Capítulo 26.

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Tenerla entre mis brazos y recorriendo con mi boca cada parte de su cuerpo era una inyección de adrenalina para sentirme más vivo que nunca en este preciso momento. Sus manos que comenzaron a acariciar mi espalda, mientras que de sus hermosos labios no dejaban de emitir suspiros y repetir mi nombre una y otra vez, me permitía sentir la fortuna de haber encontrado al amor de mi vida. Shailene lo era todo para mí, desde una compañera de trabajo hasta la confidente de cada suceso que he vivido y que viviré. Sabe mis secretos más oscuros al igual que yo se los de ella. Esa confidencia jamás la había tenido con nadie, ni siquiera con Ruth, con quien fue la persona que más tiempo he durado en lo que llevo de vida amorosa vivida hasta ahora.


- Theo... Theo... Theo cariño.- No me había percatado que Shai me estaba hablando. Nos encontrábamos en la bañera de aquel lujoso Spa del Hotel y aún me encontraba dentro de ella, luego de tres asaltos de intensa pasión.

- ¿Qué ocurre mi preciosa chica?.- Le dije mientras acariciaba uno de sus hombros, ya que su cabeza reposaba sobre los míos.

- Vámonos a la cama...

- Estoy muy a gusto aquí.- Y moví mis caderas logrando que Shai se sobresaltara.

- ¿Otra vez?

- Las que tú quieras.- Y repetí el movimiento, mientras acomodaba una de mis manos en sus pechos.

- Eres un insaciable ¿lo sabías?.- Me decía mientras juntaba sus labios con los míos.

- No veo... que... te... moleste.- Le decía entre aquel beso, en donde rápidamente su lengua asalto mi boca y recorrió cada parte que ella ya conoce, y donde nuevamente nos entregamos y nos perdimos en nuestra pasión juntos.



No tengo idea de qué hora serán, con Shai terminamos regresando cerca de las 2 am a nuestra habitación, luego de aquel romántico momento que me había preparado en el Spa. Podía sentir tibias caricias en mi pecho lo que me hizo comenzar a despertarme. Al abrir mis ojos pude observar a Shai besándome el pecho desnudo mientras que yo aún la tenía rodeada con mis brazos apegada a mí. Me encantaba dormir abrazado a ella, es tan menuda y tome esa costumbre desde aquella noche en que peleamos y nos terminamos confesando que nos gustábamos mutuamente.


- Buenos días dormilón.- Me decía mi pequeña con su hermosa sonrisa.

- Buenos días preciosa.- Le sonreí, pero rápidamente solté mi agarre para voltearme y ver el despertador.

- Tranquilo Theo, faltan cinco minutos para que suene la alarma.- Volví a mirarla y allí estaba apoyada en sus codos dejando a la vista su hermosa figura que solo cubría la sabana hasta su cintura.

- Entonces ven y dame mi beso de buenos días.- Dije mientras abría los brazos y cerraba los ojos a la espera de mi beso matutino.

- Eres un caprichoso Theo.

- Tu caprichoso pequeña... tu caprichoso.

- Lo sé, sólo mío.- Y allí la tenía sobre mi torso. Podía sentir sus pechos sobre mí y como con sus manos tomaba mi rostro para acercar sus labios a los míos. Nuestro beso matutino, era algo tierno y único. Nada pasional ni brutal que nos terminará llevando por el deseo a algo más. Simplemente era un beso lleno de amor, ese amor único que te puede entregar la persona correcta y que llena tu vida de felicidad.

Esto no es por mí, es por ti.. #SheoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora