Narra Aaliah
Sean es el chico más casi perfecto que puede haber en la tierra, nunca en mi vida creí que yo pudiera andar con un chico como él o increíble aun, con él. Claro que en sueños se sueña todo lo que uno desea, está claro, pero todo esto parece un verdadero sueño.
Estar aquí en esta playa, es tan hermoso. Por la falta de aire en mis pulmones tuvimos que separarnos del apetecible beso. Me da un beso fugaz y al mismo tiempo se levanta y extiende su brazo, mientras mi mano toma la suya y me ayuda a subir. Comenzamos a caminar de regreso al auto.
¿Cómo mi americano cree que me iba a enojar con él por mantener nuestra relación en secreto? Jamás. Más bien sería al revés, soy yo la que tendría que temer a que se molestara pero así es él.
Tan lindo.
No me gusta la idea pero quiero cumplir mi sueño ya que estoy aquí para ello, y estoy muy agradecida que me apoyen y estén de acuerdo con lo que tenemos, cuyo nombre no sé aun.
De repente siento como Sean se detiene y se gira sobre su cuerpo, observa algo hacia atrás, luego su mirada la devuelve nuevamente hacia el frente.
-Camina rápido, preciosa -susurra.
Y yo hago lo que me ordena, sinceramente un poco asustada. No entiendo lo que sucede, vuelve a mirar hacia nuestro alrededor y maldice por lo bajo.
-Paparazzis de mierda.
Y me cae el veinte o eso creo.
Cuando llegamos al auto, Sean abre la puerta rápido para que yo entre y él se introduce en su asiento cuando llega al otro lado y pone en marcha el auto a toda velocidad.
-Sólo espero que no nos hayan sacado fotografías o sino todo se irá a la mierda -su tono preocupado me preocupa más a mí.
Me muerdo el labio nerviosa, tomo mi bolso y saco el móvil, me introduzco en las redes sociales, ya que estas cosas son más rápidas que la más puta del mundo. Suelto el aire contenido pero no del todo. Sean me mira de reojo y yo le paso el teléfono.
-Tranquila eso se puede arreglar, desmintiendo, solo vamos caminando juntos -me da una sonrisa que me da un poco de tranquilidad.
El viaje fue más veloz que la ida, en un abrir y cerrar de ojos ya estaba aparcando adentro de mi casa. Me toma la mano y comienza la acaricia con una sonrisa.
-Esto solo es el comienzo, hermosa. Pero tenemos que ser fuertes para lo que vendrá.
Con la mano restante acaricia mi mejilla y me da un corto beso que disfruto encantada.
-Te quiero -murmura.
-Y yo a ti, Sean.
-Vamos -me dice.
Abrimos las puertas de su Audi, y nos adentramos a mi hogar, cuando buscamos a mi madre, la encontramos en la cocina preparando la cena. Al percatarse de nuestra presencia nos da una sonrisa.
-Hola Amber -la saluda Sean con un beso en la mejilla.
-Hola Sean.
-Siento haber traído a Aaliah a esta hora pero la lleve a conocer la Playa de Santa Mónica -le explica Sean rascándose la nuca.
-Oh pensé que más bien seguían en la reunión pero no importa y ¿Qué tal el lugar? -me pregunta mi madre.
-Precioso, pero luego te cuento con detalles -le respondo y mi madre asiente.
-¿Quieres quedarte a cenar? Ya que estas aquí -se dirige a Sean pero después con un cucharon prueba la salsa.
-Claro, me encantaría -le responde alegre.
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Do It Again ©
RomanceAaliah Miller, una costarricense soñadora de 16 años, desea que su talento sea conocido por el mundo pero tiene que creer en él , tal como un diamante, que está a punto de ser pulido por aquel chico rubio que coloca su confianza en ella, sabe que pu...