco a poco, que mi corazón latiera totalmente desbocado dejando caer que a cada momento que pasaba mi amor por él aumentaba, que mis sentimientos no iban a cambiar, que siempre íbamos a estar juntos, y que siempre que estuviera a mi lado las mariposas harían acto de presencia sobre mi estómago, un cosquilleo de lo más agradable. De camino al restaurante que me quería llevar, sin poder evitarlo se me vinieron a la cabeza los recuerdos de aquella noche en la que hicimos un año juntos, cuando decimos de nuevo entregarnos el uno al otro, y es que no me podía resistir a sus encantos, no me podía resistir a besar una y otra vez sus tentadores labios, no podía evitar hacerle ruborizar ante su rostro ruborizado por la vergüenza que le recorría a cada uno de sus gemidos, esos que contenían mi nombre, esos que provocaban que mi corazón diera un vuelco de lo adorable que era en todos los sentidos, me costaba resistirme a sus encantos, y siempre adoraba ver cada una de sus reacciones, al igual que a mí a pesar de la vergüenza que me solía recorrer de pies a cabeza, me encantaba recibir su amor, sentir sus manos cálidas sobre mi cuerpo, y mi piel pálida, me encantaba sentir sus labios contra los míos, como descendía hasta mi cuello, como repartía besos por todo mi cuerpo, mientras el placer me recorría de pies a cabeza, y seguiría recordando lo bonito y placentero que era hacer el amor con Gouenji, sino fuera porque ya habíamos llegado.

Gouenji aparcó el coche, y se bajó para luego abrirme la puerta a mí, se encontraba de lo más caballeroso conmigo, y eso provocaba que muriera completamente de la ternura que me producía que se comportara así conmigo, y tras coger su mano que era algo más grande que la mía, y que se encontraba cálida, nos dirigimos hacia el restaurante, el cual se alzaba en frente de nuestras cabezas, realmente se veía lujoso, y no estaba muy seguro, pero parecía que todas aquellas plantas eran de aquel restaurante en el íbamos a cenar teniendo una bonita y romántica cena. Tal y como me había esperado, la reserva de la mesa que había realizado horas antes Goueni se encontraba en una de las plantas altas del restaurante, y una vez que llegamos a nuestra respectiva mesa, me quedé del todo impresionado. Justo a la derecha de la mesa reservada, había una gran ventana, desde la cual se podía apreciar la ciudad desde las alturas, toda llena de colores de las luces, viendo lo hermosa que era, y realmente todo aquello era precioso, y que provocaba que estuviera de lo más feliz y entusiasmado, como si fuera un niño pequeño, como si mi yo pequeño interior resurgiera en un adulto de veinticinco años.

—¿Te gusta? —preguntó Gouenji a mis espaldas, y nada más girarme vi la amplia sonrisa que se formaba en sus labios al ver lo feliz que me encontraba, su idea había sido genial, y fantástica, y no se me pasó desapercibido aquel brillo especial en sus ojos, estaba seguro de que tanto él como yo, estábamos de lo más felices al haber decidido unir nuestros destinos, de haber elegido la carrera que deseábamos, de habernos conocido sin haber buscado el amor, sin haberlo deseado, pillándonos del todo desprevenidos, y eso era lo que más me gustaba, las sorpresas especiales, las sorpresas que provocaban que mi corazón latiera totalmente desbocado de la emoción, y es que si éste palpitaba tan desbocado como lo hacía, era sin duda producido por Gouenji Shuuya.

Where are my memories? (Inazuma Eleven) (Goenji x Fubuki)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora