Capítulo 2. El chico en llamas

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—¡Deja de poner esa cara Aaliah! —me regaña.

—¿Qué otra cara quieres que ponga? Es la única que tengo Jean.

—Tienes razón, para lo fea no hay remedio —se encoge de hombros. —¡Auch! —se queja después de que la almohada haya caído en su mera cara.

—¡Tú empezaste! —me defiendo.

—Pero tampoco tienes que irte por la violencia.

—Y tú te vas por el maltrato psicológico, idiota.

—Bueno ya, es hora de comenzar a grabar tu video —me anuncia.

—Okey.

—Una, dos...

Doy un suspiro profundo, también me mentalizo, me preparo para comenzar a cantar, me tiene que salir estupendo todo.

—Tres.

Suena el sonido que significa que estoy siendo grabada. La melodía de Titanium –David Guetta ft Sia, empieza a salir junto con mi voz, mientras toco el piano. Cierro los ojos al sentir la música en mí, cuando canto siento que algo me cautiva, algo en mí se llena, es inexplicable.

Son tantos sentimientos encontrados al sentir la música por todo mi cuerpo, me transporta a mi mundo, al mundo que solamente es mío, el cual disfruto con un orgullo inmenso, con un amor infinito.

Siento algo en mi garganta, algo que no me hace sentir mal, no, tampoco es un gallo mal atravesado, es como un ácido pero no doloroso, es agradable, mi corazón se siente libre, se relaja.

Nuevamente, el sonido del móvil de Jean señala la finalización del video. Salto de la silla y me voy corriendo hacia Jean.

—¡Quiero verlo! —exclamo repetidas veces como una niña pequeña.

—Ten paciencia mujer.

—Tampoco me pegues —hago puchero alejándome pero cuando escucho que el video se reproduce, me vuelvo a acercar a Jean.

Observo el video, realmente se ve bonito, Jean ha tomado el video en el lindo jardín trasero de su casa, parece una mansión a la par de mi humilde hogar, atrás se ve el muro color beige con unas preciosas flores y mucho pasto por el suelo.

He elegido mi mejor vestido para grabarlo, me he puesto un natural maquillaje –rímel que resaltan mis grises ojos y un brillo no tan llamativo, como el color rosado de mis labios– mi cabello negro está suelto, mi vestido está acompañado por unas viejas zapatillas pero todavía lucen bonitas, es que las cuido mucho, como son mis favoritas.

Con el asunto de mi voz, suena bonita, espero que les guste y me elijan, sería muy decepcionante que no fuera parte del programa porque entonces me daría cuenta que no tengo bonita voz, y mis sueños se irían por la borda. Nunca he tomado clases de canto, así que no sé nada sobre eso, solamente canto, no tengo conocimiento de técnicas vocales, vibratos ni nada de esos rollos. Mi voz sale natural y sin conocer nada.

Me sale del corazón.

—Perfecto —declara Jean.

—¿Tú crees? —pregunto.

—¡Claro tonta! Ahora vamos a enviarlo.

Jean sale corriendo hacia su habitación y yo lo sigo, cuando llegamos, él prende la computadora, conecta su móvil por medio de un cable USB a la computadora, pasa el video al ordenador. Abre la página oficial, se introduce en lo que es el concurso y agrega el video, mientras se va cargando, Jean se voltea y me mira.

—Ali...

—¿Qué sucede? ¿No carga? —pregunto confundida.

—Sí está cargando, va por la mitad pero quiero decirte algo.

Do It Again ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora