Capítulo 30. Menos tú, Sean.

206 18 36
                                    

*Las partes que están en cursiva, significa que están hablando en español.

Me levanto de muy buen humor y más que en mis fosas nasales llega un rico olor a desayuno, aparte siento muy cerca la noche buena, solamente faltan cinco días para que sea Navidad y es extraño que voy a pasarla acá pero nunca se sabe lo que podrá pasar. Me ducho y atuendo con una ropa cómoda para estar en casa, hoy la mañana la tengo libre para arreglar algunas cosas que he dejado en la cajas aún, mi habitación no está totalmente ordenada ni equipada con mis cosas solo con los regalos de los chicos.

Me ato el cabello en un moño rápido y supongo que despeinado pero me vale mierda, hoy estoy feliz como una lombriz. ¡Ja!

Bajo las escaleras y me adentro a la cocina, observo a mi madre de espaldas haciendo el desayuno, así que la abrazo por detrás, realmente la extraño porque no he pasado mucho tiempo con ella desde nuestra llegada a Estados Unidos, ni tampoco me he conectado a mis redes sociales para ver que hay de nuevo, además, no le he hecho una llamada en Skype a mi osito, lo extraño y tengo tanto que contarle como supongo que él tiene que contarme muchas cosas.

Cuando mi madre pega un pequeño respingo, le beso la mejilla para que sepa que soy yo y al ratito me despego de ella porque va a pasar las arepas a un plato.

-Buenos días mi pequeña y eso que andas regando felicidad por los poros -comenta mi madre con una sonrisa haciendo que sus verdes ojos se entrecierren.

-Pues nada, hay que sonreír mami -le ayudo a servir el café mientras yo me sirvo un té -no me gusta el café-.

-Ajá y yo soy Shakira -dice sarcástica.

Ya ven amigos, lo heredé de esta mujer.

Suelto una carcajada.

-Tienes un aire, mamá.

-Ya quisieras tú -dice divertida mientras me pasa mi plato con desayuno.

-¡Nahh! Tú eres más hermosa que ella -planto un beso en su mejilla para luego sentarnos a desayunar.

-No me trates de halagar para desviar el tema señorita que no soy ciega y aparte los vi por la ventana -eleva una ceja y luego suelta una risilla cómplice.

Y ahí mis mejillas se calientan.

-¡Mamá! -exclamo apenada.

-Nadie los tiene haciendo bulla -se encoge de hombros mientras unta mantequilla.

Me quedo en silencio.

-Suelta o llamo a Sean para que me cuente y de paso me pide la entrada, que aún no tienen mi permiso -dice mi madre en un intento de ser una madre estricta y severa pero se le escapa una sonrisilla.

¡Joder! Y ahora cómo demonios le cuento, tendré que contarle todo lo que sucedió pero gracias al Señor se me enciende el bombillo.

-Ayer cuando estaba con Cole, ella estaba pasada de copas y pues ella ama a Kaden pero él ha sido muy tonto con ella y hasta la ha lastimado, pues me contó que había tenido una pelea con él y empezó a llorar, cuando estaba haciendo el intento de consolarle llego Kaden y dijo que estaba de acuerdo conmigo.

-De acuerdo en ¿qué? -curiosea mi madre tomando de su café y poniendo su total atención en mí, se ve que le entretiene las historias.

-Que Kaden era un idiota pero que en el fondo le importaba y la quería .Algo así le dije, ya ni acuerdo -le doy un sorbo a mi té -La cosa es que yo me salí y los deje ahí para que se arreglaran de una vez por todas. Mientras esperaba el taxi para regresar a casa, alguien dijo que papá era un sabio.

Do It Again ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora