Encuentros inesperados.

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¿Qué no pretendía asustarme? Porque parecía completamente lo contrario, además ¿cómo no darse ese paro cardíaco, si había aparecido así de la nada? Y no era la primera vez que lo hacía ni mucho menos, todavía recordaba nuestra primera conversación, y si era sincero conmigo mismo, me inquietaba que supiera tanto de mí. Esa primera vez que intercalamos palabras, si mal no recordaba, me había dejado bien claro, que sabía dónde me habían retenido por tanto tiempo, cuando los únicos que sabían eso, eran Hiroto, el cual me encontró cuando estaba a punto de morir, y Gouenji, que se enteró de nuestra conversación, y no tuvimos más remedio que contárselo, a pesar de que no quería que sospechase de mí, lo que era irónico, porque ahora sospechaba de una razón completamente diferente, a la que yo me sentía tan asustado al respecto. No obstante, no quería pensar en el que ahora mismo, causaba que mi pecho ardiese de esa maneta, un tanto asfixiante, más bien quería centrarme en él, y descubrir cómo es que sabía tanto de mi vida, ya que para los medios de comunicación mi desaparición era un completo misterio, no di ninguna información al respecto, y agradecía que no se hubiesen puesto como locos a acosarme.

—¿Quién eres? —pregunté sin rodeos, yendo completamente al grano, debido a que la vez anterior, ni siquiera tuve tiempo de preguntarle con quién se suponía que trataba, en parte Gouenji había interrumpido nuestra conversación, lo que no me extrañaba, si tenía que ir a trabajar, y yo estaba aquí plantado como pasmarote, sintiendo como el sudor frío descendía por mi frente, al haber visto como el que tenía delante, por decirlo de alguna manera ya que mantenía distancias conmigo, sabía de mi gran secreto, además lo que más me hacía sentir impotente, y lo que más me llegaba a enfadar, es que por alguna razón no pudo llamar a la policía para que ellos mismos verificasen, que yo estaba allí encerrado, sufriendo por cada uno de esos científicos locos, los cuales sacaban mi lado más oscuro a reducir—¿Cómo sabes tanto de mí?

—Eso no es importante ahora, pero ¿por qué no me pones tú un nombre? Sería interesante—me contestó, y seguido escuché una leve carcajada por su parte, haciéndome fruncir el ceño, aunque había llegado a comprender una cosa, de momento no iba a saber su identidad, no hasta que él me la desvelase, o bien que yo descubriera de quién era esa voz, porque realmente me sonaba, y producía unas sensaciones en mí del todo inexplicables. Cuando llegué aquí en un primer momento, estaba totalmente desconsolado por lo que acababa de escuchar en la habitación de Hiroto, en cambio ahora estaba mucho más tranquilo, es como su voz me arrullase, como si me lograse tranquilizar, con la suavidad, y contacto con la que me hablaba. Sin saber bien la razón, decidí hacerle caso, y pensarle un nombre, por lo menos sabría cómo dirigirme a él en primer lugar. Cabía decir, que me sentía un tanto estúpido, por hacerle caso, pero no tenía mejor cosa que hacer.

—¿Qué tal Akuma? —pregunté una vez que había decidido un mote especial para él, y sentía que ese le iba de perlas, por una sencilla razón, la cual era muy simple, se hacía el misterioso conmigo, no respondía a ninguna de mis dudas, parecía que no quería que supiera quién era, pero lo iba a descubrir tarde o temprano, es más casi sin percatarme, mis pies se comenzaron a mover lentamente hacia su figura, era como si sintiese, que si movía lentamente, no se iba a dar cuenta de nada, sin embargo, bien había descubierto en estas dos veces que habíamos hablado, que era verdaderamente listo, y que me conocía mejor de lo que yo me esperaba, y de nuevo escuché como se reía, esta vez de manera un tanto más irónica.

—¿Qué tipo de nombre es ese, mi pequeño Shirou? —me contestó de vuelta, mientras yo por mi parte, formulaba otra pregunta en mi mente, una incógnita más en mi mente, pero ¿quién sabía si esa algún día se resolvería? ¿Quién me llamaba con tantas confianzas, y yo no me quejaba con respecto a aquello? ¿Por qué mi mente se dignaba una y otra vez, en no dejarme recordar esa voz? Parecía como si me siquiera hacer sufrir a mí mismo, por tener tantas incógnitas acumuladas, y estas, parecían aumentar por momentos, y estaba completamente convencido de que, si estas no se revolvían pronto, iba por acabar loco del todo— ¿Me consideras un demonio? Vaya, hieres mis sentimientos, pero bueno, hablamos en otro momento, y alégrate, porque esa tristeza, no hace juego con tu carita bonita, chaito—ante su cumplido, no pude evitar sentir como el calor, comenzaba a ascender hasta mis mejillas, entre otras cosas se debía a que no estaba para nada acostumbrado, a recibir cumplidos de ''extraños'', y lo decía entre comillas, porque parecía conocerle, sin embargo, como había nombrado anteriormente, de momento aquella espesa niebla, seguía sobre mi cabeza, lo que se suponía que hasta que esta no se disipara al completo, no iba a poder reconocer de quién era.

Where are my memories? (Inazuma Eleven) (Goenji x Fubuki)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora