Durante la semana, Pablo y yo estuvimos hablando todas las tardes por teléfono. Me contó mucho sobre su vida y yo también de la mía. Durante los recreos, él me sonreía. Llegó el fabuloso lunes con mi clase favorita de ahora, MUSICA.
Él me mira y me sonríe descaradamente y yo parezco un flan. Se pasa toda la hora enseñando como tocar la guitarra y al final de la clase me llamó:
- Zoella, ¿te importaría esperarme?- me pregunta con una sonrisa de las suyas.
- Vale, pero...¿Para qué?- pregunto yo.
- Te voy a enseñar un sitio fantástico y no me vale un no por respuesta- me dijo él.
- Perfecto- dije yo muy nerviosa.
Terminó de recoger sus cosas y me monté en su precioso coche blanco. Puso la radio en un volumen bajo y condujo en dirección a la playa.
- ¿Qué me vas a llevar a la playa?- pregunté.
- Jo, me has estropeado la sorpresa- bromeó él.
Llegamos a la fabulosa playa con su precioso paseo marítimo. Me cogió de la mano, cosa que no rechacé, y me llevó a la orilla de la playa. Sacó de la mochila una fiambrera con un par de sandwiches.
- No es el mejor picnic de la historia pero es lo que hay- dijo él.
- Pues para mí esto es un sueño hecho realidad- contesté yo.
- Y espero que sea el mejor de todos- dijo él con su dulce voz.
- Lo es, te lo aseguro- le respondí.
- Seguro que los picnic de tu novio son mejores- dijo él.
- No tengo novio- que buena excusa se había inventado Pablo para preguntarme si tenía novio o no - pero seguro que tu si tienes novia ¿o no?- dije yo con una sonrisa.
- Pues tampoco tengo, he tenido pero ahora mismo no- dijo el acariciando mi mejilla.
- Esto hay que mantenerlo en secreto y ser más discretos en el instituto- dije yo.
- Pues la verdad es que si, aunque me da igual que la gente se entere que nosotros dos somos "amigos"- dijo Pablo burlón.
Nos pasamos el resto de la tarde charlando animadamente sobre nuestros gustos hasta que llegó la puesta de sol.
- Y para despedir el día te tengo preparada una sorpresa - dijo Pablo.
- Jo eso no vale, yo no te he preparado nada- dije yo haciéndome la enfadada.
- Tendrás más ocasiones para sorprenderme- dijo él- Pues aquí va la primera sorpresa... Regálame tu risa, enséñame a soñar, con solo una acaricia...- y comenzó a cantarme una de sus canciones.
Me emocioné mucho cuando él me estaba cantando tan cerca, parecía un sueño del que me iba a despertar y justo cuando terminó de cantar, posó sus labios en los míos.
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Mi vida entera
FanfictionZoella,una chica de diecisiete años, estudia en un instituto de Barcelona. Es fan incondicional de Pablo Alborán y para su sorpresa se lo encuentra camuflado en el instituto de profesor de música. Desde que ambos se ven, surge el amor.