Me preparé para la cita con un precioso traje negro, que me lo había regalado mi abuela por mi cumpleaños. Me planché el pelo y me lo dejé suelto. Cogí un bolso negro y me eché perfume. Abrí la puerta de mi cuarto y escuché a Pablo hablando animadamente con mi madre. Al bajar las escaleras los dos se callaron de repente. Pablo se levantó y me ofreció su mano para bajar las escaleras.
- Estás preciosa- me dijo y yo me ruboricé.
- Muchas gracias- le dije con una sonrisa.
- Hemos estado hablando, y he tomado una decisión. Hija, te dejaré que te vayas con Pablo dentro de dos días. Si yo estuviera en tu lugar estaría deseando que me pasara esto. Ahora, ve a cenar y a pasártelo bien- me dijo mi madre.
Salí con Pablo de la casa y cuando llegamos al coche empecé a chillar de la emoción. Pablo me dio un precioso abrazo y nos montamos. En el trayecto yo estoy pensando en el tema del viaje.
- Que calladita estas- me dice bromeando Pablo.
- Estoy aqui, pesando- le dije.
- Ya hemos llegado- me dice y me coge de la mano.
Me quedo alucinando con el lugar. Es un restaurante súper grande y debe de ser carísimo. Tiene jardines, fuentes... Parece un hotel en vez de un restaurante.
- Vamos princesa- me dice y me coge por la cintura.
Entramos en el fabuloso restaurante, y nos dirigimos a una zona vip, para que nadie nos moleste.
- Esto es un sueño del que no quiero despertar- le dije a Pablo.
- Pues esto no ha hecho más que empezar-me dijo y nos sentamos.
Todo era demasiado bonito y muy luminoso en el restaurante.
- Oye, se me ha olvidado preguntarte, ¿cuántos días nos vamos?- le digo.
- Por mi sería toda mi vida pero nos vamos una semana- y me da un beso.
Pedimos la sugerencia del chef a una simpatiquísima camarera.
- Mañana haré las maletas para tenerlas preparadas- le dije.
- Perfecto, yo ya las tengo hechas- me dijo con esa cara de buenazo.
Llegó la comida y nos pusimos a charlas animadamente sobre nuestras vidas. Él me cuenta que era malísimo en sociales pero que poco a poco fue animándose y le empezó a gustar.
Terminamos de comer y yo me ofrezco a pagar pero él se empeña a pagarlo él y me dice que ya se lo pagaré con otra cosa y yo me sonrojo.
Salimos de la mano y me para en una de las fuentes y me dice:
- Quiero que sepas que me has cambiado la vida, para mejor claro, y que te quiero muchísimo.
Hace que me emocione y empiece a llorar y le doy un beso en los labios con mucha pasión y le digo:
- Te quiero.
- Te quiero- me contesta.
Entramos en el coche y me lleva a casa. Pablo es tan encantador, tan simpático y tan guapo.
- Princesa, ya hemos llegado- me dice Pablo.
- Buenas noches mi vida- le digo.
- Que descanses- me dice.
Salgo del coche y me dirijo a mi casa, abro la puerta y entro. La casa esta en completo silencio. Subo las escaleras y me voy a mi cuarto. Hoy ha sido un día muy emocionante.
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Mi vida entera
FanfictionZoella,una chica de diecisiete años, estudia en un instituto de Barcelona. Es fan incondicional de Pablo Alborán y para su sorpresa se lo encuentra camuflado en el instituto de profesor de música. Desde que ambos se ven, surge el amor.