Capítulo 28. No tienes remedio.

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Tomo la sábana y me tapo con ella, las lágrimas no cesan, me siento mal, soy una verdadera estúpida, me siento rechazada y aquí es donde me doy cuenta que la esperanza que tenía con Sean se ha ido a la mierda. No soy lo suficientemente buena para él, soy una cría de 17 años ¿Qué iba a esperar? No tengo el mejor cuerpo, es obvio que no le iba a gustar.

Soy una tonta, soy una tonta, soy una tonta, soy una tonta, soy una tonta, soy una tonta, soy una tonta, soy una tonta, soy una tonta, soy una tonta, soy una tonta, soy una tonta, soy una tonta, soy una tonta, soy una tonta...

Y eso es lo que repite mi cabeza y la verdad es que tiene razón, debí pensar en todo y no mandarlo al carajo, debí hacerle caso a mi mamá. Me siento tan extraña ahora, me siento como... no exactamente sucia pero algo así.

Estoy molesta conmigo misma porque nunca tuve experiencias hasta ahora, siempre he bateado a los chicos porque pensaba que eran unos reverendos idiotas pero me arrepiento porque no sabía cómo actuar en frente de un chico y no sabía que no debía hacer y ahora la amistad que tenía con Sean se fue a la verga.

También me siento apenada, pero a la vez estoy molesta con él, no debió empezar nada y luego dejarme así. Estoy furiosa y a la vez llena de vergüenza.

Tengo tantos sentimientos dentro de mí que solo quiero llorar para desahogarme pero es exactamente lo que no voy a hacer. No voy a derramar una lágrima más aunque esté explotando por dentro, no he derramado lágrimas por ningún hombre antes-excepto mi padre- y ahora tampoco lo haré.

Me levanto y me pongo la pijama, comienzo a cantar para olvidarme de todo y sacar mi dolor, al menos una parte. Pero no lo mejora del todo, tomo mi iPhone y comienzo a escribir en las notas, sacando lo que tengo dentro.

Bostezo así que me acuesto del todo, durmiendo entre mis propios pensamientos.

Narra Sean

Imbécil.

Imbécil es lo que soy.

La deseo y la quiero como nunca lo hice con nadie y por eso debo respetarla aunque mi miembro no lo demuestre pero es inevitable.

Por Aaliah haría cualquier cosa. Pasar un día completo con ella hizo darme cuenta que la quiero más allá de un simple gusto. Ella es una chica hermosa, tierna y me encanta esos ademanes que hace, sus muecas, su sonrisa, su mirada. Ya... no los voy a marear.

En conclusión, ella es perfecta.

Entiendo que está furiosa conmigo porque no debí empezar nada pero mis malditos impulsos son una traición, mis deseos también. Pero lo menos que quiero es separarme de ella por esto.

Y menos ahora, que lucharé por ella, por su amor y su corazón.

Me siento furioso porque todo es mi culpa pero ¡joder! Qué difícil es mantener las manos quietas teniendo una mujer como ella. Me siento frustrado, quiero regresar y pedirle perdón pero es mejor esperar que se calme. Y para calmarme comienzo a escribir una letra de canción, hace mucho no lo hacía y ahora me sale con tanta facilidad que antes no tenía.

Todo lo que escribo en mi portátil me sale del corazón, son los sentimientos que siento por ella y me hace sonreír de repente.

****

Cuando termino de bañarme, me visto y salgo hacia la habitación de Aaliah, toco la puerta y no obtengo ninguna respuesta, nuevamente vuelvo a tocar pero no se escucha nada, escucho la puerta del baño abrirse, así que toco de nuevo y vuelve a pasar lo mismo.

-¡Aaliah te espero abajo dentro 30 minutos, desayunamos en el aeropuerto! -grito para que me escuche y no me contesta.

Doy un suspiro.

Do It Again ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora