POV'S Fubuki.
Ante la confesión de Endou todos nos quedamos quietos, todos nos quedamos sin articular palabras, sin saber exactamente qué decir al respecto, incluso podía decir a la gran mayoría se nos había caído la boca al suelo, que nos podría entrar sin que nos diéramos moscas, sin que le prestásemos atención, ya que en nuestra momento lo único que había en nuestras mentes era encontrar una respuesta lógica a lo que el castaño nos acababa de confesar, sin embargo no la había, nadie se percató de aquel hecho hasta ahora, y ya en parte era demasiado tarde, el pelirrojo ya había sufrido una de las amenazas de asesino en serie, eso significaba una cosa muy sencilla, pero que a cambio nos aterraba a todos los aquí presentes, éste iba a ser capaz de atacar por segunda vez ¿a quién? No lo sabía, ¿con qué propósito hacía todo aquello, aun sabiendo que iba a ser del todo imposible que dejáramos de investigar su caso? No lo llegaba a comprender, este era nuestro trabajo, era uno de los casos que se nos había sido asignado, no podríamos dejarlo de lado así por las buenas, aunque eso significase estar después de todo amenazados por el asesino en serie que hasta ahora supo cada uno de nuestros movimientos siendo capaz incluso de confundirnos hasta el punto de que Gouenji había desconfiado de mí, pero ¿eso también era parte de su plan?
Desde que había ocurrido aquello no le dejé de dar vueltas buscando una razón más o menos lógica, no obstante era obvio de que decía la verdad, él no mentía, tan solo me hacía falta mirarle a los ojos, aquellos que me suplicaban con verdadero horror que le dijese que yo no era el asesino en serie, el cual había llegado a cometer tantos crímenes macabros sin importarle en lo más mínimo destrozarles cada una de las ilusiones y esperanzas de todas aquellas personas que habían fallecido, que yo no le había respondido aquella llamada en la que no tenía cuartada, dándole a entender que en la hora en el que se cometió el asesinato yo no estaba en mi cama profundamente dormido, pero lo más coherente del asunto era que yo tampoco mentía, yo había estado durmiendo la gran parte de la mañana, sin embargo no todo acababa ahí, no, ni mucho menos...Cuando me desperté después de haberle demostrado el gran amor que tenía hacia el rubio, hacia mi novio, aquel chico detective que robó mi corazón de una manera del todo inesperada, mientras yo también le robaba el suyo, provocando que al final ambos cayésemos rendido a los pies del contrario, para formular millones de te amos con sinceridad, para expresarnos todo nuestro amor con besos, caricias, y acciones, y es que me dio por ver el registro de mis llamadas, y las suyas, dando como resultado, nada, cero, no había registros de que él me hubo llamado, ni que yo le hubiera respondido.
Decidí no decírselo, por una sencilla razón, y es que no quería que pensase que yo había borrado aquellos registros de llamadas —cosa que no había hecho obviamente—, ni que pensase que le estaba tomando por mentiroso, cosa que obviamente tampoco había llegado a pensar desde que sucedió aquello entre ambos, algo que no solo sabíamos él y yo, si no que Hiroto también estaba enterado después de todo era mi mejor amigo, y yo tan solo le había contado mis preocupaciones, porque no entendía nada de lo que estaba sucediendo, ¿acaso todo esto era un sueño? ¿Estaba viviendo en una cruel pesadilla, en la que hacía algo más de casi un año que había desaparecido siendo secuestrado por aquellos científicos locos? ¿Acaso era una cruel broma del destino que cada una de mis sombras del pasado volvieran a mí poco a poco, y que estas acabasen asesinadas de una manera cruel y despiadada, siendo yo el principal sospechoso de haber cometido tales atrocidades? ¿Realmente iba a ser capaz de descubrir quién era el genio del asesino en serie? Porque lo admitía, era un genio que había llegado a superar a la mente de diez personas que éramos las que más estábamos implicadas en el caso, y por muy irreal que sonase, lo había conseguido, sí, pero no solo eso, teníamos que andarnos con cuidado si no queríamos volver a caer en una de sus trampas, tal y como le había pasado a mi amigo pelirrojo, que a pesar de que la mano le seguía doliendo, él se empeñaba en ir al trabajo, ya que según él no podía estar tantos meses de baja, y cuando algo se le metía en la cabeza, era tarea imposible hacerle cambiar de opinión.
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Where are my memories? (Inazuma Eleven) (Goenji x Fubuki)
Fiksi PenggemarUna organización trabajaba en un proyecto un tanto peligroso, pero, se les fue de las manos causando un gran caos. Fubuki Shirou tras estar un tiempo desaparecido, vuelve, sin embargo no recuerda nada de su desaparición, haciendo que tuviera muchas...