Las 10 reglas sobre el sexo [L10RSES] ©

Capítulo 8.

Después del la competición de surf, volvemos a la tienda para cambiarnos y finalizar nuestra jornada laboral.

Cuando llego a la sala de personal, cojo mi bolso con la intención de ir al baño a cambiarme. Una vez encerrada en el cubículo, me deshago del bañador y deslizo mi ropa interior de Pokémon por mi piel. Lo sé soy tan madura. Para terminar, me pongo mis pantalones cortos vaqueros y mi polo melocotón.

Salgo del baño y dejo mi bolso junto al lavamanos para revisar mi móvil. Dos llamadas perdidas y tres mensajes de Brody, una llamada de mi madre y veinte mensajes del grupo de whatsapp en el que estamos Savannah, Mackenzie y yo. Parece ser que tienen pases para un pub pijo. Eso quiere decir mucha cerveza, y de la importación.

Suena muy bien.

Hace mucho que no salgo de fiesta con mis dos mejores amigas. Cuando estaba con Brody no me iba de borrachera con ellas. Eso hace que me sienta mal por haberlas tenido abandonadas.

Miro la hora y me doy cuenta de que aún me queda media hora para finalizar mi turno. Ruedo los ojos mentalmente por que de verdad tengo muchas ganas de ir a ese pub. Al salir del baño me encuentro con Miles de espaldas a mi. Lleva puesta una camiseta sin mangas dejando ver sus brazos musculosos y unos vaqueros que se le ajustan a las caderas haciendo su culo bien torneado mucho más apetecible. Quiero lanzarme y pegarme como un koala a su torso recorriendolo con mis manos.

— Sr. Bennet —decido captar su atención haciendo que se gire y me mire con su habitual blanca sonrisa—. ¿Quiere que abra la tienda al público?

— No, no vale la pena por media hora. Puedes irte a casa —rápidamente lleva su mirada a la pantalla de su móvil, parece estar mensajeandose con alguien—. Nos vemos el lunes.

¡Cierto! No recordaba que el sábado es festivo y que el domingo no me toca turno. Mejor, más tiempo para recuperarme de la resaca.

— Buen fin de semana, Sr. Bennet —le digo guiñandole un ojo de un modo coqueto.

— Igualmente —responde divertido.

“Sería mucho mejor contigo en las noches. Bueno, las noches, las mañanas, las tarde y lo que quieras“ —la Lara lujuriosa está muy despierta por ver a Miles en bañador toda la tarde.

Una vez llego a mi coche, tiro mi bolso al asiento trasero y emprendo marcha a casa.

(...)

— Ponte vestido —dice Mackenzie con una mirada desaprobatoria.

Pongo los ojos en blanco y sigo maquillandome.

— Me gusta mi ropa —le digo insinundo que no se meta con mi vestimenta.

Llevo unos vaqueros muy ajustados con una camisa negra de transparencias que deja ver un poco mi sujetador de encaje, ya que se tiene que ver, me he puesto el único que tengo que no es de dibujitos. Para acabar me subo en mis tacones negros. No sé que le ve de malo.

— Que sexy —silba Savannah al entrar a mi dormitorio.

Le regalo a Kenzie una mirada que grita ¡Já! In your face.

Ellas dos son más femeninas y adoran ponerse vestidos muy ajustados para salir de fiesta. Pero yo soy yo, y no quiero tener que preocuparme por que no me vean las bragas cuando esté borracha.

Todas nos subimos al coche de Savannah por que es el más lujoso. La muy hija de la fruta y Voldemort tiene un reluciente Audi blanco. Lo que daría yo por tener un coche así en vez del antiguo Ford Cortina de mi madre que para mi gusto ya es una pieza de coleccionista.