Where are my memories? (Inazuma Eleven) (Goenji x Fubuki)

Comienzo de la fiesta.

Sentía sus manos recorrer mi cuerpo desnudo, mientras nuestros cuerpos se mantenían unidos, esperando que se me pasase aquel dolor un tanto punzante. Gouenji pasaba sus manos por mi pálida piel, y a mí me hacía rogar por más, sentir mucho más de esas sensaciones placenteras, que me hacían suspirar, y gemir del placer.

Pronto ese dolor desapareció, para dar paso al placer, ante sus lentas, y profundas embestidas, las cuales me hacían desfallecer ahí mismo, era demasiado placentero aquel cúmulo de sensaciones, que recorrían cada parte de mi cuerpo. Estaba a punto de venirme, por no poder aguantar ese ritmo desenfrenado, cuando...

Desperté.

Sentía el sudor recorrer mi frente, y como el calor inundaba mi cuerpo ante aquel sueño, que me pareció de lo más real. Sentía cierta presión en mi entrepierna, debido al reciente sueño. En esos momentos maldecía todo el estrés producido por la semana, y a mí erección que por momentos se hacía cada vez más molesta.

Miré un poco a mi alrededor, estaba de lado–a diferencia de cómo me había dormido–, con Gouenji abrazado a mí por la espalda. Su respiración chocaba en mi cuello, lo cual me hacía ciertas cosquillas ante mi piel sensible de esa zona.

Por la claridad que entraba desde la ventana, supuse que era por la mañana algo tarde, ya que nos acostamos también tarde. El caso era que tenía que calmar mi erección, y levantarme de la cama para ir al baño sin despertar a Gouenji.

Lentamente aparté su brazo de mi cintura para levantarme, y me senté sobre la cama estirándome, y luego me levanté, mi misión parecía más o menos completa, mi novio –aunque me era todavía raro llamarlo de esa manera–, mas mi misión resultó fallida, ¡Él había tirado de mi brazo, y quedé tumbado sobre la cama de nuevo, por su culpa!

–Shirou, ¿a dónde ibas?–me preguntó de manera sensual, o lo que me pareció a mí, en el oído haciéndome estremecer, y ruborizar hasta límites impensables, y es que era inevitable, todo con Gouenji me hacía ponerme más tímido de lo que solía ser, y solo él era capaz de transmitirme tantas emociones con tal solo unas simples palabras, o acciones. Aquellas mariposas en mi estómago, lo que era un cosquilleo muy agradable, mi corazón latiendo como desbocado, y ese calor que inundaba mi cuerpo, sin embargo no sabía si eso se debía a mi erección, que cada vez me molestaba más, o era producido al rubor que tenía en mis mejillas.

–A...al baño, ¿acaso no puedo?–respondí intentando no trabarme, ni que se me notasen aquellos nervios, que aumentaban por momentos por la situación en la que me encontraba, yo con una erección, y Gouenji que de repente se había puesto encima de mí, con una de sus sonrisas ladinas, de esas que me hacía que me derritiese por completo–Shuuya, en serio quita, que quiero ir al baño–volví a decir al no recibir respuesta por su parte, su mirada no se apartaba de mí, y yo no pude evitar quedarme totalmente embelesado con la suya.

–¿Para solucionar tu problema?–recibí por respuesta, y antes de que pudiera responderle, o reprocharle que de verdad necesitaba ir, me acalló con un beso en los labios. En un principio, era tierno, un leve choque de labios, mas sin yo esperarlo, puso su mano sobre mi notable bulto, haciendo que ahogase un gemido del placer, y ante la sorpresa, lo que aprovechó para introducir su lengua, y así comenzó una batalla entre ellas, como queriendo tener los dos el control sobre aquel beso, que también era de lo más excitante.–Shirou–susurró una vez que nos separamos contra mis labios–No me puedo resistir a hacer este tipo de cosas, me encanta ver como reaccionas ante mis caricias, y mis besos, me vuelves totalmente loco, pero si quieres que nos detengamos aquí lo entenderé, ya sabes por el trauma...Y además que tampoco llegaríamos hasta el final, aparte de la vergüenza, pues no me siento preparado, no sé tú–me explicó con cierto rapidez, lo que me daba a entender que él no era el único que se encontraba nervioso.