Vergüenza, y dudas.

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Fin POV'S Fubuki.

POV'S Hiroto.

Tras unos segundos, nos separamos del beso, y me quedé observando como embobado el rostro de Ryuuji, estaba hermoso con ese tierno rubor en sus mejillas, y con la respiración un tanto agitada por el beso, el cual a ambos nos había dejado sin aliento.

Casi sin dejarle tiempo a reaccionar o decir algo, volví a juntar sus labios con los suyos, y él por su parte me correspondía de forma torpe, estaba seguro de que estaba muy nervioso, y yo también lo estaba no podía negarlo, daría un paso muy importante con él, nos demostraríamos de una forma completamente diferente, lo tanto que nos gustábamos, lo tanto que éramos adictos el uno del otro.

Midorikawa pasó sus brazos por mi cuello atrayéndome más a él, y de esa forma el beso pasó a ser uno mucho más apasionado y desesperado. Le mordí con suavidad el labio y él abrió la boca, dejando paso a mi traviesa lengua, y así iniciando un baile entre nuestras lenguas. Tenía muchas ganas de hacer este tipo de cosas, demostrarle que me enamoraba tanto que sin problemas me podía entregar a él, a pesar de que estaba de lo más nervioso, no podía evitarlo, sería mi primera vez haciendo este tipo de cosas.

De nuevo por falta de aire, nos tuvimos que separar, esta vez el rubor de Midorikawa había aumentado, aunque yo no me quedaba atrás, yo también lo estaba, podía ser un pervertido a veces, sí, nadie lo podía negar, pero estas cosas me daban mucha vergüenza. Escuché una suave risa de su parte, y con sus manos temblorosas, me agarró de ambas mejillas, y me dio un pico.

–Estás rojo cuatro-ojos–me dijo con algo de burla y con una sonrisa.

–¿Sabes? Tú también lo estás, pero ahora lo estarás más, no te preocupes–le respondí con algo de burla, y con algo más de decisión pasé a repartir besos por su cuello, aquel punto que era un tanto sensible y que en alguna que otra vez lo había descubierto.

Escuchaba los jadeos de Midorikawa, y como poco a poco su respiración se iba volviendo algo más acelerada, el calor le estaba subiendo.

–A-ah, n-no, espera–me decía entre gemidos y de lo más entrecortado, y con sus manos me apartó un poco, yo por mi parte le miraba con el ceño fruncido sin entender nada de lo que le pasaba ahora.–Es que joder...Estoy nervioso, y tengo miedo de hacer algo que lo fastidie todo–me reí levemente, mi novio era de lo más tierno lo único que le pasaba era que estaba inseguro, pero ahora no era tiempo de sentir inseguridades, lo mejor era disfrutar de lo que vendría, y dejarse llevar.

–Si quieres paramos–dije de forma comprensiva acariciándole una de sus mejillas ruborizadas–De todas formas no te sientas inseguro Ryuuji, no vas a hacer nada que lo fastidie, ahora solo déjate llevar, y disfrutemos los dos de esto ¿vale? Siempre que estés listo claro, no tenemos por qué hacer este tipo de cosas ahora.

–No quiero parar–aseguró y dejándome perplejo, básicamente por no esperarlo, de un rápido movimiento, esta vez fui yo el que quedó debajo de Ryuuji, y sabiendo utilizar bien sus encantos, se sentó justamente en mi entrepierna, donde minutos antes se había formado un leve bulto por haberle escuchado gemir de esa manera tan sensual–¿Quieres ser el primero en probar mis encantos, señor Hiroto?

–C-claro yo encantado, señor Ryuuji sorpréndame–le seguí el juego sin poder evitarlo tartamudeando en el proceso, mientras trataba por todos los medios que no se notase el rubor el cual se había intensificado, sin embargo este se notaba por mi piel extremadamente pálida.

A pesar de sus nervios, Midorikawa asintió con la cabeza, y se dispuso a hacerme desfallecer del placer, porque estaba totalmente seguro de que lo haría tan bien como esperaba.

Where are my memories? (Inazuma Eleven) (Goenji x Fubuki)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora