Pestañeo una y otra vez hasta lograr mantener los ojos abiertos. Las sábanas están pegadas a mi mejilla, en cambio no cubren mi trasero.
Gran trabajo, sábanas.
-Br...fuuu...
No es lo más inteligente que podría haber dicho pero al menos me ayuda a desperezarme.
Giro el cuello y me encuentro con Miles centrado en la televisión. Me gusta despertar y que esté ahí, es algo bonito de ver.
Todo él es bonito.
-Guu...-estiro la mano para tocarlo y llamar su atención como si fuese un bebé que no sabe articular algo con sentido.
-Tranquila, aún puedes dormir.
No hago ningún caso a lo que dice y me siento contra el cabezal de la cama, procurando tapar lo justo para no ser una exhibicionista. Miles no parece tener el mismo pudor.
No voy a ser yo la que le diga que tape su desnudez.
Durante unos segundos pienso en lo que hicimos antes de dormir. Ha sido muy intenso. Su lentitud me mataba y al mismo tiempo era placentera. Lento, suave, pasional, profundo...
Definitivamente Miles sabe como hacer que una chica acabe bien su cumpleaños.
-Los vecinos han venido a quejarse.
-¿A quejarse?
-Por el ruido -me dedica una mirada llena de picardia.
Roja. Me pongo completamente roja.
No es mi culpa, era él el que me hacía gritar. Me declaro completamente inocente.
-La próxima vez deberíamos usar la sala de juegos -ríe de un chiste que sólo a él le hace gracia.
Eso suena completamente erotico y lujurioso.
-¿Tienes una sala de juegos?
-Sí, es donde juego a videojuegos cuando vienen mis amigos, también tengo alguna máquina para hacer ejercicio. Está insonorizada.
"Ah. Esa clase de juegos..."-la Lara pervertida parece decepcionada.
-He pensado hacer unos cambios en ella. Poner un sofá cama, apartar un poco las pesas... -dice titubeante.
-¿Por qué? -pregunto curiosa.
-Para que puedas usarla cuando quieras. Como está insonorizada no tendrías que preocuparte de las tormentas.
Se me encoge el pecho y olvido como respirar. Se está ofreciendo a acogerme en su propia casa porque no quiere que tenga miedo.
Mi primera reacción es sonreír.
-Gracias, Milly.
Y sonríe. Me apoyo en su brazo y aprovecho la cercanía. Acaricio su mano y entrelazo nuestros dedos.
-No sabía que te gustase esta serie.
-Como conocí a vuestra madre está bien-responde aún viendo a la pantalla.
Miro en la misma dirección que él y me extraña que el capítulo esté con audio descripción.
-¿Por que no tiene volumen?
-No quería despertarte.
-No es justo -me quejo-. No puedes ser tan adorable. Eso me deja muy mal.
Como respuesta obtengo una risa. Le quito el mando y subo el volumen de la televisión. Estamos un rato callados viendo el capítulo, en ocasiones reímos en las mismas escenas, incluso pasa un brazo por mis hombros cuando me acurruco.
La Lara lujuriosa está encantada con los músculos de Miles.
-Lo de la trompeta azul es gracioso.
-Y romántico -añade.
Aunque intente disimularlo Miles es un romántico hasta la médula. Es de esos chicos que antes de meterte en su cama te llena de flores y palabras bonitas. No le hace falta una relación para tratar a una mujer como una princesa.
Bonito. Definitivamente Miles es mi descripción de bonito.
-¿Cuando fue la última vez que te enamoraste? -pregunto sin acabar de digerir muy bien el motivo. Quizás sienta un poco de celos por la afortunada.
Tarda algunos segundos en responder. Se toma su tiempo para desordenar su melena.
-La última vez que me he enamorado ha sido de ti.
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Hola a todos,
Después de una larga espera he vuelto. Ayer mismo acabó mi primera ronda de exámenes he sacado de debajo de las piedras un ratito para escribir.
Espero que os haya gustado este capítulo cortito y que me digáis vuestras teorías sobre lo que Lara le responderá.
Un beso,
Ina
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Las 10 reglas sobre el sexo [L10RSES] ©
Literatura FemininaLara White es una chica que, después de descubrir a su novio siéndolo infiel, decide darle un cambio a su vida: ser más espontanea, más atrevida, más lanzada. Gracias al trabajo que su madre le ha obligado a aceptar, conoce al hombre de sus sueños...