Mi mirada se eleva hacia la persona que está a mi lado, observo su cabello rubio revuelto, sus ojos celestes tiernos posados en mí, su rostro está decorado con una sonrisa coqueta adornada de esos labios carnosos y rosados. Su atuendo es una camisa turquesa como sus ojos, un jeans rasgados y encima un delantal, y por último en sus manos, un exquisito queque de chocolate con frutas.
Sean es mi chef.
Mis ojos se agrandan y me quedo viendo como una estúpida, retrasada y bueno, ya no me insulto más. Coloca la tarta en la mesa, y entonces reacciono. Me tiro encima de él. Mis brazos se cruzan alrededor de su cuello, mientras él me sostiene por la cintura. Toda mi desilusión se olvida en un segundo.
—Yo nunca rompo promesas —susurra cerca de mi oído.
—¡Gracias! ¡Gracias! —exclamo como una loca.
—No me tienes que agradecer nada, pequeña —me dice mientras besa mi cabello y me guía hacia mi asiento.
Retira la silla hacia atrás, así que me siento y él vuelve a colocar la silla dentro de la mesa.
—A comer. Un pajarito me ha dicho que te has ido sin desayunar —eleva su ceja.
Se quita el delantal blanco y se sienta al frente.
—Qué chismoso —Frunzo el ceño "enojada".
—Un poco. ¿Qué desea la princesa para desayunar? —me consulta con una tenaza en sus manos.
—Mmm... —hago la boca de medio lado, pensativa.
Observo todo lo que hay a mi alrededor, no sé con exactitud que quiero, es que todo se ve delicioso y apetitoso.
—¿Puedo un poquito de todo? —Lo miro apenada.
—Un poco de todo, como ordena la princesa —Toma o corta alimentos y los coloca en mi plato blanco.
Nunca había tenido tanta comida junta, es asombroso, la cantidad de comida que hay en una sola mesa. Y todo esto con Sean, no creo que me lo pueda comer ¿Qué se hará con la comida restante?
El plato está en frente de mi repleto de desayuno.
—Sean...
Lo llamo mientras él se sirve en su propio plato.
—¿Qué desea la princesa? —dice en tono divertido.
Suelto una risilla por sus bobadas.
—Tengo una pregunta —comento.
—La princesa tendrá su respuesta —dice comiendo.
—Estaba pensando, que... todo esto, es mucha comida y... no la vamos a poder comer toda solo nosotros dos ¿Por qué la que sobra no la compartimos con los demás concursantes? —le consulto con un poco de pena.
Sean me mira y traga exagerado la comida que estaba masticando. Y luego baja la mirada como apenado. Frunzo el ceño.
—Haremos lo que diga la princesa —me dice con una sonrisa, un poco forzadilla.
—¿Dije algo malo? —le interrogo por su cambio.
—No —Niega con la cabeza—. Solo que a veces soy un animal y no me doy cuenta de lo que hago.
Y me confundo aún más. Todo lo ha hecho bien.
—No te entiendo.
—Aaliah, eres una chica humilde con un gran corazón y yo te preparé todo esto sin pensar en los desperdicios que podría traer, eres una chica que valora las pocas cosas que tienes y piensas en todo, y eso me llena de ternura. Y con lo que me has dicho, tienes mucha razón, esta comida se la podría haber dado a niños que no tienen que comer y yo...
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Do It Again ©
RomanceAaliah Miller, una costarricense soñadora de 16 años, desea que su talento sea conocido por el mundo pero tiene que creer en él , tal como un diamante, que está a punto de ser pulido por aquel chico rubio que coloca su confianza en ella, sabe que pu...