Capitulo 21

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Estoy en Disneyland Paris. No me lo puedo creer. Estoy alucinando con todo.

- Princesa, por aquí- me dice Pablo.

Entramos y vamos andando. Me encuentro con un hotel, que seguramente se quedarán aquí las personas cuando vienen.

- ¿Cómo sabías que yo quería venir aquí?- le pregunto a Pablo.

- Tengo unos contactos muy buenos- me responde.

Seguimos andando y yo me voy fijando en cada detalle. Tras mucho andar, por fin, me encuentro el gran Castillo, que si en fotos es bonito, en la realidad es precioso.

- Me encanta- digo.

- Me encantas- me dice.

Me pongo enfrente de Pablo, detrás nuestra está el castillo, y nos besamos.  Los brazos de Pablo me rodean por la cintura. 

- Excusez-moi, Je peux les prendre une photo?- nos dice un francés.

- ¿Qué significa eso?- le pregunto a Pablo.

- Tú solo bésame- me dice Pablo.

Nos besamos por segunda vez y al terminar y lo comprendo todo. El francés nos ha echado una foto, Pablo y yo besándonos con la preciosa imagen del castillo.

- Merci- le dice Pablo y coge su móvil.

Veo como pone la imagen de fondo de pantalla. Es tan precioso.

- Bueno, princesita, vamos a buscar a tus hermanas princesas- me dice bromeando.

Estamos caminando y yo veo la silueta de Mickey Mouse.

- ¡Allí esta Mickey y Minnie!- digo gritando de la emoción.

Vamos corriendo hasta donde están.

- ¡Bonjour!- nos dice al unísono Mickey y Minnie.

- Hola, ¿nos podemos echar una foto?- le pregunto tímidamente.

- ¡Bien sûr!- nos dicen.

Pablo y yo nos ponemos a su lado, y un fotógrafo nos echa la foto.

- Merci- le digo.

- Me encanta tu acento francés- me dice Pablo y me besa en la nariz. Yo sonrío como una boba.

Cogemos la foto, y la verdad es que es preciosa. 

Pasamos por varias tiendas, y yo compro de todo.

- ¿Me puedes dejar que te compre algo?- me dice Pablo.

- No, no, no- le digo sonriendo.

Y así nos pasamos la tarde, viendo a personajes de Disney, comprando y besándonos. Llega el anochecer y nos marchamos. En la limusina, Pablo me pregunta:

- ¿Te ha gustado, princesa?

- Me ha encantado- le digo y le acaricio la mejilla.

Nos vamos al hotel y nos quedamos dormidos. Ha sido un día alucinante, pero mañana es el último día que estoy aquí en París.

Mi vida enteraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora