Sin memoria.

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-----Horas antes-----

POV'S Atsuya.

En un momento dado de la fiesta, no sé en cuál exactamente, había perdido mi preciada cámara, no tenía ni puñetera idea de dónde la podría haber dejado, y la verdad es que en estos momentos temía por mi vida, mi corazón latía a mil por hora, más incluso que cuando Afuro tenía intención de hacerme ruborizar, con cada uno de sus afeminados encantos, pero no era momento de ponerme a pensar en eso, ya que después de todo, esa cámara me la había regalado por mi cumpleaños, y si la llegaba a perder, realmente me veía enterrado bajo tierra, y de paso con tal de que no le pillasen, seguro que ponía, la firma del asesino en serie, y ahora que se había formado un gran revuelo, más imposible se me hacía encontrar, su gran regalo.

Estaba justamente en el piso de arriba, buscando mi cámara como un loco, mirando por el suelo, entre las mesas de la anterior cena, aunque para buscar entre el suelo, o las semanas, debía de tener un grave retraso mental, o bien que de verdad estaba desesperado por encontrarla, que yo diría que era una mezcla de las dos cosas, no me quería ni imaginar el rostro de Afuro enfadado, con lo adorable que solía ser conmigo, a pesar de que a veces era un verdadero orgulloso, pero yo le amaba de igual manera, y me volvía totalmente loco.

¡Así que, si no quería comprobar, su enfado, y recibir cada uno de sus regaños, lo mejor sería, encontrar la cámara, lo antes posible!

El único lugar donde me quedaba por mirar era el baño, pero con todo el revuelo que se escuchaba por ahí, es más no tardaron en llegar unos cuantos hombres, y una ¿camilla? ¿Qué se suponía que había pasado? Me quería acercar allí, la curiosidad me estaba ganando poco a poco, pero tan solo tenía que esperar a que saliesen de nuevo para ver de qué se trataba todo aquello.

De allí no tardó en salir, esos mismos hombres, con otro hombre pelirrojo en la camilla, que si no me equivocaba era otro detective, ¿quién va a ser si no? Porque el único infiltrado aquí era yo, el caso es que no tardé en reconocerlo, se trataba de Hiroto Kiyama, uno de los detectives más eficientes de esta ciudad, si no me equivocaba, yo solía saber de estas cosas, porque como futuro periodista, tenía que enterarme de aquellas personas que eran famosas. Detrás de ellos vinieron unos cuantos más de chicos, los cuales, dos exactamente me llamaron la atención, por dos razones:

Una es que de nuevo volvía a ver aquel rubio de bote, con el que me choqué hacía ya tiempo, cuando iba de camino a mi trabajo de camarero, y justamente llegaba tarde, y a decir verdad no se me pasó desapercibido, aquel rostro suyo, como si yo fuese un fantasma, o algo así, ¿ahora era famoso, y ni cuenta me había dado? No, eso era totalmente imposible, sino ya estaría trabajando de aquello, que me encanta. Volviendo al tema, aquel rubio de bote, cuyo nombre se me había venido de un momento a otro a la cabeza, Gouenji Shuuya, el cual iba abrazando a otro, que me hizo abrir los ojos como platos, sin poder asimilar lo que mis ojos veían en aquellos momentos, porque...Joder, ¡era exactamente igual que a mí!

Mi corazón se aceleró incluso más, si era posible, tanto que temía que se me saliera de mi pecho, estaba muy acelerado, y de repente me vino un fuerte dolor de cabeza, y un mareo repentino, me vino a mí, sentía que mis piernas me estaban fallando, que estaban flaqueando por momentos, ya veía mi patética caída, mas no fue así, de un momento a otro, sentí como unos brazos me rodeaban impidiendo mi caída, me refugié en ellos, por unos instantes, creyendo que se trataba de Afuro, sin embargo no era su aroma, ni tampoco sus brazos, estos eran totalmente diferentes, y un tanto atontado, me acabé por separar.

—Fubuki, ¿estás bien? —me preguntó aquella persona, que de momento no reconocía ni por su voz, hasta que no fijé la mirada en él, porque era una voz de chico, claro. Si no me equivocaba, de nuevo, se trataba de Kidou Yuuto, pero eso no era lo importante ahora, ¿por qué de nuevo me decían por ese apellido, por qué en mis pensamientos resonó aquel apellido? ¿Por qué no podía recordarlo? ¿Mi apellido acaso no era Suzuki? Solo podía ver una sombra borrosa, y entonces un nombre y un apellido se me vinieron a la cabeza, ''Shirou Fubuki'' Aquel que había desaparecido durante seis meses, aquel que era un completo misterio, y que ahora se mostraba con una figura aniñada, entre mis borrosos recuerdos, aquel primer día de clases, donde quería protegerle a toda costa, y aquellas peleas de nieve, que hacíamos después de la escuela, o cuando nos metíamos en la cama del contrario...Mi mente era un completo caos, algo no cuadraba en aquella historia, nada tenía sentido, y ese dolor de cabeza casi soportable, me volvía loco por momentos.—Fubuki, reacciona—me alentó aquel chico, al ver que me había sumergido en mi mente, aquella en la que nada se me aclaraba.

Where are my memories? (Inazuma Eleven) (Goenji x Fubuki)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora